
¿Qué es la confianza?
La confianza es importante en las relaciones porque te da la oportunidad de relajarte, ser tú mismo y depender de otra persona. Te brinda la seguridad que necesitas para acudir a otra persona en busca de consuelo, seguridad, apoyo y afecto. La confianza es una parte fundamental de cualquier relación. Sin confianza, especialmente con las parejas románticas, es difícil tener una relación saludable y duradera.
Los problemas de confianza pueden manifestarse de diversas formas. Por ejemplo, una persona a la que le resulta difícil confiar, puede no creer lo que dicen los demás. Pueden sospechar sobre lo que otros quieren de ellos y pueden cuestionar las intenciones y motivaciones de otras personas. Esto hace que sea bastante difícil desarrollar una conexión íntima y cercana con otra persona.
Por qué las dificultades con la confianza pueden ser dañinas
La confianza tiene una serie de beneficios que son importantes para la salud de tus relaciones, así como para su propio bienestar emocional. La confianza te permite:
- Mostrarte vulnerable
- Ser tú misma
- Sentirte seguro en tu propio cuerpo
- Dejar de poner la atención en lo que pueda “salir mal”.
- Aumentar la cercanía y la intimidad
- Minimizar el conflicto
La confianza es importante en las relaciones porque te da la oportunidad de relajarte, ser tú mismo y depender de otra persona. Te brinda la seguridad que necesitas para acudir a otra persona en busca de consuelo, seguridad, apoyo y afecto.
Señales de que tienes dificultades con la confianza
Hay una serie de comportamientos que indican que puedes tener dificultades para confiar en los demás. Algunos de éstos son:
Tiendes a asumir lo peor sobre los demás: asumes lo peor de las personas que te rodean. Por ejemplo, cuando alguien se ofrece a ayudarte, te preguntas si espera algo de ti más adelante.
Pensamiento paranoico: Es posible que, frente a una situación de conflicto sientas que otras personas están tratando de hacerte daño o engañarte y lees señales de esto por todas partes, a pesar de que lo más probable es que sólo esté en tu imaginación.
Auto-sabotaje: Los problemas de confianza a menudo conducen al auto-sabotaje. Por ejemplo, tiendes a buscarles “peros” a personas que te gustan y que hace poco que conoces porque asumes que es mejor terminar las cosas ahora en lugar de decepcionarte más tarde, anticipando un resultado que aún no ha ocurrido.
Relaciones poco saludables: Es normal que la confianza tarde un tiempo en desarrollarse en las relaciones románticas, pero es posible que las personas sin confianza nunca experimenten este tipo de conexión íntima y duradera, lo cual les lleva a desarrollar patrones de relación poco duraderos, más en la superficie o muy breves.
Falta de perdón: cuando la confianza es un tema, es difícil, si no imposible, seguir adelante después de que ha ocurrido una traición a la confianza. Esta incapacidad para perdonar puede imposibilitarte tener relaciones auténticas y duraderas. Antes o después, todos nos equivocamos, por lo que tener la capacidad de perdonar a la otra persona es imprescindible para profundizar y avanzar en una relación.
Distancia: en muchos casos, la falta de confianza puede llevar a las personas a construir un muro entre ellas y los demás. Evitas las relaciones por completo porque le temes a sentimientos como el rechazo, el abandono o la traición.
Descartas con mucha facilidad: Tiendes a notar los defectos, debilidades o errores de otras personas en lugar de enfocarte en sus cualidades positivas, y de este modo, los descartas sin dar una oportunidad real a la relación.
Cuando la confianza interfiere en tu capacidad para formar relaciones sanas y estables, puede hacer que te sientas aislada, sola e incomprendida.
Áreas de tu vida que pueden verse afectadas
Los problemas de confianza no sólo afectan tus relaciones románticas. Pueden crear conflictos y mala comunicación en cualquier tipo de relación, ya sea con tus amigos, compañeros de trabajo o familiares.
Algunos tipos comunes de relaciones que pueden verse afectadas por problemas de confianza incluyen:
Relaciones románticas: la dificultad para confiar en tus parejas románticas puede conducir a una variedad de problemas en las relaciones, como la infidelidad, en el sentido de sufrir una infidelidad cuando no es lo deseado o perpetrarla a sabiendas de que la pareja no desea esto; una dificultad para comprometerse, donde tiendes una tendencia a tener un pie dentro de la relación y otro fuera, lo que dificulta mucho tener algo profundo, duradero y sólido; o la dificultad para pedir perdón cuando la otra persona manifiesta algo que no te ha gustado o que te ha hecho daño.
Amistades: La dificultad para confiar en los amigos puede deberse al miedo a la decepción o la traición. Haber sido decepcionado o traicionada por amigos en el pasado puede hacer que sea difícil volver a abrirte a amigos de confianza en el futuro.
Compañeros de trabajo: tener un ambiente de trabajo de confianza es importante. Las personas con dificultades para confiar en el trabajo pueden tener pensamientos paranoicos sobre las intenciones de sus compañeros de trabajo o proyectar en sus jefes los patrones de comportamiento inestables que han tenido con sus cuidadores.
¿Qué causa las dificultades con la confianza?
Las personas a menudo tienen dificultades para confiar porque han sido traicionadas en el pasado. Las experiencias vividas en la infancia, en particular, juegan un papel muy importante en la configuración de tu capacidad para confiar en las personas con las que te relacionas a lo largo de la vida.
Las dificultades con la confianza, además de la relación con tus padres, pueden provenir de otras fuentes, como:
Traición en una relación: la infidelidad es muy dolorosa y puede generar problemas de confianza en futuras relaciones. Sobre esto, conviene que reflexiones sobre la parte de responsabilidad que has tenido en la infidelidad, en forma de, por ejemplo, no haber sido clara a la hora de definir los términos de la relación; haber visto señales de incoherencia en la persona con este tema y no haberte hecho caso, haber confiado demasiado pronto en alguien a quien en realidad no conocías demasiado.
Infidelidades o traiciones entre los padres: Si de niña fuiste testigo de temas con la confianza dentro de tu familia de origen, puedes o bien temer que esto te suceda en tus relaciones amorosas de adulta y por eso las evites, o bien reproduzcas los mismos comportamientos que viste de niña entre tus padres de forma inconsciente.
Rechazo social: Haber sido rechazado por los amigos o compañeros durante la niñez o la adolescencia también puede dificultar la confianza en otras personas. Esta dificultad con la confianza puede exacerbarse cuando no has podido determinar porqué fuiste excluida. Una vez hay herida de rechazo en una persona, es muy probable que tienda a repetir comportamientos de rechazo, o bien alejando a las personas sin en realidad quererlo, o bien rechazando ella de forma prematura.
Estilos de apego: Las personas con un estilo de apego seguro tienen más capacidad para confiar en los demás y perdonar errores. Aquéllas con estilos de apego inseguros, que son el apego ansioso ambivalente, el apego evitativo y el apego desorganizado tienen más dificultades para confiar y es más probable que experimenten celos, ansiedad y patrones de inestabilidad en las relaciones.
Cómo superar las dificultades con la confianza
Si bien puede ser una tarea emocional desafiante, es posible superar las dificultades con la confianza.
Aquí tienes algunas estrategias de construcción de confianza que puedes empezar a poner en práctica si quieres:
Genera confianza lentamente: Es importante confiar en las personas lo suficiente como para permitirles entrar en tu vida y, en algunos casos, perdonarlos por sus errores. La forma más sólida de construir la confianza es con tiempo, ya que nos permite conocer a otra persona a un nivel más profundo. Si tienes demasiada prisa en confiar, o lo haces de forma intensa, es posible que necesites bajar la velocidad y tomarte la construcción de la confianza con otra persona o personas con más calma.
Habla sobre tus dificultades con la confianza: Si bien no es necesario que des todos los detalles sobre lo que te sucedió en el pasado, ser abierta acerca de qué te pasa con la confianza, puede ayudar a que los demás te comprendan mejor. Al comunicarte con la otra persona, puede ser más consciente de lo que necesitas para poder confiar en ella.
Distinguir entre la confianza y el control: Las personas con dificultades con la confianza, a menudo la sustituyen por el control. Esto puede llevar a comportamientos como demandar a tu pareja saber a cada momento dónde o quién está o tener miedo de que desaparezca de tu vista porque así no puedes saber lo que está haciendo. Esto, a la larga, no es saludable ni para ti ni para tu pareja y es muy probable que erosione el vínculo. El control es en realidad miedo, que es lo contrario a la confianza.
Si quieres confianza, da confianza: las personas con dificultades con la confianza, se vuelven ellas mismas poco confiables, muchas veces de forma inconsciente. Dar confianza no significa decirlo todo, dar mucho o abrirte muy rápido sino ser abierta acerca de tus sentimientos, opiniones, pensamientos y límites. También significa ser comprensiva cuando la persona rompe esa confianza y consideras que no es como para romper el vínculo, porque todos cometemos errores. Generar un equilibrio entre la confianza que das y la que recibes, ayudará a que la confianza crezca.
Considera la terapia: El vínculo que formas con tu terapeuta puede ser una herramienta poderosa para aprender a confiar en otras personas. Al trabajar con una profesional de la salud mental con experiencia, puedes aprender más acerca de qué te ocurre con la confianza y aprender nuevas habilidades de afrontamiento te ayuden a comenzar a construir la confianza en tus relaciones.
Aprende a confiar en ti misma: Una de las mejores maneras de practicar la confianza es confiar en ti mismo. Esto no significa que nunca debas cuestionarte a ti mismo o tus elecciones. Simplemente significa desarrollar una autoconciencia más fuerte que pueda ayudarte a guiar tus interacciones con los demás.
Practica la atención plena: esta práctica mental puede serte útil para desarrollar tu confianza. Cuando utilizas la atención plena, puedes volverte más consciente de cómo te sientes en el momento presente sin poner demasiada atención en las experiencias pasadas o preocuparte por el futuro.
Palabras finales
Las personas que han crecido en familias disfuncionales, donde no han podido confiar en al menos uno de sus cuidadores, desarrollan dificultades con la confianza de adultas. Esto es porque estas primeras experiencias funcionan como una plantilla sobre cómo creemos que son los demás y cómo nos relacionamos con el mundo. Si has tenido un padre o madre (o ambos) que ha sido agresivo, te ha mentido mucho, te ha abandonado, te ha utilizado para cubrir sus propias necesidades, te ha puesto etiquetas que en realidad no te definen, no te ha dado apoyo ni su confianza, ha tenido una falta de coherencia entre lo que decía y hacía,… es normal que tengas temas con la confianza.
No haber podido confiar en tus padres o cuidadores primarios es algo que tendrá un impacto grande en tu vida. Pero eso no significa que no puedas construir una confianza en ti misma y en tus relaciones. Se trata de ir adentro, darte de cuenta de lo que necesitas para confiar en ti y empezar a dártelo. Los vínculos con los demás son un reflejo del vínculo que tienes contigo misma. La terapia te puede ayudar a esto, ya que experimentar un vínculo donde sí puedes confiar, ser tú misma y abrirte, facilita la tarea y te va enseñando el camino sobre cómo hacerlo en la vida.
Imagen de Lina Trochez en Unsplash.
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