
Si has tenido la mala suerte de haber sido criada por un(a) narcisista o más de una, es más que probable que hayas oído clásicos como éste por parte de un(a) terapeuta o psicóloga:
“Eres demasiado sensible/especial/difícil”
”Tienes que aprender a soltar”
“¿Hasta cuándo le vas a dar vueltas al pasado?”
Una Buena Ayuda no es fácil de Encontrar
Negación, proyección, culpa, ira, hacer de menos, utilizarte como chivo expiatorio,.. están entre las armas que utiliza normalmente un(a) narcisista, por lo que si has crecido en una familia en la que los adultos que te han criado y que te decían que te querían, en realidad te utilizaban, eres especialmente vulnerable a que te traten así como adulto. Desafortunadamente, para muchos adultos que han sufrido un trauma por abuso narcisista, buscar(a) un terapeuta que les ayude, puede resultar un terreno peligroso.
Es muy frecuente que al buscar ayuda estos adultos no encuentren terapeutas familiarizados con el tema del narcisismo, con pocas herramientas para darles lo que necesitan y una casi total inconsciencia de por lo que esa persona ha pasado. Es importante que la terapia no se reduzca únicamente a “hablar” y que el/la terapeuta tenga empatía, sepa acompañar emocionalmente a una persona que ha sufrido maltrato psicológico y/o emocional y bajo ninguna premisa diga frases como “tu problema”, “estás exagerando” u “olvídalo”.
Reactivando el Trauma Pasado
Muchos supervivientes acaban siendo retraumatizados por terapeutas que no entienden el narcisismo o las dinámicas de la Familia Narcisista. Es muy frecuente que las experiencias de los supervivientes sean cuestionadas o negadas de plano por psicólogos o terapeutas que no entienden los patrones de comportamiento narcisista. Esta invalidación por parte de alguien que se supone que tiene que ser un refugio seguro y de fiar, lo que hace es repetir el gaslighting ya sufrido, haciendo sentir a los supervivientes exactamente igual que entonces, que están “locos”, que “hay algo malo en mí”, re-experimentando el trauma ya vivido con la familia de origen.
Hay muchas responsables de la salud mental que insisten en el potencialmente devastador “Perdona y olvida”, minimizando el daño sufrido, alentando a las supervivientes a que pasen página sin más y a que mantengan el contacto con su familia. Sobre esto..
- No se puede pasar página sin más de unas experiencias traumáticas que han causado Síndrome de Estrés Post-Traumático Complejo. El proceso terapéutico de recuperación es largo y requiere de enfadarse y llorar por lo perdido antes siquiera de valorar un perdón.
- El tema del contacto lo tiene que decidir el/la superviviente, y determinar qué grado de contacto (si es que lo quiere) con su familia de origen le hace sentirse segura.
- En nuestra sociedad hay un tabú con el tema de los padres, si se les culpa, se les critica o se les cuestiona está mal visto, parece que hay que respetarles y venerarles hagan lo que hagan, incluso si hay maltrato y/o abuso. Un(a) superviviente tiene que poder expresarse espontáneamente sobre su familia narcisista y contar su realidad, sólo así podrá empezar a sanar.
Normalmente, los supervivientes que llegan a un(a) terapeuta que sí sabe tratar el abuso narcisista, lo que se encuentra éste es que los anteriores terapeutas por los que ha pasado el/la superviviente, han agravado la herida sin saberlo. El daño de una terapia que no es adecuada no sólo es susceptible de repetir y agravar el viejo trauma. Las supervivientes manifiestan vergüenza tóxica, culpa, auto-abandono, falta de autoestima, ideas o acciones autolesivas, ansiedad (severa o no) y síntomas físicos del trauma.
Necesitan un testigo que sea sensible y no crítico ni evasivo. Alguien que no reproduzca la respuesta narcisista y los hunda más del pozo del que tratan de salir. Que validen sus sentimientos y les dejen quejarse, enfadarse y llorar todo lo que necesiten por lo vivido en la infancia, hasta que sea el/la propio superviviente la que decida que ha tocado fondo y ya puede empezar a subir y avanzar.
Busca un(a) Terapeuta Adecuada para Ti
Intenta que sea una persona que cuando oye la palabra narcisismo no le suene a chino, por muchos títulos en psicología, psiquiatría o espiritualidad tenga. Alguien que esté familiarizado con las dinámicas de una familia narcisista y que entienda que tu proceso personal pasa por validar tus emociones y tu historia sin cuestionarla. Simplemente escuchándote con compasión y haciéndote de espejo. Poco a poco, verás que ese espejo que te devuelve el/la terapeuta, es el de una persona que no tiene nada que ver con quien creías que eras.
No sólo la terapia individual ayuda. También el teatro terapéutico, grupos como el CoDA o simplemente reunirte con más supervivientes como tú, que han tenido experiencias similares y compartirlo.
Fuente: narcissisticfamilies.com
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