El Peligro que Hay en la Falsa Positividad



En la actualidad, el campo de la psicología puede parecer falso. Instagram, Facebook y otras redes sociales, libros de autoayuda, meetups sobre positividad, cursos de empoderamiento,..  sólo hablan sobre lo que llaman energía “positiva”, sobre no permitirte tener energía o pensamientos negativos, sobre rodearte sólo de personas positivas y de “buen rollo”. Si quieres hacer psicoterapia después del abuso narcisista, esto no te servirá para sanar.

A menos que vivas en una burbuja o en Marte, esto no sólo es poco realista, sino que también es una receta para no crecer o darte de cuenta de quién eres realmente, abrazar tu Verdadero Yo. Si intentas trascender o evitar experiencias emocionales difíciles o incómodas, puedes permanecer emocionalmente atrofiado. Hacer esto utilizando como “tapadera” la espiritualidad se conoce como atajo espiritual. Nos guste o no, abrazando “partes feas” de nuestra humanidad (lo que en terapia Gestalt se conoce como la sombra) es cuando se puede dar el crecimiento personal. Los sentimientos de decepción, vergüenza, irritación, resentimiento, rabia, celos, miedo, envidia,… son en realidad momentos muy claros que nos enseñan, son mensajeros que nos dicen, con una enorme claridad dónde nos enganchamos, dónde hay una herida de tu niña interior.

Las emociones son como banderas que indican una oportunidad para que aprendamos. Situaciones como el desafío, la incomodidad, el conflicto,.. dan lugar a emociones como el odio, la tristeza, la depresión o la ansiedad. Enfocados de una forma concreta,  son caminos para el crecimiento y el cambio. Podemos explorar y aceptar las partes de nosotros mismos que la sociedad, el sistema o la familia de origen nos instaron a mantener escondidas, por ser “feas”. En realidad, cualquier emoción sólo es intolerable en otros para las personas que no se las permiten a sí mismas o que las niegan. Es decir, una persona que no tolera el odio de los demás es más que probable que también sienta odio pero no se permita a sí mismo reconocerlo o aceptarlo. Para las personas que las aceptan y gestionan, las experiencias dolorosas o incómodas les permiten crecer en sus vidas, transformarse y estar mejor consigo mismas, más en paz.

La falsa positividad puede perpetuar gran parte del estigma en torno a las enfermedades mentales. Alentar a alguien que tiene depresión clínica (grave o leve) a centrarse en lo positivo, no es útil y puede hacer más daño que beneficio. Este consejo puede reforzar la sensación de que tienen la culpa de lo que les pasa, aumentando su dolor.

Las personas no acuden a terapia porque todo en su vida va de maravilla. Están atrapadas en un patrón de emociones negativas, y parece que no pueden liberarse. A veces necesitamos un tercero imparcial que nos ayude a ver de qué estamos huyendo o nos desafía a enfrentar lo que no estamos dispuestos a sentir. Los amigos y seres queridos no pueden hacerlo porque serían demasiado subjetivos. Hacer este trabajo  no es fácil pero  puede llevar a un cambio duradero. Si estás buscando psicoterapia después del abuso narcisista, has de saber que una buena psicoterapeuta sabe recoger y aceptar todas las emociones de una persona a la que acompaña, devolviéndole, a través del mirroring, una visión más realista y más completa de sí misma.

En realidad, no hay nada que HACER nada con estas emociones. Simplemente es necesario reconocer estos sentimientos, SENTIR la tristeza, el resentimiento o los celos sin intentar cambiar la experiencia. Debemos permitirnos desarrollarnos, ser testigos de emociones que inundan nuestro sistema, respirar en los lugares de nuestros cuerpos donde estamos atrapadas. Si hacemos esto, experimentamos un ablandamiento (entendido como abrazar la ternura en lugar de estar en la dureza) cuando dejamos espacio para todas las emociones, no solo aquéllas que son agradables.

Si podemos permitirnos que el espacio y la aceptación sean más amplios, experimentaremos la vida al máximo. Estar vivo significa aceptar las dos polaridades que todos tenemos: no hay luz sin oscuridad, no hay alegría sin tristeza, no hay placer sin dolor. Si escapamos de ciertas emociones manteniéndonos ocupados, expresando falsos positivos o abusando de sustancias que alteran el estado de ánimo, estamos eliminando la mitad de nuestra existencia. Cuando nos detenemos y honramos las emociones difíciles, tenemos la oportunidad de vivir plenamente e integrar todas las partes de nosotros mismos. Estos sentimientos nos atormentarán hasta que dejemos de huir de ellos y de la verdad de quiénes somos en realidad.

La próxima vez que sientas rabia, miedo o tristeza, te invito a hacer una pausa, quedarte quieta y en silencio y dejarte sentir esa emoción. Observa la sensación en tu cuerpo y respira profundamente en ese espacio. Si quieres, puedes colocar una mano en la parte del cuerpo en la que sientas esa emoción, como el pecho, el estómago o la garganta. Es displacentero atravesar esto, pero una vez lo haces, te invade un enorme bienestar.

También es importante que te responsabilices de tus emociones y sentimientos. Nadie puede hacer sentir a nadie de una manera particular. Puede parecer que alguien más nos está provocando, pero la fuente de incomodidad está siempre dentro. Culpar de tu enfado o resentimiento a otra persona es una manera muy fácil de evitar el trabajo interno y de no responsabilizarte de tus emociones y, por extensión, de tu propia vida.

El camino de la individuación lleva a la integración total de todas las facetas del yo, de tu Yo Verdadero: bueno, malo, feo y regular. Sólo son etiquetas, en realidad no significan nada.

No te desanimes por los momentos difíciles y las emociones displacenteras, y no los alejes ni disminuyas tu experiencia propia o la de otra persona fomentando la falsa positividad. Descubrir y comprender cuál es tu Yo Verdadero es un viaje de por vida que exige el rechazo de las actitudes convencionales y la máscara de la positividad. June Singer, psicóloga estadounidense, lo expresó de esta manera:

Es fácil decir “Sé tú misma”, pero otra cosa es saber quién eres realmente. ¿Cómo puedes ser tú misma si en realidad no te conoces? Por lo tanto, el proceso de individuación se convierte en una búsqueda del autoconocimiento.

Fuente: https://humanparts.medium.com

Si quieres empezar psicoterapia después del abuso narcisista, uno de los primeros pasos es aceptar todas tus emociones, que están ahí para algo, no sólo las “positivas”.

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