
Cómo se genera el Estrés Crónico
Como animales mamíferos que somos los seres humanos, nuestro cuerpo está preparado para reaccionar frente al estrés de manera que lo proteja contra las amenazas exteriores. Antes, las amenazas consistían en un animal salvaje o un fenómeno atmosférico. Tales amenazas ya no existen hoy en día. Es decir, el peligro que no es que nos persiga un león, pero eso no significa que la vida esté libre de estrés. Hoy en día, las amenazas consisten en situaciones como el plazo para entregar un informe, una discusión con nuestra pareja o las facturas a pagar cada mes.
El sistema nervioso de nuestro cuerpo está compuesto por el sistema simpático, que es el que se encarga de la activación del cuerpo, y el sistema parasimpático, que es el que se encarga del reposo. Cuando una persona está sana, hay un equilibrio entre ambos.
Pongamos que te encuentras frente a una amenaza percibida, como un perro grande que te ladra durante tu caminata matutina. Esta situación activa el sistema simpático, el sistema de alarma de tu cuerpo. Mediante una combinación de señales nerviosas y hormonales, este sistema impulsa las glándulas suprarrenales, ubicadas encima de los riñones, para liberar una oleada de hormonas, incluidas la adrenalina y el cortisol.
La adrenalina aumenta el ritmo cardíaco, eleva la presión arterial y aumenta los suministros de energía. El cortisol, la principal hormona del estrés, aumenta los azúcares (glucosa) en el torrente sanguíneo, aumenta el uso de glucosa en el cerebro y aumenta la disponibilidad de sustancias que reparan los tejidos. El cortisol altera las respuestas del sistema inmunitario y suprime el sistema digestivo, el sistema reproductivo y los procesos de crecimiento. Este complejo sistema de alarma natural también se comunica con las regiones del cerebro que controlan el estado de ánimo, la motivación y el miedo.
El sistema de respuesta al estrés del cuerpo suele ser auto-limitado. Esto es, una vez que ha pasado una amenaza percibida, los niveles hormonales vuelven a la normalidad. A medida que disminuyen los niveles de adrenalina y cortisol, la frecuencia cardíaca y la presión arterial vuelven a los niveles normales, y otros sistemas reanudan sus actividades regulares.
Esto es, el sistema de alarma está diseñado para activarse frente a determinadas situaciones y, una vez, pasadas esas circunstancias, volver al estado de reposo. El problema llega cuando este estado se cronifica en el cuerpo en lugar de ser algo puntual. Esto es lo que se conoce como el síndrome de burnout. Cuando el cuerpo permanece durante demasiado tiempo con el sistema de alarma activado, se convierte en una situación que no es natural ni sostenible.
El problema llega cuando este estado se cronifica en el cuerpo en lugar de ser algo puntual. Esto es lo que se conoce como el síndrome de burnout
Cómo el Abuso en la Infancia interviene en el Estrés del Adulto
Haber sido abusado por un padre o madre narcisista y/o, ya como adulto, por una persona con Trastorno Narcisista de la Personalidad, como una pareja, amigo, jefa, compañero de piso,.. mantiene el cuerpo en un estado casi permanente de congelación, lucha o huida (las respuestas biológicas de la emoción del miedo). Esto obliga a las glándulas suprarrenales a bombear cortisol a niveles muy altos. Esto, con el tiempo, hace que las glándulas suprarrenales se sobrecarguen hasta el punto de que simplemente no puedan seguir el ritmo. Cuando esto sucede, la capacidad para tolerar el estrés se reduce severamente. Esto hace que experimentes fatiga y agotamiento.
Si estás en una fase de recuperación del abuso narcisista o has tenido una infancia con un(a) narcisista o estás en una relación de pareja, amistad, trabajo,… con uno, no te tomará mucho tiempo darte cuenta de que te sientes cansado todo el tiempo. Tus músculos suelen estar rígidos, te duelen las articulaciones. Hay una falta general de energía y vitalidad. Tienes el síndrome del burn-out.
Esto te pone en mayor riesgo de muchos problemas de salud, que pueden incluir incluyen:
- Ansiedad
- Depresión
- Problemas digestivos
- Dolores de cabeza
- Problemas para dormir
- Aumento de peso
- Deterioro de la concentración
- Fibromialgia
- Apatía y/o anhedonia
- Agarrotamiento y/o rigidez en el cuerpo
Aprender a gestionar el Estrés de manera Saludable
Si quieres saber cómo recuperarte del abuso narcisista y te sientes identificada con lo que se ha descrito más arriba, ya te habrás dado cuenta de que el tema del estrés no es algo que puedas ignorar ni tomarte a la ligera.
Por eso, te doy algunos consejos para para equilibrar tu sistema nervioso:
- Practica yoga y meditación.
- Pasa tiempo en la naturaleza.
- Evita situaciones que son drenantes de energía para ti, como los lugares llenos de gente o personas que te agoten.
- No dejes entrar en tu vida a personas que generan situaciones de tensión con mucha facilidad.
- Dedica tiempo a hacer cosas que disfrutes, que te recarguen las pilas, como pasear, cuidar de tus plantas, pasar tiempo con tu mascota,… Cualquier actividad que sea restaurativa para ti.
- No comas demasiados dulces o carbohidratos, ya que pueden aumentar demasiado tus niveles de azúcar en la sangre. Si no puedes evitarlos por completo, intenta reducirlos.
- Come alimentos con ácidos grasos Omega-3. Manejan la inflamación y reducen los altos niveles de producción de cortisol.
- Dedica tiempo a dormir, al menos 8 horas de descanso al día. Si lo necesitas, haz una siesta también.
- Sé paciente. Recuperarse del abuso narcisista lleva tiempo. La curación de las glándulas suprarrenales puede llevar de seis meses a dos años.
- Haz la afirmación: “Puedo relajarme en mi cuerpo siempre que quiera”.
- Evita los ambientes laborales estresantes.
Fuente: https://kimsaeed.com
Imagen de Kinga Cichewicz en Unsplash.
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