6 Características que te convierten en un blanco fácil para personas narcisistas

blanco fácil para personas narcisistas

Sana las partes de ti que te hacen vulnerable a la manipulación

Potencialmente, nadie está libre de acabar en una relación con una persona narcisista o abusiva. Sin embargo, hay ciertas características que te hacen especialmente vulnerable a la manipulación o el engaño, que son estrategias que las personas narcisistas o abusivas utilizan de forma sistemática. Más abajo te cuento las seis principales características que te convierten en un blanco fácil para personas narcisistas o abusivas y cómo empezar a sanarlas.

No tienes buenos límites

En familias donde al menos uno de los padres es abusivo, comportamientos como andar como pisando huevos, no destacar mucho o no pedir, han podido ayudar a mantenerte relativamente segura o al menos reducir las agresiones hacia ti. Para sobrevivir, probablemente hayas desarrollado fuertes habilidades para agradar a las personas o hayas aprendido a no hablar ni expresarte para mantener la paz.

Pete Walker, terapeuta estadounidense experto en trauma y relaciones abusivas, en su libro “PTSD Complejo: de sobrevivir a prosperar, una guía y un mapa para recuperarse del trauma infantil”, se refiere al comportamiento de agradar a las personas como la respuesta de fusión. Es una de las cuatro respuestas al trauma, siendo las otras tres las de lucha, huida y congelación.

Ser una persona complaciente te hace vulnerable al abuso narcisista, ya que estarás permitiendo que hagan contigo lo que quieran, como hablarte con faltas de respeto, utilizarte para sus propios fines, proyectar sus temas personales en ti,.. en definitiva, tratarte como a una marioneta.

Aprender a poner límites, decir que no y ser asertiva es fundamental para dejar de ser el potencial blanco de personas abusivas.

Tiendes a ver el potencial de las personas en lugar de verlas como realmente son

Centrarse en el potencial de las personas en lugar de verlas como realmente son suele suponer que te estás poniendo en el rol de salvador de la persona en lugar de interactuar de una forma más natural y espontánea. Esta tendencia a ponerte en rol del salvador es una señal de ser codependiente y por lo tanto, tener relaciones que son muy desiguales y desequilibradas.

Para un(a) narcisista, este rol del salvador es muy conveniente. Toda esa atención que le brindas es un suministro narcisista y también le permite colocarse de forma fácil en el rol de víctima, algo que las personas narcisistas encubiertas hacen con frecuencia.

El condicionamiento que has recibido por parte de tu familia de origen supone que te han entrenado para estar al servicio de los demás e ignoras tus propias necesidades. Por ello, la tendencia es a apegarse a personas no disponibles emocionalmente, inadecuadas, abusivas y/o narcisistas.

Esto lleva a la creación de un vínculo traumático o trauma bonding, imitando la dinámica de relación que tuviste con tu(s) cuidador(es) principal(es). En una relación tan desequilibrada, es fácil que termines desarrollando sentimientos de vacío, de falta de valía, de rabia y/o de resentimiento hacia la persona abusiva.

Es importante que empieces a observar a las personas con ojetividad y curiosidad, sin asumir nada de antemano y sin pretender cambiarlas en absoluto. Esto te permitirá interactuar de forma más natural y evitar caer en roles que pueden ser muy dañinos para ti.

Confías con demasiada facilidad

¿Asumes de una forma demasiado ingenua que todas las personas son como tú? ¿Crees que todas las personas se van a comportar como tú lo harías frente a una situación determinada?

Esta ingenuidad y credulidad es un agujero que la persona abusiva o narcisista puede explotar con mucha facilidad. Esto te hace fácilmente manipulable y te llevará a creer cualquier cosa que te diga la persona narcisista, ya sea acerca de ti: “No eres muy guapa”, o acerca de sí misma: “Tengo el poder de curar a las personas”. Esto crea una realidad paralela que es muy peligrosa, ya que está asentada en la visión del mundo de la persona narcisista, que suele estar muy distorsionada. Y te puede llevar a perderte, por confiar excesivamente en esta persona narcisista y/o abusiva en lugar de en ti y tu criterio.

Ten en cuenta que no todas las personas piensan o sienten como tú sino que hay mucha diversidad. Para ello, sirve la metáfora de imaginarse el mundo como si fuera una selva y en ella distintos animales. Pongamos que tú eres una tortuga y te comportas como si todos los demás animales fuesen tortugas, obviando la realidad de que también hay serpientes o tiburones.

Tienes muchas dudas

Si no tienes una clara identidad y una consciencia de quién eres, eres más vulnerable la manipulación. Cuando no tenemos claro quiénes somos, tendemos a buscar que otros nos lo digan y ahí es cunado un narcisista entra de forma fácil, ya que aprovechará este “agujero” en tu identidad para llenarlo con lo que le convenga.

Si también dudas mucho acerca de lo que crees, lo que sientes o lo que recuerdas, esto puede dar el pie a la persona narcisista o abusiva al gaslighting, que es la forma de manipulación más agresiva que hay, haciéndote dudar de tu percepción de la realidad con frases como:

  • ¿Estás segura de lo que estás diciendo?
  • Yo creo que no te acuerdas bien de esto…
  • Tu memoria está cada vez peor, menos mal que me tienes a mí…

Eres una persona muy empática

Si eres una persona muy empática, tienes mucha sensibilidad e intuición y, en general, te afecta todo lo que sucede en tu entorno. Por ello, si no tiene límites saludables y te pones con demasiada facilidad en la piel de los demás, esto es algo muy atrayente para una persona narcisista o abusiva, ya que se encuentra en el otro extremo del espectro: no tiene apenas empatía.

Si lo permites, la persona narcisista o abusiva utilizará tu empatía para cargarte con sus conversaciones, sus problemas o para utilizarte para descargar emociones como la rabia. Te explotará a nivel emocional porque estás demasiado en dar y ella demasiado en recibir.

Una cosa es que una persona de vez en cuando necesite que la escuches o la apoyes y también ella esté disponible cuando la necesitas, y otra muy distinta que te utilicen de forma sistemática para sus necesidades emocionales sin estar dispuestos a dar ni la décima parte de esto de vuelta.

La empatía es una característica personal que en sí misma no es ni buena ni mala. Se trata de cómo la utilizas y de aprender a ponerla a tu servicio en lugar de en tu contra.

Te centras en elegir una relación en lugar de elegir a una persona

Si tienes muchas ganas de tener una relación, es posible que pases por alto el verdadero carácter de una persona. Al principio de una relación, todos y todas idealizamos a la otra persona, tendiendo a ver sólo lo que nos gusta y obviando lo que no nos gusta. En el caso de una relación con una persona narcisista o abusiva, esto se acentúa, ya que utilizará estrategias como el love bombing o bombardeo de amor para asegurarse de que te engancha.

Apresurarte a tener una relación con alguien a quien apenas conoces, puede convertirse en un problema, ya que es bastante fácil entrar pero mucho más difícil salir de la relación con una persona narcisista o abusiva.

Es importante que antes de buscar o meterte en una relación, dediques tiempo a conocerte a ti y a saber lo que quieres de una relación, como el ritmo, el compromiso o tus necesidades emocionales.

Foto de Justice Amoh en Unsplash.

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