La línea que separa al abusador de la víctima a veces es muy delgada. Esto es así porque los abusadores suelen verse a sí mismos de forma neurótica como víctimas de la situación. Y porque las víctimas, para evitar volver a ser abusadas, pueden llegar a tener comportamientos abusivos con otras personas.
Hay algo diferente en la forma en que las personas que han sufrido abuso/maltrato en la infancia miran el mundo. La mayoría aún se sienten atrapadas, como en su infancia. Éstas son 8 secuelas que sufren de adultos.
Averigua cuáles son los síntomas de una persona que vive con trauma. Pueden ser estables (omnipresentes), inestables (aparecerán y desaparecerán) o pueden permanecer ocultos durante décadas.
Las expectativas poco realistas están basadas en una infancia con padres demasiado demandantes que tenían estándares poco realistas para su hijo o hija. Como adultos estas personas, que han interiorizado este mensaje recibido de niños, tienden a perpetuarlas, frustrándose y haciéndose un daño innecesario.
Los/las narcisistas, psicópatas y sociópatas tienen empatía cognitiva, esto es, saben cómo se sienten los demás. Por eso son buenas manipulando. Sin embargo, no tienen empatía emocional, es decir, no son capaces de sentir lo que sienten los demás. Por eso pueden ser muy tóxicas.
La Intimidad supone crear un vínculo emocional con una persona basado en ser quiénes somos, tener claro lo que queremos y saber cuáles son nuestros límites en una relación. Cuando una relación está basado en la Intensidad, hay muchos altibajos, caos y un juego de poder. No hay un vínculo emocional real. Aunque lo parezca.
Se puede sanar de una infancia en una familia tóxica. El primer paso es reconocerlo. Aquí tienes 9 señales para saber si creciste en una familia narcisista. ¿Tu familia era así?