
-
No sueles obtener lo que Quieres a menos que sea por casualidad
No saber lo que sientes hace que sea difícil saber lo que quieres. Eso es porque “querer” es un sentimiento, no un pensamiento. Hay personas muy talentosas y capaces que van a la deriva en sus vidas, tomando decisiones que no son del todo adecuadas para ellas, o que van a donde les lleve la marea. A veces obtienen lo que quieren, pero a menudo es una cuestión de suerte, no de elección.
-
No te conoces a ti Mismo
Cuando estás desconectado de tus propios sentimientos, estás bloqueado de la parte más profundamente personal de lo que eres. Probablemente seas bueno percibiendo y cuidando a otras personas, pero no te prestas atención a ti mismo.
De hecho, sigues reprimiendo tu verdadero yo exactamente de la misma manera en que tus padres, tal vez sin intención, te aplastaron cuando eras niño. Tienes heridas y triunfos, pérdidas y logros, dolores y amor, ira y placer, tristeza y alegría, todo dentro de ti. Si empiezas a escuchar, aprenderás quién eres en realidad.
-
Ocultas tu Luz
Otras personas vislumbran tu luz, aunque probablemente no tengas idea de que la tienes. Lo has visto en el pasado, cuando te has sorprendido haciendo algo que creías imposible de hacer, te enfrentabas a un miedo, sentías una conexión con alguien importante para ti o te sentías vulnerable de una manera valiente. Si piensas sobre esto, lo recordarás.
Tu luz es especial porque tú eres única. Es un producto de tus genes, tus emociones y tus experiencias de vida. Otras personas lo ven, aunque lo ocultes. Poniéndote al margen o tratando de permanecer invisible, evitando conflictos o teniendo miedo de “sacudir el avispero”. Todas ellas son formas de ocultar tu luz.
Tristemente, a medida que mantienes tu luz silenciada, estás retrasando ser tu verdadero yo. Lo que sientes “seguro” (tu zona de confort) es en realidad “oscuro” (no es tu verdadero yo, es el ego que has adoptado, lo que te has dicho que eres, pero en realidad no eres eso, eres mucho más).
La causa de todas estas luchas es simple: tus padres/cuidadores no respondieron lo suficiente a tus emociones en tu infancia. Esto es justo lo que puedes hacer de adulto para cambiarlo.
Puedes comenzar de inmediato simplemente prestando atención a tus sentimientos.
Tómate el tiempo para darte cuenta de cuándo sientes algo, aprende a nombrar lo que sientes y comienza a utilizar tus sentimientos para guiarte en tu vida.
Cuando haces el trabajo, puedes cosechar las recompensas. Gradualmente comenzarás a conocerte a ti misma, a obtener lo que deseas y a dejar que tu luz brille al fin ?
Para saber si has crecido con abandono emocional, puedes hacer este test de la web de Jonice Webb, terapeuta especialista en abandono emocional.
Muy interesante, respondería si a la mayoría del test. Siempre tuve la sensación de no saber lo q quería, aparte de una absoluta represión de cualquier emoción, siempre hice como si fuesen malas. Mi madre me aplastó totalmente, seguramente sin querer.