Apodérate de tu rabia y gestiónala de una forma sana

Última actualización: 9 enero, 2022



La rabia es una emoción, ni más ni menos

La rabia, como todas las emociones, no es ni buena ni mala sino normal, saludable y esencial. La rabia es una salvaguardia biológica para garantizar nuestra supervivencia. Es la respuesta de nuestro cuerpo a las demandas, amenazas y presiones internas o externas. La rabia nos advierte que hay un problema o una amenaza potencial. Al mismo tiempo, nos da valor para enfrentarnos al problema o la amenaza al proporcionarnos la liberación de adrenalina.

El maltrato o los comentarios abusivos de otras personas no deben ser tolerados. Tenemos derecho a enfadarnos cuando alguien nos lastima o nos insulta. Es una amenaza para nuestro bienestar emocional. La rabia es la emoción que nos alerta de que algo está mal y nos lleva finalmente a la acción.

El problema con el que se encuentran muchos adultos de familias narcisistas/disfuncionales es que en su infancia, cuando mostraban rabia, o bien se les avergonzaba por ello, o bien esa rabia era aplastada de forma brutal y continuada en el tiempo. Por ello, la mayoría tienen conductas maladaptativas respecto a la rabia, que luego veremos.

Cuando empiezas un proceso terapéutico de sanación te apropias de tu rabia, dejando de condenarla o de no ser consciente de ella. No ignores tu propia rabia. Debes reconocerla como una señal de que hay un problema que debe resolverse. La rabia es un sistema de alarma interno que nos dice que algo está mal. Ignorarla es peligroso.

Comportamientos maladaptativos con respecto a la rabia

  1. Reprimir la rabia o volverla contra ti mismo

Esas dos acciones: la represión de la rabia y la retroflexión (volver la rabia que está proyectada hacia el exterior contra ti mismo) son mecanismos de defensa que utilizas para no apropiarte de tu propia rabia, utilizarla para protegerte y expresarla y ventilarla en un entorno seguro, sin hacerte daño ni a ti ni a los demás.Esos mecanismos de defensa te sirvieron para sobrevivir en el entorno hostil que fue tu infancia pero como adulto ese escenario ha cambiado y usarlos en lugar de apropiarte de tu rabia te perjudica más que te beneficia. Volver la rabia contra ti o ignorarla te desenergetiza y te convierte en impotente frente a situaciones adversas de la vida. Si no te permites sentir rabia, pierdes sus beneficios, que son muy importantes: motivación, fuerza, energía, poder y protección.

  1. Expresarla de forma pasivo-agresiva

Las formas pasivo-agresivas siguen siendo agrevivas. Si te expresas de forma pasivo-agresiva tu mensaje no quedará claro, serás igualmente percibida como agresiva y seguramente no servirá para resolver el conflicto de que se trate, ya que es una forma tóxica de ventilar la rabia, donde no te expresas para resolver sino para ventilar la rabia de una forma indirecta.

  1. Volcar la rabia en personas que son inocentes

Algunos supervivientes que no saben gestionar la rabia pero que no la ignoran ni la vuelven hacia ellos mismos lo que hacen con ella es volcarla en personas inocentes sobre las que pueden hacerlo porque están en una posición de superiorioridad frente a ellas, por ejemplo, se trata de hijos, empleados, también amigos o parejas que entre ambos hayan creado la fantasía de que el que vuelca la rabia está en una situación de superioridad frente al que es objeto de la rabia.

Estos supervivientes también pueden “vomitar” la rabia al azar, a personas a las que no conocen de nada, en situaciones como provocando una pelea en la calle o en un bar. Esto los convierte en repetidores del ciclo de abuso y en personas potencialmente violentas.

Esta situación de ser objeto de una rabia que no es merecida, que es injusta y que volcada de una forma continuada es maltrato y abuso, es la que muchos supervivientes sufrieron en la infancia cuando el sistema familiar (el narcisista con la connivencia de los demás miembros de la familia) les asignó el papel del chivo expiatorio. Muchos siguen repitiendo ese papel en sus relaciones adultas a través de la repetición-compulsión.

Formas sanas de procesar tu rabia

Aunque la rabia -y su primo aún más intenso, la ira- son beneficiosas para ti y facilitarán tu sanación, también son emociones difíciles de procesar de manera segura. Esto se vuelve muy evidente durante los primeros meses de tu sanación del abuso narcisista, en los que experimentarás una rabia potente, que puede llegar a descontrolarse si no eres muy consciente de ella y de cómo expresarla y ventilarla.

Es importante que entiendas que tu rabia tiene muchas facultades positivas y beneficiosas para ti y que has de reapropiarte de ella. Ahora bien, esto no te da carta blanca para enfadarte a diestro y siniestro con todas las personas a tu alrededor. Esto es contraproducente y te causará problemas en tu vida. Lo ideal es que expreses tu rabia y la ventiles de formas seguras y que con las personas practiques la asertividad.

Dicho de un modo muy sencillo, cuando tengas un conflicto con alguien, la guerrera que se despertará en ti es el que te avisa de que hay un peligro. A la que sacas para lidiar con el conflicto con otra persona es a la negociadora, que preserva la relación con esa persona (amiga, pareja, compañera de piso, jefa) por encima del conflicto que tengáis entre manos.

Lista no exhaustiva de formas sanas de expresar y procesar tu rabia

  • El ejercicio físico y el movimiento son beneficiosos de muchas maneras. También es un gran método para liberar la rabia. Apúntate a clases de boxeo o de kick boxing.
  • Hay muchas formas de expresión creativa, todas las cuales se pueden usar para canalizar la rabia (y otras emociones). Las posibilidades incluyen la danza, el arte (arteterapia), la escritura (empieza un diario) y la música. 
  • Puede parecer extraño o incómodo, pero acceder al hemisferio derecho del cerebro (el racional) es un método muy efectivo para procesar la rabia y el dolor. Las técnicas que pueden ayudarte a hacer esto incluyen la terapia EMDR, la meditación y el tapping.
  • Dos formas de ventilar tu rabia en casa de forma sana y segura son o bien darle golpes a un cojín o lanzar puñetazos al aire delante de un espejo.
  • Gritar es una forma súper buena de liberar rabia. Grita al tope de tu voz. Asegúrate de hacerlo en un lugar en el que no sea molesto para otras personas.
  • Únete a un grupo terapéutico en el que puedas expresar y ventilar tu rabia. También puedes hacerlo con una terapeuta que sepa del tema de la gestión de las emociones.

Aferrarse a la rabia es como agarrar un carbón caliente con la intención de tirárselo a otra persona, tú eres el que se quema.

Siddharta, fundador del budismo, 563-483 a. C.

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