Cómo ser Asertiva y Poner Límites



“Poner límites es una forma avanzada de asertividad. Entraña riesgos y supone tomar una posición sobre quién eres, lo que estás dispuesta o no a hacer y cómo quieres ser tratada y respetada en tus relaciones. Requiere tomar consciencia primero de tus valores, sentimientos y necesidades, así como práctica en hacer afirmaciones que empiecen con “Yo” sobre ellos. “How to Speak Your Mind – Become Assertive and Set Limits”, Darlene Lancer.

Porqué la Asertividad es difícil

Aprender a ser asertivo requiere autoconocimiento y práctica. Muchas veces, debido a vergüenza tóxica y una baja autoestima algunas personas, los codependientes en especial, encuentran esto difícil porque:

  1. No saben lo que necesitan o sienten.
  2. Cuando lo saben, no valoran sus necesidades, sentimientos y deseos y ponen las necesidades y sentimientos de los otros por delante. Sienten ansiedad o culpa cuando piden lo que quieren o lo que necesitan.
  3. Creen que no tienen derechos.
  4. Tienen miedo de que esa persona se enfade con ellos y/o les juzgue (por ejemplo, que les llamen egoístas).
  5. Tienen vergüenza de sentirse vulnerables, mostrar sentimientos, o decir lo que quieren o necesitan.
  6. Tienen miedo de perder el amor, la amistad o la aprobación de alguien.
  7. No quieren ser una carga.

En lugar de ser asertivos, los codependientes se comunican de forma disfuncional, tal y como lo han aprendido de la interacción con sus padres, muchas veces siendo pasivos, quejándose,  siendo agresivos o críticos o echando la culpa. Si te quejas, atacas, culpas o criticas a alguien, esa persona actuará de forma defensiva o se comportará de la misma manera en la que lo estás haciendo tú. A la asertividad se llega con práctica.

Porqué a veces no Funcionan los Límites

Has comunicado tus límites repetidamente de forma asertiva y no está funcionando. Esto puede ser porque:

  1. Tu tono no es firme o echa la culpa o es crítico.
  2. No hay consecuencias por la violación de tu límite.
  3. Te echas atrás cuando te retan con la razón, con rabia, con amenazas, llamándote cosas, con el tratamiento de silencio o con respuestas como:
  • ¿Quién te crees que eres diciéndome lo que tengo que hacer?
  • Eres un(a) egoísta
  • Deja de controlarme
  1. Amenazas con hacer cosas que causan demasiado miedo o que son poco realistas de llevar a cabo, como “Si haces eso otra vez, me voy”.
  2. No aprecias suficientemente la importancia de tus necesidades y valores.
  3. No ejercitas las consecuencias de forma constante cada vez que esa persona viola tu límite.
  4. Te echas atrás porque simpatizas con el dolor de la otra persona y pones sus sentimientos y necesidades por encima de los tuyos.
  5. Insistes en que sea la otra persona la que cambie. Las consecuencias no son para castigar a alguien o para que otra persona cambie, sino que requieren que seas tú el/la que cambie su comportamiento.
  6. No tienes un sistema de apoyo que refuerce tu nuevo comportamiento.
  7. Tus palabras y tus acciones son contradictorias. Las acciones hablan más alto. Las acciones que finalmente premian a alguien por violar tu límite prueban que no eres seria. Éstos son algunos ejemplos:
  • Decirle a tu vecino que no se pase sin llamar antes, y después dejarle entrar en tu apartamento cuando se presenta sin avisar.
  • Decirle a tu ex pareja que no te contacte y después escribirle o verle.
  • Decirle a alguien que no te llame después de las 9 pm y aún así coger el teléfono después de esa hora.

Cosas que puedes hacer para ganar en Asertividad

Reflexiona sobre:

  1. ¿Qué comportamientos específicos en los que has participado o permitido violan tus valores o comprometen tus necesidades y deseos?
  2. ¿Cómo te afecta eso a ti y a tus relaciones?
  3. ¿Estás dispuesta a arriesgarte y esforzarte para mantener tus límites? Puede ser que pierdas a gente en este proceso (amigas, pareja,..)
  4. ¿Cuáles son los derechos que crees que tienes?
  5. ¿Cuáles son las consecuencias con las que puedes vivir? Intenta mantener lo que dices y no hacer nunca amenazas que no puedas mantener. Recuerda que todo el esfuerzo no habrá servido si no mantienes el límite y las consecuencias por violarlo.
  6. Cómo vas a llevar la reacción de la otra persona.

Recuerda que ser asertivo y poner límites es un proceso que lleva tiempo y práctica. Al principio seguramente sentirás miedo y/o culpa por poner un límite. No los rehúyas, sostén ese miedo y/o esa culpa, verás cómo con cada límite que pongas, éstos cada vez estarán menos presentes hasta que desaparezcan por completo. No poner límites y aceptar todo lo que te hacen otros es no quererte a ti mismo.

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