
En qué consiste la negligencia emocional
Los narcisistas a menudo cultivan la idea de que son padres perfectos, pero la negligencia es común en las familias narcisistas. La negligencia se trata de un abandono emocional, donde lo que hay es una ausencia de cuidados básicos, a nivel físico y/o emocional. Los padres narcisistas no asumen sus responsabilidades como padres y normalmente culpan a los niños o niegan o justifican su comportamiento.
La negligencia es un tipo de abuso narcisista pasivo, diferente al activo, donde los padres narcisistas explotan, intimidan y aterrorizan a sus hijos con su necesidad excesiva, demandas egoístas, hipersensibilidad, expectativas poco realistas, invalidación constante o rabia con la que castigan. La negligencia es la ausencia de apoyo y, por lo tanto, puede ser difícil de identificar, incluso y especialmente para la persona desatendida, en particular un niño.
Child Welfare Information Gateway identifica el abandono como la forma más común de abuso infantil y cita datos que muestran que los niños descuidados crónicamente tienen “deficiencias cognitivas y académicas” y “retraimiento social severo”. Define cuatro tipos principales de negligencia:
- Descuido físico: falta de satisfacción de las necesidades básicas de supervivencia de una niña en cuanto a alimentación, vestimenta, higiene y vivienda. También la falta de supervisión y de condiciones seguras.
- Negligencia médica: incumplimiento de las necesidades de atención médica de una niña, como llevarla al dentista cuando tiene dolor de muelas.
- Descuido educativo: fallo en asegurar que un niño reciba una educación adecuada: no dejarle ir al colegio o la universidad, no involucrarse en su educación,…
- Negligencia emocional: no proporcionar al niño atención, afecto, compromiso,…
La deuda emocional que generan los padres narcisistas
La negligencia es bastante difícil de soportar para cualquier niño, pero en la familia narcisista a menudo se ve exacerbado por los mensajes de padres narcisistas de que son perfectos y que sus hijos son afortunados de lo que se les ofrece.
Las madres narcisistas ven las relaciones humanas como una transacción, un intercambio de intereses. Y esto es algo que se aplica también a la relación con sus hijos. Por ello, desde muy niños recibirán el mensaje directo o indirecto de “Tú me debes” por haberles dado la vida, tenerlos bajo su techo,… Y esto se convertirá en una anulación de sus necesidades para dar una absoluta prioridad a la de sus padres.
Los niños aprenden rápidamente a depender del padre más receptivo para satisfacer sus necesidades diarias y mostrar gratitud incluso por los gestos más básicos. Algunos se adaptan convirtiéndose en súper niños altamente capaces que se comportan como adultos responsables que intentan compensar las carencias familiares.
La mayoría de los niños deben negar la realidad y/o culparse a sí mismos en lugar de enfrentarse al hecho de que la atención que reciben es deficiente.
Las hijas de madres narcisistas aprenden a no necesitar
Los niños de familias narcisistas aprenden pronto a no necesitar. A estos niños se les enseña a través de palabras y hechos que las necesidades de sus padres tienen prioridad y las suyas no importan ni son tenidas en cuenta, con lo que aprenden a anularlas. Y esto es algo que llevan hasta la edad adulta, anteponiendo sus necesidades frente a las de otras personas: familiares, amigos, jefes y, en especial, parejas.
Esta forma de vivir tan poco saludable lleva a desarrollar una serie de síntomas, como:
- Dificultad para confiar en otras personas o confiar de más demasiado pronto
- Autoaislamiento, dificultad para socializar y conectar con otras personas
- Depresión y/o ansiedad
- Baja autoestima, que puede llevar a tener relaciones de maltrato, bullying, mobbing,…
- Ser personas pasivo-agresivas o con ataques muy intensos de rabia
- Hipervigilancia: estar siempre alerta, pensando que hay potenciales amenazas por todas partes
- Auto-sabotaje
- Rigidez
- Confusión con los límites y/o dificultad para ponerlos
- Perfeccionismo como compensación a la baja autoestima
- Cuidado excesivo de los demás
- Una necesidad desmesurada de gradar a los demás
- Reactividad emocional: una gestión pobre de las emociones
- Abuso de sustancias o comportamientos obsesivo-compulsivos hacia el sexo, el juego, las compras, el trabajo,…
- Utilizar con frecuencia el mecanismo de defensa de la disociación para no estar presentes
- Autolesiones
- Asunción de riesgos extremos para “sentir” algo
Cómo empezar a reparar la negligencia emocional
Para reparar la negligencia emocional puedes empezar por los siguientes pasos:
- Darte cuenta de que tienes necesidades emocionales y el derecho a cubrirlas.
- Poner conciencia en cuáles son tus necesidades emocionales, ejemplos de esto pueden ser:
- Necesitar contacto físico como besos, abrazos, caricias, masajes,…
- Necesitar que te escuchen
- Necesitar que te tengan en cuenta
- Necesitar que te den un espacio
- Necesitar que se respeten tus límites
- Necesitar que te comprendan
- Responsabilizarte de cubrir esas necesidades para contigo misma o pidiéndoles a los demás.
- Aprender a pedir las necesidades que quieres que cubran los demás.
- Darte cuenta de cuándo y cómo priorizas las necesidades de los demás frente a las tuyas y qué es lo que consigues tú a cambio de esto.
- Respetar y aceptar cuando otra persona a la que se lo has pedido no quiere o no está dispuesta a cubrir tu necesidad.
- Para identificar tus necesidades, puedes dedicar unos minutos al día a sentarte tranquila en un sitio, cerrar los ojos, entrar en contacto contigo misma y hacerte la pregunta: ¿Qué necesito?
Aceptar y aprender a cubrir tus necesidades emocionales lleva un cierto tiempo y la necesidad de paciencia si has sido criado por padres narcisistas. Buscar una terapeuta que te acompañe en esto puede ser de mucha utilidad para ti.
Imagen de Andriyko Podilnyk en Unsplash
GRACIAS 😭💗
De nada, Belén 😉