6 Cosas que las Hijas de Narcisistas Anhelan en la Edad Adulta (Y Cómo Sanarlas con Psicoterapia)

Última actualización: 9 enero, 2022



Aunque hay diferencias en las historias de todas las hijas no queridas por sus madres/padres narcisistas, también hay puntos importantes en común. Comprenderlos y ver el papel que juega cada uno en tu propia vida puede ser el primer paso de muchos hacia tu recuperación.

Algunos de estos los percibirás conscientemente, aunque es posible que no los pongas en contexto y los conectes con experiencias infantiles durante muchos años. Estadísticamente, el reconocimiento de cómo las experiencias de la infancia tras el abuso narcisista afectan el presente generalmente no comienza hasta que una mujer tiene más de 30 o 40 años, y a veces más tarde.

Si has tenido una infancia difícil y te has sentido bajo el control de un padre/madre controladora, combativa o narcisista, la adultez joven te brinda una sensación de libertad, ya que seguramente por fin te hayas sentido libre después de vivir durante muchos años en un ambiente tóxico, represivo y castrante. Lamentablemente, la realidad es que hay muchas posibilidades de que no te hayas dado cuenta de cuánto equipaje emocional te acompaña en tu vida.

Si bien puedes ser consciente de lo mal que te hizo sentir cómo tu madre/padre narcisista te trató en la infancia, es muy posible que no puedas ver su efecto en la mujer adulta que eres hoy en día hasta que comiences psicoterapia. La mayoría de los comportamientos que adoptamos para superar son inconscientes.

Además, hay otras fuerzas en juego que te impiden el reconocimiento:

  • Has normalizado las experiencias de tu infancia.
  • Te gusta pensar que el pasado es el pasado y eres libre.
  • No estás lista para procesar todo el dolor sobre cómo te trataron en tu infancia.
  • Sólo quieres ser como todas las demás personas, quieres ser normal. Y te avergüenzas de tu infancia y de tu familia de origen.
  • Temes que tu tratamiento esté justificado, y que cómo te trataron haya sido, en el fondo, todo es culpa tuya.
  • Por encima de todas las cosas, quieres que tu padre/madre te quiera. Quizás él/ella por fin lo hará. ¿Pronto?
  • Tu esperanza y negación alternas te mantienen estancada.
  • Hay cosas la hija no amada anhela en su edad adulta.

Cosas que las Hijas de Narcisistas Anhelan en la Edad Adulta

Hay muchas posibilidades de que, si tu madre/padre no supo darte amor, fuiste muy criticada o marginada (el rol de la “niña perdida”), ignorada o severamente castigada, también puede ser que abusada, muchos de estos anhelos profundamente arraigados pueden coexistir y contradecir todo tipo de éxitos y logros.

Ése es el poder de estas primeras experiencias. Las formas en que pueden seguir afectándonos no son necesariamente racionales pero son muy profundas y condicionan nuestras vidas de adultas.

  1. Un sentido de pertenecer, de experimentar tu propia vida.

    Éste es quizás el efecto más común. Sentirse como una extraña, callar, con tu nariz presionada contra el vidrio de una tienda a la que todos los demás parecen tener acceso. Es como ver una película en blanco y negro, estando tú sola en la sala de cine, cuando los demás ven la misma película en la sala de al lado a todo color.

  2. Validación de tus pensamientos y de ti como persona.

    Hasta que estés completamente recuperada de tu infancia de abuso narcisista, puedes sentir inseguridades profundamente arraigadas sobre la validez de tus pensamientos y percepciones.

    Seguramente tu padre/madre narcisista se burlaba mucho de ti y se le unía el otro padre/madre o algún hermano al que se le permitía a animaba a hacerlo, te decían que eras muy “sensible” o “que eras burra” o decían de ti frases como “qué vamos a hacer contigo”, te hacían sentir como un objeto, te humillaban o te intimidaban.

    Tú interiorizaste estos mensajes y ahora dudas mucho de ti, de tu valía, no sabes quién eres y buscas esa validación fuera de ti, en otras personas.

  3. Verdadera confianza en ti misma.

    A pesar de tus logros en la vida, tiendes a pensar que “no eres suficiente” y a pesar de que te pones muchas metas y las consigues, en cuanto lo haces, te quitas mérito y crees que te valorarás cuando consigas la siguiente que te fijes.

    Tienes una tendencia a responder inadecuadamente a situaciones de tensión o desacuerdo con otras personas que socavan tu autoconfianza.

    Tiendes a autocriticarte mucho (esto no es más que la voz de tu padre/madre narcisista interiorizada, que has hecho tuya, como todas las niñas hacen con las voces de su padre y su madre) y a sentirte culpable por demasiadas cosas. Puedes ser muy reactiva intelectual y/o emocionalmente.

  4. Equilibrio emocional.

    Las niñas con estilos de apego inseguros no saben (porque no se les ha enseñado) cómo manejar las emociones dolorosas y terminan o bien perdidas en sus propias emociones o bien alejadas de sus sentimientos. Ésa es la maraña emocional en la que te sueles encontrar frente a situaciones que te provocan estrés o intensidad emocional.

    La buena noticia es que con la psicoterapia adecuada tras el abuso narcisista de tu familia de origen puedes aprender cómo nombrar y gestionar tus emociones. No estás condenada a vivir detrás de altos muros o en una llanura de inundación emocional.

  5. El amor de tu madre/tu padre narcisista.

    Tu anhelo del amor que no te pudieron dar no parece tener una fecha de vencimiento. Esto no es un anhelo racional, por supuesto. Puede coexistir absolutamente con la acción en el mundo real de una hija de eliminar a su madre/padre de su vida, lo que se llama el “contacto cero”, así como con la muerte de tu madre/padre.

    Cuanto más te cures y más te ames a ti misma y empieces a sentir compasión por ti y por los demás, más pequeña será la necesidad de un amor que no es posible. Tu padre/madre no tiene amor para sí mismo/misma, por lo que tampoco lo tiene para ti. No lo tuvo en tu infancia, no lo tiene ahora y no lo tendrá en el futuro.

    El anhelo no va a desaparecer por completo porque tu herida de infancia es profunda y legítima. Pero se convertirá en algo mucho menos doloroso, que puedes gestionar. Igual que tu herida, con la psicoterapia y tu trabajo personal, se convertirá en una cicatriz.

  6. Dar sentido al pasado (y desconectarte del presente).

    A la mayoría de las hijas de padre/madre narcisista les resulta difícil apropiarse de su historia de infancia, en parte debido al tabú de admitir que tu pare/madre no te ha dado mucho amor y en parte porque la negación es potente, todo lo que has tenido que negarte para poder sobrevivir hasta ahora es una realidad muy dura.

    Entender tu pasado y tu historia es clave para tener una vida más sana, así como para asegurarte de no repetir los patrones de comportamiento que aprendiste en tu infancia.

    Necesitarás tiempo, esfuerzo y la ayuda de una psicoterapeuta para reconocer tu historia. La experiencia puede ser dolorosa a veces pero es necesaria. Sólo apropiándote de tu realidad, la puedes cambiar.

Curarte de tu infancia tóxica con psicoterapia es un trabajo arduo pero merece la pena. Al final de ese camino está la que eres tú. De verdad.

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