
A veces, querer a una narcisista significa hacerlo a una distancia segura, incluso si la narcisista en cuestión es tu madre.
Darte cuenta y aceptar que tienes uno o más padres narcisistas es un camino largo e intensamente doloroso. Eso se debe a que los niños, incluso de adultos, siguen deseando amor y aprobación, a menudo en contra de la evidencia de que tus padres no te han podido ni podrán nunca proporcionarte ese amor incondicional que tanto anhelas.
En última instancia, tener un contacto cero o bajo con una madre narcisista puede ser una opción saludable y liberadora.
Crear distancia con tus padres significa renunciar a la ilusión de que algún día cambiarán y liberando la sensación de responsabilidad por ellos que pueden haber inculcado en ti. También dejando de buscarles para conseguir su aprobación o validación, como si todavía fueras una niña.
Lo que es más importante que iniciar un receso es aprender a ser asertiva y poner límites cuando los padres/las madres son inapropiados, controladoras, invasivos o abusivas.
Tener una relación con una narcisista es muy difícil, porque tienen poca o ninguna empatía por los demás. Una madre narcisista pisará a toda su familia, incluso sus hijas, para satisfacer sus propias necesidades.
Salir de la sombra de una madre narcisista puede ser difícil, pero a menudo increíblemente necesario en la edad adulta.
Consejos para destruir los ciclos negativos de comunicación con tu madre narcisista
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Reconoce que tu salud y bienestar son lo primero
Es más que probable que, tal y como era la dinámica familiar, hayas intentado complacer a tus padres narcisistas mucho, de hecho demasiado, hasta el punto de no reconocer ni pensar que tienes derecho a tus propias necesidades y deseos.
Como adulto, es hora de que te reapropies de tus deseos y necesidades y los pongas como prioritarios. Si priorizas los deseos y necesidades de otras personas (amigos, parejas, jefes) tendrás relaciones disfuncionales, repitiendo las dinámicas de tu familia narcisista. Esto no quieres decir que no tengas en cuenta a los demás y que no cuides el vínculo que tienes con las personas que son importantes en tu vida. Se trata de priorizarte a ti mismo teniendo en cuenta a la otra persona y negociar. Negociar incluye poner límites y decir que no.
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Aprende a despegarte y poner límites
Para desvincularte de verdad y forjar una identidad fuera de la sombra de sus padres, tendrás que aprender a desapegarte, lo que esencialmente significa dejar de ser reactivo, compartir sólo cierta información o poner límites a exigencias como whatsapps o llamadas diarias. En definitiva, dejar de ser un niño adulto y empoderarte.
Si esta estrategia no funciona y la madre narcisista sigue acosándote, interrogándote, riéndose de ti, desvalorizándote, invalidándote, quizás sea hora de considerar tener contacto cero. Se trata de una decisión muy difícil y el proceso puede llevar algo de tiempo.
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Trata de no ser conflictivo, pero establece límites claros
Las narcisistas no se hacen responsables de sus comportamientos y generalmente no son capaces de tener empatía, por lo que una confrontación es una trampa para más dolor, desilusión y angustia.
Aún así, necesitas comunicar tu necesidad de espacio. Poséelo como algo que necesitas, expón tu posición sin reproches ni acusaciones, y luego apégate a él con límites sólidos.
Es importante trabajar en ti mismo durante este tiempo. Estás tomando la mejor decisión posible para ti y tu salud mental para seguir adelante. Tienes derecho a ello.
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Acepta que tu madre narcisista (o codependiente) puede hacerte muy difícil iniciar un descanso
Ten en cuenta que hay una gran probabilidad de que tus padres no respeten tu deseo por un tiempo. Eso es porque las narcisistas suelen ver a sus hijos como extensiones de ellas mismas en lugar de personas con sus propias necesidades.
Es posible que intenten castigarte, boicotearte o chantajearte por tu decisión. Una vez que hayas establecido tus límites, no los muevas. No sucumbas a regaños, amenazas, inculpaciones ni a ninguna otra forma de manipulación.
Establecer límites es la consecuencia de la autoestima. Este proceso lleva tiempo e incluye la capacidad de identificar y creer que tienes derecho a tus sentimientos y necesidades, y aprender a afirmarlos.
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No te culpes por el estado de la relación
Las hijas de madres narcisistas suelen tener una larga historia de autoculpación, sentir el miedo como la emoción más presente en sus vidas y tener la sensación de que son “defectuosas”. Esto es porque en sus familias narcisistas fueron muy manipuladas para sentirse así, han interiorizado estos sentimientos y ya como adultos los siguen repitiendo hasta que empiezan terapia.
Las madres narcisistas son muy buenas para arremeter o llorar cuando sus hijos expresan necesidades propias, entrenándoles para que se señalen a sí mismos cada vez que se sienten heridos, solos o enfadados por el abuso. A su vez, los hijos crecen pensando:
“Soy demasiado demandante, muy sensible, extremadamente egoísta”
Ahora que eres un adulto, es fundamental que te liberes de la culpa y reconozcas que es el comportamiento de tu familia narcisista fue muy tóxico y dañino para ti en tu infancia. Entonces no podías hacer nada, eras completamente dependiente de tus padres. Ahora tienes el poder de crear un nuevo vínculo más sano para ti y al que tienes derecho.
Si sigues dejando que tu madre narcisista te controle, manipule, culpe, ridiculice… es como tener una puerta abierta a que otras personas que se parecen a ella, lo hagan también . Si empiezas a poner límites a tus padres, te resultará más fácil hacerlo con otras personas en tu vida. Ése será el comienzo de un cambio para no seguir atrapado emocionalmente en una infancia abusiva que no te merecías.
Fuente: https://www.huffingtonpost.com
Tengo 49 años y ya no puedo más de humillaciones y manipulaciones por parte de mi madre psicópata. Aún me acuesto llorando muchos días y sufro una depresión endogena de por vida. Gracias por ayudarnos a ver la realidad y darnos herramientas. Un saludo
Hola Cris. Muchas gracias por tus palabras. Creo que lo de la “depresión endógena de por mi vida” en realidad es un diagnóstico que te invalida para salir de la situación en la que estás. Yo creo que tod@s l@s supervivientes pueden recuperarse y sanar con la terapia adecuada. Pero ésa es sólo mi opinión 🙂 Un abrazo!
Gracias, mi mamá ya cumplió 90 y apenas me di cuenta que es lo que tiene y por qué es así. Es muy deficil ahora porque vive conmigo y pues eso le afecto a mi relación con mi pareja que se fue ya no pudo más con sus insultos. Y Ami me siento que no puedo vivir mi vida.
Mi madre no es narcisista pura, tiene un trastorno histriónico, pero eso no lo hace más fácil. Y a mis 45 años ya estoy empezando a dejar de buscar su aprobación. No es fácil, pero ahí voy