Consecuencias y efectos del contacto cero con tu familia narcisista

Muchos adultos de familias narcisistas/disfuncionales al llegar a la edad adulta eligen tener poco contacto o contacto cero con su familia narcisista de origen.

En este artículo analizamos los pros y contras del contacto cero con la familia narcisista de origen.

¿Qué significa tener contacto cero?

El contacto cero significa no tener comunicación o interacción de ningún tipo con la familia narcisista/disfuncional de origen.

A veces, los supervivientes optan por separarse sólo de una parte de su familia, lo que significa que pueden optar, por ejemplo, por no tener contacto con uno de sus padres, pero sí con el otro o no tener contacto con los padres pero sí con los hermanos.

También puede consistir en mantener un contacto muy mínimo, como las felicitaciones por los cumpleaños o las reuniones por navidad, pero nada más.

Algunas supervivientes optan por hacerlo durante un tiempo y otras lo hacen la intención de no tener contacto nunca más.

Hay muchas razones por las que las supervivientes eligen no tener contacto con su familia narcisista de origen:

  • Abuso emocional y/o psicológico
  • Faltas de respeto
  • Abuso de sustancias
  • Negarse a disculparse
  • Comportamiento autoritario y destructivo
  • Tener favoritos con hermanos adultos
  • Ignorar tus límites
  • Criticar, menospreciar o ridiculizar conductas

Los pros y los contras del contacto cero

El contacto cero trae muchos beneficios, como tranquilidad y paz interior, pero también tiene desventajas, como sentirte solo o culpable. Es importante valorar los pros y los contras, así podrás tomar la decisión que mejor se adecúe a tus necesidades.

El beneficio de poner fin a una relación tóxica es que es liberador y es posible que sientas euforia. Puedes reconstruir tu vida y rodearte de personas con las que tener relaciones de amor, respeto y crecimiento.

Las ventajas también pueden incluir lo siguiente:

  • Tranquilidad
  • Menos estrés y angustia
  • Sentirte libre
  • Respeto hacia ti misma
  • Tu confianza en ti misma aumenta
  • Sientes una sensación de poder y autosuficiencia

Cuando se habla de las desventajas del contacto cero, es vital tener en cuenta que puede sumirte en una sensación de profunda soledad que es necesario afrontar.

Además, el contacto cero puede tener los siguientes efectos:

  • Sentir rechazo por otras personas cuando cuentas que no te hablas con tu familia de origen
  • Sentir mucho vacío y soledad
  • Sentir abandono y falta de pertenencia
  • Aceptar que vas a seguir siendo el objeto de burlas y faltas de respeto por tu familia narcisista, aunque ya no los veas más
  • Si decides dar el paso, es posible que se vuelva irreversible, ya que si más tarde quieres volver a contactar, es posible que tu familia narcisista te niegue ese contacto como represalia por tu comportamiento

Podrías ser criticada y/o difamada

Cuando decides hacer contacto cero es posible que recibas críticas o juicios por parte de quienes no entienden tu situación. La familia está impregnada del mito de que ha de ser una relación de amor, y cuando esto no sucede, es fácil recibir el rechazo de otras personas que no aprueban tu decisión.

Tu familia narcisista es posible que guarde silencio acerca de tu no contacto. Pero también es posible que lo comenten, dando difusión a una versión distorsionada de las cosas, una narrativa donde tú eres la mala y ellos, los buenos, victimizándose por el contacto cero.

Lo que necesitas entender sobre el contacto cero

Si decides tener contacto cero con tu familia narcisista, debes estar preparado para las consecuencias.

Seguramente, has pasado muchos años de abuso emocional que te ha causado mucho daño, y puede que te lleve años recuperarte por completo. El contacto cero no es una solución rápida, aunque sentirás un enorme alivio debido a tu nuevo empoderamiento y libertad.

Sin embargo, el proceso de duelo comenzará una vez que afrontes la realidad de la situación. Llorarás tu infancia y el amor, validación y aceptación que no recibiste de tu familia narcisista. Y también es necesario hacer el duelo del vínculo de adulto con tu familia, sea como sea éste.

Es muy posible que durante este proceso, dudes de tu decisión y la cuestiones. Tener contacto cero puede crear un conflicto interno que es importante que tengas en cuenta y trabajes en terapia, si decides tener acompañamiento en esta situación vital tan retadora.

El contacto cero también puede traer el fin a una relación de abuso y maltrato, con lo que sentirás mucho alivio y bienestar. Te permitirá dejar de tener relación con personas que no te hacen bien, aunque sean de tu familia. Esto te permitirá crear espacio para vínculos más nutrientes y sanos para para ti, como con amigos o la familia que tú decidas crear.

No tienes porqué tener contacto cero con toda tu familia narcisista

En la mayor parte de los casos, las cosas no son tan blanco/negro sino que es posible que tengas un buen trato con algunos miembros de tu familia de origen con los que quieras mantener el contacto. Esto es algo muy personal y cada persona ha de decidir con quiénes y de qué manera quiere mantener ese contacto, que puede ser más o menos cercano.

Si ése es tu caso, es importante que tengas en cuenta que mantener el contacto con algunos miembros también tiene sus pros y contras. La mayor desventaja es que es posible que estos miembros pasen información sobre ti a los miembros con los que tienes contacto cero, por lo que es importante que dejes claro los límites y lo que necesitas de ese vínculo, si tienes la confianza para transmitirlo. La mayor ventaja es que mantener el contacto con algunos miembros de tu familia narcisista, te hará sentir más arraigada, más conectada y menos sola, ya que estas personas, aunque no sean los lazos principales como primos, tíos, abuelos,… pertenecen a tu sistema familiar de origen, al grupo primario al que has venido al mundo.

Conclusiones finales

Establecer y mantener el contacto cero es una decisión que es mejor no tomar a la ligera, ya que va a tener consecuencias importantes en tu vida.  

Si decides establecer el contacto cero, es importante que tengas vínculo con personas que no te juzguen y te ofrezcan su apoyo. También es importante buscar acompañamiento profesional, a ser posible de una terapeuta que sepa sobre narcisismo, para tener apoyo durante esta etapa.

Imagen de Laura Rivera en Unsplash.

5 Comportamientos contradictorios que exhiben las hijas adultas de padres narcisistas

Los hijos adultos de padres narcisistas han tenido un padre o madre o ambos que carecían de empatía, mostraban un excesivo sentido del derecho y explotaban de diferentes maneras a sus hijos. Como resultado, es común que los hijos de narcisistas participen en los siguientes cinco comportamientos contradictorios en la edad adulta.

1. Necesitar mucho tiempo a solas y, al mismo tiempo, rodearte de personas tóxicas para llenar ese vacío

La razón por la que los hijos adultos de narcisistas suelen necesitar más tiempo a solas en la edad adulta es porque fueron privados de opciones y capacidad de acción en la infancia. Fueron parentificados, lo que significa que se los obligó a asumir roles y responsabilidades de adultos en una edad demasiado temprana. Es por esto que puedes saborear tu tiempo a solas en lo que parece ser un nivel extremo para los demás, pero que es completamente comprensible dado lo que has pasado. A menudo se necesita tiempo y espacio adicional para recuperarse de los traumas de la infancia y experimentar la inocencia y la paz de una infancia que nunca se ha llegado a experimentar.

Al mismo tiempo, a los hijos adultos de narcisistas no se les proporcionó un entorno seguro y de validación para fomentar su desarrollo. Sus necesidades emocionales no fueron satisfechas y, como resultado, pueden luchar contra una sensación crónica de vacío. Esto significa que, aunque disfrutan mucho de su tiempo a solas, los hijos adultos de narcisistas son vulnerables a rodearse de personas tóxicas para llenar ese vacío, como amigos, parientes, parejas y colegas poco empáticos que se parecen a sus padres narcisistas.

2. Ser muy independiente y buscar un salvador al mismo tiempo

Como hija de un narcisista, lo más probable es que hayas crecido teniendo que arreglártelas sola y sin pedir nada a tus padres narcisistas, que no estaban emocionalmente disponibles. Como adulta, esta autosuficiencia e hiperindependencia pueden haberte servido de muchas maneras en tu éxito o en áreas en las que tener un sentido de independencia es beneficioso y necesario.

Sin embargo, muchos hijas adultas de narcisistas y aquéllas que han experimentado traumas complejos también tienden a buscar un salvador a lo largo de sus vidas, generalmente una pareja romántica. A nivel subconsciente buscan a alguien que finalmente las cuide de la forma en la que no pudieron ser cuidadas cuando eran niñas. Y que las quiera de una forma incondicional, que también fue algo no vivido. El problema es que la búsqueda de algo tan perfecto y poco realista, abre la puerta a relaciones que suelen terminar siendo abusivas, donde de hecho se suele repetir lo ocurrido en la infancia.

3. Recrear tu infancia en un esfuerzo inconsciente por resolverla, incluso mientras intentas evitar activamente a personas como tus padres narcisistas

Es posible que, sin saberlo, te sientas “atrapado” en relaciones con personas narcisistas y psicópatas porque tu sistema nervioso está acostumbrado a la falta de seguridad. Cuando los niños crecen en entornos caóticos e inseguros, su sistema nervioso se ve afectado y esto es algo que se prolonga hasta la edad adulta. Como resultado, es posible que te sientas atrapado en un ciclo de repetición del trauma original con amigos o parejas que se parecen a tus cuidadores en la infancia con la esperanza de que esta vez la historia termine de manera diferente, con el hijo adulto de un narcisista sintiéndose realmente querido.

Cabe señalar que cualquier persona puede ser víctima de un narcisista o psicópata, independientemente de su historial de trauma infantil. Sin embargo, a los hijos adultos de narcisistas les puede resultar más difícil liberarse de este tipo de relaciones porque los vínculos traumáticos que se forman con los narcisistas en la edad adulta son repeticiones los vínculos traumáticos preexistentes que los hijos de narcisistas han tenido que desarrollar con sus padres en un esfuerzo por sobrevivir.

4. Tener una vena perfeccionista y una necesidad de control, pero tener poca noción sobre el sentido de una mismo y la seguridad en el mundo

Las hijas adultas de narcisistas, así como las hijas de padres controladores en general, desarrollan una relación estrecha con el control y el perfeccionismo. Tienen miedo a perder el control porque han sido controladas desde que nacieron. Sus padres las han controlado férreamente y han ido movido las metas a alcanzar para asegurarse de que sus hijas siempre intentaran esforzarse por obtener una validación que difícilmente obtendrían. Frases como “Lo estás haciendo muy bien” o “Estoy orgulloso de ti” son muy anheladas pero raramente o nunca pronunciadas.

Como resultado, muchas hijas adultas de narcisistas desarrollan tendencias perfeccionistas y dudas sobre sí mismas, convirtiéndose en personas que a pesar de que en muchos casos, alcanzan el éxito, suelen una sensación de síndrome del impostor debido al acoso que sufrieron. No se sienten merecedoras de ese éxito y sienten que en cualquier momento van a ser “descubiertas” y todo lo que han construido va a desaparecer.

En otros casos, las dudas sobre sí mismas son tan rampantes y paralizantes, que no aspiran a gran cosa o tienen mucho miedo de moverse de su zona de confort, donde sólo sobreviven. Es posible que teman volverse “demasiado visibles” volviéndose un blanco de ataque de los demás, por eso prefieren mantener un perfil bajo y “no hacer ruido”.

En todos los casos, necesitan una sensación de control sobre su entorno para sentirse verdaderamente “seguras”. Esto es un intento compensatorio de conseguir fuera de ellas, en el exterior, lo que no pueden conseguir dentro de ellas, en su propio cuerpo y sistema nervioso, que está alterado y en hipervigilancia desde la infancia. Como resultado, evitan oportunidades en las que podrían perder el control, ya sean oportunidades laborales, o para mostrarse a sí mismas y sus talentos, o amistades y relaciones que requieren de de vulnerabilidad e intimidad.

La clave está en establecer seguridad interna a través de la regulación emocional y sanar sus traumas para poder escoger a personas y entornos seguros en la edad adulta, aprender a poner límites cuando es necesario, y darse la oportunidad de crecer como personas en cualquier ámbito para vivir una vida plena y satisfactoria.

5. Privarse y no sentirse merecedoras de cosas buenas, a pesar de que sus padres narcisistas esperaban que fueran las mejores

En las vivencias de los hijos adultos de padres o madres narcisistas ha habido un condicionamiento a no esperar respeto o amabilidad básica de sus padres; también a esperar un castigo por exhibir cosas tan naturales como alegría u orgullo. Sin embargo, también se esperaba de ellas un comportamiento impecable para mantener una imagen buena de la familia:modales excelentes, sacar buenas notas, no dar problemas de ningún tipo, obedecer a todas las normas, etc. Como resultado de esto, es probable desarrollar una mentalidad de “autoprivación”, sintiendo que no son merecedores de cosas buenas y positivas en sus vidas.  

Como adulto, puede resultar útil establecer una mentalidad de abundancia. Puedes pensar en todas las experiencias positivas de las que te privaron en la niñez como una “herencia” que deberías haber recibido pero que nunca recibiste. Como adulto, le debes a tu niño interior y a tu yo adulto brindarte todas esas experiencias positivas y satisfactorias que la vida tiene para ofrecerte. Puedes cambiar los esquemas y repaternarte y rematernarte para esperar cosas buenas. No sientas que tienes que “ganarte” buenas experiencias como lo hiciste en la infancia. Puedes participar en “juegos seguros” en la edad adulta para recuperar el sentido de inocencia que deberías haber tenido. Merecías seguridad y paz. Eres más que digno de toda la felicidad y abundancia que la vida tiene para ofrecer. Siempre fuiste suficiente y merecedor.

Conclusiones finales

Si eres hija adulta de un padre narcisista o has tenido una relación con una pareja narcisista, no estás sola y hay ayuda disponible. Mereces apoyo para procesar tus traumas y puede resultarte útil procesarlos con una terapeuta Gestalt especializada en narcisismo.

Imagen de Max Ilienerwise en Unsplash.

Así es como las familias narcisistas esconden el abuso

Cada día, muchas personas de diferentes lugares, se dan cuenta de la dolorosa realidad de que han crecido en una familia narcisista/disfuncional. En muchas ocasiones, llegar a esta verdad tan dura lleva tiempo. ¿Por qué es así? Hay dos razones principales:

  • La primera es que las personas con TNP (Trastorno Narcisista de la Personalidad) no son fáciles de identificar, por su comportamiento caótico, cambiante y poco coherente. Además, los narcisistas crean una realidad ficticia, donde nada es lo que parece y la mayoría de los miembros de la familia se adscriben a esta realidad por defecto porque es lo único que conocen.
  • La segunda es que darte cuenta de que has sido criado en una familia narcisista, donde al menos uno de los padres tiene TNP, es una verdad que puede doler mucho, por lo que el cerebro lo hacen consciente cuando la persona está preparada para aceptar y asumir una realidad tan dura. 

En este artículo vamos a centrarnos en explicar la primera de las razones.

Nada es lo que parece en las familias narcisistas

En las familias narcisistas hay una apariencia de felicidad y apertura, aunque la relación en realidad es rígida y de abuso. Estas familias parecen cohesionadas, pero a puerta cerrada son caóticas y sus miembros están desconectados de sus propios sentimientos y emociones. Hay una falta de límites, manipulación emocional y comportamientos caóticos y rígidos. Veamos algunas de estas características y cómo se esconden o tergiversan.

Falta total de límites

Aunque la familia narcisista parece abierta al mundo exterior, es una historia completamente diferente de puertas para adentro. En realidad, estas familias se caracterizan por una falta total de límites. Sus miembros no pueden tener intimidad, guardar información o tener un espacio privado. Todo pertenece al narcisista y esto incluye los cuerpos y las mentes de su pareja y sus hijos. Estos padres cruzan líneas una y otra vez y lo disfrazan como “somos muy abiertos y nos lo contamos todo. En esta familia no nos gustan los secretos”.

Manipulación emocional

En la familia narcisista son muy frecuentes las dinámicas de manipulación y chantaje emocional, intentando que los miembros se sientan culpables o sientan vergüenza para controlar su comportamiento. Normalmente, la que más manipula es la narcisista, pero el otro padre, que suele ser el codependiente, también lo hace, sobre todo para victimizarse. Algunos ejemplos de esto son frases como: “¿De verdad vas a salir así vestida a la calle?” “Ya sabes que las cosas sólo te van bien cuando me haces caso en lo que te digo que tienes que hacer” “Me vais a matar a disgustos entre todos” “Siempre has sido mala. Naciste así y no hay nada que hacer”.

Conflicto dañino en las familias narcisistas

El conflicto es inevitable en la familia narcisista. Cualquier situación es una buena excusa para crear un conflicto y generar drama. Los miembros de la familia no tienen una escucha activa y empática entre ellos y no cuidan de no hacer daño con lo que hacen o dicen a los demás. El clima es el de “sálvese quien pueda” y se toman actitudes a la defensiva o directamente de ataque, donde todo se toma de un modo personal y el objetivo termina siendo dañar a los demás lo más posible intentando no salir dañado. La comunicación es pobre o inexistente y no hay una muestra de vulnerabilidad.

Enredo rígido

Dentro de la unidad familiar narcisista hay una falta total de autonomía de sus miembros. El narcisista demanda una enorme lealtad a todo lo que hace y/o dice y los intentos de posicionarse de otra manera son aplastados o denunciados. El comportamiento del narcisista suele estar destinado a generar dependencia de todo tipo: psicológica, emocional, económica,… De tal forma que haya la menor autonomía personal por parte de los miembros y una jerarquía muy estricta, similar a la de un régimen militar. Entre los miembros de la familia narcisista se genera la fantasía de que “Tú eres yo y yo soy tú”, de forma que hay una confusión acerca de los límites personales más básicos.

Desequilibrios en las relaciones y asignación de roles

La narcisista ejerce control creando relaciones caóticas y hostiles entre los hijos. A uno le suele asignar el rol del chivo expiatorio, mientras que a otro le asigna el rol que se conoce como el del niño dorado. Esto genera un enorme desequilibrio en el sistema familiar y alimenta el odio, la distancia y la desconexión entre los hermanos, que suelen competir en lugar de darse apoyo y cariño. Al crear una jerarquía, la narcisista puede sembrar el caos y así mantener un mayor control sobre la unidad familiar. Por su parte, la pareja de la narcisista, normalmente codependiente, permite, habilita y esconde todo este desorden y abuso. El codependiente no está a la misma altura que la narcisista sino por debajo, siendo tratado en muchas ocasiones como si fuera un niño más.

Las apariencias externas

A medida que las personas se dan cuenta de la realidad de su trauma familiar, comienzan a preguntarse por qué otros miembros de la familia u otras personas cercanas a la familia no han intervenido para parar o denunciar lo que sucedía. La explicación está en que es difícil para las personas fuera del núcleo familiar detectar los comportamientos de abuso narcisista y maltrato porque están cuidadosamente escondidos. El narcisista se cuida en todo momento no sólo de esconder los comportamientos en la intimidad sino de proyectar una imagen impecable frente al exterior. Se mostrará sociable, afable, seductor,.. de un modo tal que la imagen resulta lo contrario de cómo se comporta de puertas para adentro. Esto hace que las personas que no pertenecen al núcleo familiar no tengan la menor idea de lo que está ocurriendo y piensen que el narcisista es “muy buena persona” o “alguien muy afable que jamás le haría daño a nadie”. Este comportamiento confunde mucho a los hijos, en especial cuando son niños, ya que reciben información muy contradictoria acerca del narcisista, que les suele llevar a cuestionar la realidad que están viviendo y sentir mucha confusión acerca de quién es realmente su padre o su madre.

Conclusiones finales sobre las familias narcisistas

Si has crecido en una familia con estas características, seguramente esto ha tenido muchas secuelas en tu vida de adulta. Sin embargo, la sanación es posible. Requiere de terapia, trabajo personal y ganas de tener una vida mejor.

El Apego inseguro en hijos de narcisistas

“Para prohibir la autocracia, la explotación y la desigualdad en el mundo, primero debemos darnos cuenta de que la primera desigualdad en la vida es la de niños y adultos.” — Erik Erikson

Las personas somos seres sociales que dependemos del grupo para sobrevivir, el apego lo es todo. Pero, ¿qué es el apego? Es nuestra capacidad de vincularnos con los demás a través de la empatía, la cooperación y la integridad. En una palabra, se trata de la confianza: la capacidad de confiar y ser digno de confianza.

Qué es un Apego saludable

Las personas desarrollamos la capacidad para confiar y querer, principalmente a través de las relaciones con nuestros padres/cuidadores en los primeros años de vida. Estas relaciones se convierten en la plantilla que marca nuestros comportamientos relacionales a lo largo de la vida.

Si recibimos una crianza/maternidad “suficientemente buena”, en la que nuestras emociones se reflejan con empatía y nuestras necesidades se satisfacen la mayor parte del tiempo, formamos un estilo de apego seguro.

El apego seguro fomenta la confianza en uno mismo y el amor propio, lo que nos permite confiar y querer a los demás, y es la base para desarrollar estas dimensiones clave de una personalidad saludable:

  • Autorregulación emocional
  • Empatía
  • Autoestima
  • Autorreflexión/autoconciencia
  • Responsabilidad personal y afectiva
  • Límites interpersonales
  • Intimidad con los demás
  • Buena comunicación

Si no experimentamos un entorno empático que responda a nuestras necesidades de dependencia en la infancia, se interrumpe el apego saludable y se generan patrones de apego inseguros.

La crianza narcisista

Las personas narcisistas son incapaces de proporcionar la sintonía empática que los bebés y los niños necesitan para formar patrones de apego seguros. Esto se debe a que carecen de la autorregulación, la madurez emocional y la capacidad de conexión íntima necesarias para formar vínculos de confianza con cualquier persona.

Incluso si hay un padre amoroso en el sistema familiar que es la pareja del narcisista, es probable que ese padre o madre tenga un patrón de apego inseguro (vínculo traumático) que niega y permite el abuso narcisista y modela una relación basada en el miedo con el narcisista.

Debido a que las narcisistas vacilan internamente entre la vergüenza y la superioridad compensatoria y continuamente proyectan su propio estado interno sobre los demás, tratan a sus hijos con una montaña rusa de proyecciones idealizadoras y devaluatorias. Pueden avergonzar y desempoderar a sus hijos o hijas con comportamientos como:

  • Castigarlos por su expresión auténtica, es decir, sentimientos, necesidades, intereses, preferencias naturales.
  • Conductas condicionales gratificantes
  • Otorgarles elogios y privilegios o castigos y desprecios de forma poco o nada objetiva.

Los padres narcisistas a menudo crean un entorno familiar de supervivencia caracterizado por la rabia, la negligencia, la inequidad, la violación de los límites y el abuso explícito o encubierto. Dinámicas como las siguientes suelen ser la norma en las familias narcisistas:

  • Acoso
  • Abuso y maltrato
  • Manipulación en general y para sentir culpa en especial
  • Competitividad
  • Humillación
  • Hipercrítica
  • Enredo
  • Proyección
  • Negación
  • Comparación constante
  • Asignar a uno de los hijos el rol del chivo expiatorio y al otro el del niño dorado
  • Triangulación
  • Campañas de difamación
  • Parentificación: supone una inversión de los roles, haciendo que los hijos asuman el rol de los padres, mientras que los padres se comportan como si fueran los hijos en la familia.
  • Luz de gas o gaslighting: la forma de manipulación más agresiva que existe

Apego inseguro en hijas de narcisistas

Las niñas criados en familias narcisistas reciben una ambivalencia poco confiable en el vínculo con sus padres, que, como hemos visto antes, es el que generará la plantilla para sus relaciones con los demás a lo largo de su vida.

El niño o la niña se encuentra en una situación difícil, ya que necesitará generar el apego con sus cuidadores narcisistas, que tendrán un comportamiento caótico al estilo de “Te quiero/te odio” de forma arbitraria. Esto se traduce en que el niño o la niña siente amor por el padre/madre narcisista, frente al que a la vez siente miedo y no se puede proteger.

Los niños que experimentan un apego inseguro, de adultos en sus vínculos están habitualmente en las posiciones que su sistema nervioso alterado les permite, que son de congelación, lucha o huida, un estado de supervivencia que se activa crónicamente y que impide un desarrollo saludable.

Debido a que su dependencia les impide pelear o huir de sus abusadores, muchos niños en este entorno se disociarán de sus emociones y sentimientos, negarán el abuso y se culparán a sí mismos por los problemas en la relación familiar. Como mecanismos de supervivencia tienen sentido, pero tienen un precio.

Los adultos con apego inseguro

Algunos pueden identificarse con el padre/madre narcisista y convertirse ellos mismos en personas abusivas. Los niños que forman una personalidad narcisista pueden cerrar su yo emocional en una etapa temprana de su desarrollo y blindarse con evitación de la vulnerabilidad, antagonismo relacional, vergüenza y rabia externalizadas (proyectadas), y delirios de grandiosidad y/o victimización.

Los niños con apego inseguro que tienen empatía, por el contrario, suelen adoptar patrones de codependencia/sumisión, sacrificando sus propios intereses en favor de los intereses de los demás. Dichos niños no tienen autoafirmación, sus límites son muy blandos o inexistentes, sienten rabia hacia sí mismos y son vulnerables a la dominación y la manipulación en sus relaciones con los demás.

Es importante tener en cuenta que estos dos tipos de personalidad existen en un continuo complejo que puede combinar aspectos de narcisismo y sumisión. No todo es blanco o negro, en estos temas hay muchos grises.

La recuperación para hijas de narcisistas hacia el apego seguro

Debido a que las personalidades narcisistas suelen carecer de una conexión empática con ellos mismos o con los demás y funcionan reprimiendo la autoconciencia y proyectando aspectos negativos de sí mismos en los demás, rara vez son capaces de tolerar el trabajo de autorreflexión necesario para generar confianza y compasión.

Las personalidades sumisas/codependendientes, por otro lado, tienen más potencial para sanar patrones de apego inseguro porque tienen acceso al ser interior vulnerable, quieren intimidad con los demás y tienen la capacidad de tolerar la autorreflexión y asumir la responsabilidad personal.

Su camino hacia la curación y la plenitud pasa por:

  • Reconocer el abuso y empezar a no permitirlo
  • Aumentar su autoestima
  • Saber quiénes son y qué es importante para ellas
  • Aprender a poner límites y decir que no
  • Desarrollar una identidad propia
  • Trabajar la dependencia emocional
  • Aprender a autoafirmarse y defenderse si es necesario
  • Desarrollar compasión por sí mismas y por las demás personas
  • Aprender a vincularse de una forma íntima con las personas que consideren adecuadas y a mostrarse vulnerables
  • Desarrollar la confianza en sí mismas

Todos estos pasos es necesario hacerlos con acompañamiento emocional, a ser posible con una terapeuta que sepa sobre narcisismo y esté familiarizada con las dinámicas de familias narcisistas y con lo que necesitan los hijos con apego inseguro.

Imagen de Nate Neelson en Unsplash

Qué esperar en el contacto cero con un(a) narcisista

El contacto cero con un(a) narcisista es una decisión muy personal que cada persona ha de decidir por sí misma. Es algo especialmente duro cuando se aplica con miembros de la familia. Es necesario valorar si esto es lo que quieres para ti y tener en cuenta las consecuencias que va a tener en tu vida, no sólo por las posibles represalias sino por perder el vínculo con personas que han sido muy importantes en tu vida, como tu madre, tu padre o tus hermanos.

En el caso de que ya hayas decidido implementar el contacto cero o lo hayas hecho recientemente, este artículo cubre las posibles situaciones con las que te puedes encontrar, para que puedas prepararte a nivel psicológico y emocional.

Implementar el contacto cero con un(a) narcisista puede darte alivio y liberación, aunque también puede ser una tarea difícil porque, por lo general, que seas tú quien no quiera más contacto, no lo suelen llevar muy bien.

Para que sepas qué es lo que te puedes esperar al iniciar el contacto cero, más abajo tienes algunas de los comportamientos de cómo el/la narcisista responde frente a esta situación:

Ignorar tu límite de no contacto

Los narcisistas generalmente no respetan los límites que se les ponen, por lo que es posible que frente a tu contacto cero, se presente por tu barrio, tu lugar de trabajo u otros lugares que frecuentas, fingiendo que es una casualidad o un encontronazo, para intentar retomar el contacto contigo.

Actuar como si nunca hubieras sido importante en su vida

Como una narcisista se suele sentir rechazada por el no contacto, puede intentar querer devolverte ese sentimiento haciendo o diciendo cosas para que sientas que nunca le has importado. Podrían decirte que te ha dejado de querer hace mucho tiempo o que la relación nunca fue seria para ella.

Enfadarse

Los narcisistas necesitan tener el control de la situación, por lo que pueden enfadarse cuando los cortas e interrumpes el contacto. Es posible que intente encontrar otros medios para comunicarse contigo e insultarlte, amenazarte o mostrar agresividad contigo. Simplemente no pueden aceptar el hecho de que estás mostrando poder personal y que ya no te pueden controlar más. Es conveniente que te prepares para experimentar este tipo de respuestas.

Hacerte sentir culpable

Cuando pongas fin a todo contacto con tu narcisista, prepárate para que comience a recordarte todo lo que ha hecho por ti. Es probable que intente hacerte sentir pena y culparte, victimizándoe por la situación en la que se encuentra.

Abrumarte con muestras desproporcionadas de cariño

Si la narcisista ha sido alguien cercano a ti, como una ex pareja, sabrá qué hilos mover para obtener lo que quiere de ti. Cuando dejes de hablarle, es posible que empiece a mostrarte más afecto para hacerte cambiar de opinión, normalmente diciéndote cosas que se ha negado a expresar durante toda la relación, como expresar mayor compromiso o prometerte algo que le has pedido muchas veces sin éxito, como hacer un viaje largo juntos, convivir o casaros.

No respetar los límites de las personas cercanas a ti

Un narcisista, si es lo que quiere, no dejará piedra sin levantar para comunicarse contigo después del contacto cero. No descartes que contacte con miembros de tu familia, amigos, compañeros de trabajo,…intentando dar pena y como canal para llegar de nuevo a ti.

Criticarte frente a otras personas

Si cree que no puede revertir el contacto cero y lo que quiere es vengarse de ti, hablará mal de ti a personas como amigos comunes, familiares, vecinos, compañeros de trabajo,…Esto es lo que se conoce como la campaña de desprestigio. Es mejor prepararte para escuchar críticas muy duras o directamente mentiras grandes para poner en tu contra a personas cercanas a ti, tratando de destruir tus vínculos y de aislarte.

Hoovering: comportamientos que están destinados a conseguir como sea que vuelvas al vínculo

La narcisista puede que no tenga límites a la hora de conseguir que vuelvas a la relación, en la mayoría de los casos porque no quiere experimentar herida de abandono. Esto incluye comportamientos muy llamativos, como colmarte de regalos y sorpresas, subirle el volumen de nuevo al romance, hacer promesas de cambio,… todo ello con la intención de que vuelvas a la relación de abuso.

Ir detrás de otras personas

Si un narcisista siente que te estás escapando o realmente cree que has terminado la relación, intentará reemplazarte muy rápido. Aparecerá en redes sociales con otra persona diciendo que es su nueva pareja, se hará ver por tu barrio o sitios que frecuentas con esta nueva persona en una actitud muy cariñosa,… Todo ello para intentar que creas que el contacto cero le da igual y para que te sientas muy poco especial y muy fácilmente reemplazable.

Utilizar tu amabilidad y empatía para manipularte

Las narcisistas suelen buscar personas amables y compasivas, por lo que pueden inventar mentiras sobre una enfermedad o usar cualquier cosa o persona que te importe para que bajes la guardia. Por ejemplo, si saben que tenías mucha conexión con su mascota, podrían mentir y decir que se ha enfermado, para que muestres compasión y les aceptes de nuevo.

Acoso

Cuando los narcisistas se quedan sin opciones, es posible que lleguen a comportamientos de acoso, como hackear tus dispositivos electrónicos para controlar tus comunicaciones; usar un juego de llaves que todavía tienen para entrar en tu domicilio o dejar cosas en la puerta de tu casa con el propósito de llamar tu atención o de asustarte.

Conclusiones finales

Este artículo tiene un interés únicamente informativo, por lo que si has implementado el contacto cero, es aconsejable contactar con una terapeuta que sepa de narcisismo y que pueda acompañarte a gestionar esta situación vital, que suele traer dificultades y retos.

El acoso narcisista: cómo detectarlo y recursos para pararlo

Uno de los comportamientos más habituales de abuso narcisista es el acoso, que se da mucho más entre seres queridos que con extraños.

Si has crecido en una familia disfuncional/narcisista es posible que hayas sufrido acoso en la infancia por alguno de tus cuidadores y que hayas normalizado comportamientos no saludables que luego hayas tendido a reproducir en tu etapa adulta.

Aunque el acoso más frecuente y evidente se da en el ámbito de la pareja, no es el único. También se puede dar en el ámbito de amistad, familiar, laboral,…

Es importante tanto identificar el acoso, que puede tener consecuencias muy negativas para tu salud emocional, como ponerle fin lo antes posible.

Señales de acoso narcisista

¿Aún no estás seguro de si estás lidiando con una acosadora narcisista? Más abajo tienes algunas señales de acoso narcisista.

  • Registrar tus objetos personales de una forma habitual con o sin tu consentimiento.
  • Necesitar estar en contacto contigo de forma continua controlando en todo momento qué es lo que estás haciendo y con quién estás.
  • Perseguirte o vigilarte sin que tú lo sepas.
  • Buscar cosas para señalar “errores” de forma continuada y persistente, por ejemplo, “Veo que no has hecho bien la cama” o “Este informe está mal”.
  • No respetar tus límites. A pesar de que ya le has dejado claro que no quieres que te llame a partir de una cierta hora o que no quieres que te bombardee mensajes de whatsapp constantemente, lo sigue haciendo sin respetar tus límites.
  • Utilizar a otras personas para llegar a ti. Cuando la acosadora narcisista no tiene el mismo acceso a ti del que disfrutaba anteriormente, muestra una falta de autocontrol. Por ejemplo, puede contactar con tus amigos o tu familia para intentar llegar a ti.
  • Fingir casualidades. Se hará la encontradiza haciendo que pasaba por tu barrio o por tu lugar de trabajo, como si fuera una casualidad y no un comportamiento premeditado.
  • Comprarte regalos sin tu consentimiento. Desde pequeños obsequios hasta regalos más caros, la acosadora narcisista te puede agasajar de una forma desproporcionada.
  • Hacer amenazas o intimidarte. Si la acosadora narcisista siente que está perdiendo el control sobre ti, puede llegar a amenazarte o intimidarte para que hagas lo que quiere. Las amenazas pueden consistir en comportamientos desde dejar objetos en la puerta de tu casa hasta amenazarte con perder la custodia si tenéis hijos en común o dejar de pagar gastos en común como la hipoteca, o si es tu jefe, echarte del trabajo.
  • Difundir mentiras y rumores sobre ti. Pueden lanzar lo que se llama la campaña de desprestigio, hablando mal de ti a amigos comunes, familia, compañeros de trabajo,.. para arruinar tu reputación o tu credibilidad.

¿Por qué acosan las narcisistas?

Una acosadora narcisista puede comportarse de manera tan extraña que quizás te preguntes por qué te está acosando en primer lugar. Aquí tienes algunas de las posibles razones:

Un ego desproporcionado

En el fondo, las acosadoras narcisistas no son tan seguras o perfectas como pretenden mostrar. Sus egos suelen ocultar la vergüenza y la insuficiencia que sienten dentro. Por ello, un ego tan desproporcionado tiene dificultades para aceptar situaciones como el rechazo o el abandono. El comportamiento de acoso está destinado a que no ocurran ese rechazo o abandono por tu parte.

Límites muy desordenados

Las narcisistas son muy buenas para poner límites pero no respetan los límites de otras personas. Por ejemplo, pueden darte el tratamiento de silencio como castigo, pero se niegan a aceptarlo cuando las mantienes a distancia.

El acoso es como un juego

Debido a que las narcisistas son personas que se sienten con derecho a cualquier privilegio, harán cualquier cosa para salirse con la suya. Por eso toman la resistencia como un desafío. Y en ese desafío, harán todo lo que puedan para “ganar” y quebrar tu voluntad.

Buscando venganza

La narcisista puede espiarte con la esperanza de tener la oportunidad de hacerte daño de alguna manera y así equilibrar el daño que él ha sentido cuando le has dejado, o le has puesto límites o has implementado el contacto cero.

Cómo evitar el acoso narcisista

El acoso es un tema muy serio, que te puede generar una actitud general de miedo e hipervigilancia y que puede tener graves secuelas para tu salud mental y emocional, y, en los casos más graves, para tu integridad física.

Se trata de un comportamiento obsesivo que puede escalar con facilidad, por lo que es importante afrontarlo lo antes posible con los recursos que tengas a tu alcance, como:

  • Bloquearle en el teléfono y todas las RRSS.
  • Hablar con tus seres queridos de la situación y pedirles que no interactúen con la acosadora narcisista bajo ninguna circunstancia.
  • Registrar cada interacción con la acosadora narcisista, por ejemplo, utilizando una hoja de excel. Esto te ayudará a observar la situación con una cierta distancia y a poder poner nombre a los comportamientos de acoso.
  • Obtener una orden de alejamiento si es necesario.
  • Si tienes que seguir manteniendo el contacto con la acosadora narcisista, por ejemplo, porque es tu jefa o porque tenéis hijos en común, interactúa lo mínimo posible, haciendo la piedra gris si es necesario y no le proporciones ninguna información personal sobre ti.
  • Si te has cambiado de vivienda, comparte la dirección sólo con personas que sean de tu máxima confianza.
  • Configurar tus perfiles de redes sociales como privados.
  • No interactuar con la narcisista acosadora si logra contactarte.

Recursos para la reparación y sanación del acoso narcisista

Pon consciencia y nombra el acoso. Es importante nombrar el acoso y el abuso para identificar lo que no es sano para ti.

Haz terapia con una terapeuta que sepa de acoso y comportamientos abusivos para que te ayude a afrontar el tema y aprender herramientas para gestionarlo.

Busque el apoyo de sus seres queridos y haz cosas que te conecten y te den paz y felicidad, como hobbies que te gusten, pasar tiempo en la naturaleza, darte baños de sales, pasear bajo el sol,…

Exprésate. Ya sea hablando con alguien en quien confíes o escribiendo en un diario, expresa tus emociones y sentimientos.

Imagen de Mihai Surdu en Unsplash

Recursos para dejar de sentirte utilizado

Cuándo y cómo se ha originado la situación de sentirte utilizado

Las personas que tienen la tendencia a comportamientos que les lleva a sentirse utilizadas, como complacer en exceso a los demás o ser codependientes, suele tener su origen en la infancia.

En las familias narcisistas/disfuncionales, es muy frecuente que uno o ambos padres utilicen a los niños para satisfacer sus propias necesidades y atiendan escasamente o nada en absoluto las necesidades de sus hijos. Estas necesidades pueden ser de atención, contacto, de hacer tareas domésticas o recados, de triangular con el hijo o la hija cuando hay un conflicto entre ellos,…

Estas personas llegan a la edad adulta con una tendencia muy pasiva en sus relaciones, sobreadaptándose a las otras personas o intentando complacerlas todo lo que pueden. Simplemente confunden estos comportamientos con el amor porque es lo que han vivido en la familia con sus padres narcisistas.

Estos comportamientos son muy nocivos, ya que llevan a generar resentimiento por no sentirse cuidados, generan dependencia emocional (si te complazco, no me abandonarás) y llevan a una vida muy pobre emocionalmente, donde no hay espacios para cubrir sus necesidades o deseos.

Es importante salir de estos patrones para poder tener una vida más satisfactoria y plena. ¿Pero cómo?

Si te sientes identificado con la situación descrita, más abajo te damos las claves para empezar a salir de las situaciones en las que te sientes utilizado, dar la importancia que se merecen a tus necesidades y empezar a vivir relaciones más equilibradas, en las que no te cosifiques a ti mismo y te consideres como un igual a las personas con las que te relacionas.

Recursos para salir de la situación de sentirte utilizado

Si biensentirse utilizado es en realidad una interpretación de un evento externo en lugar de un sentimiento real, es una experiencia que muchos de nosotros reconocemos:

  • ¿Quizás tienes un amigo que siempre te deja pagar la cuenta o que siempre habla de sí mismo?
  • Quieren que vengas a su rescate, pero ¿están ocupados cuando necesitas algo?
  • ¿Rara vez te dan las gracias y regularmente te piden favores?
  • ¿Te sientes resentido con ellos porque se descuidan tus emociones y necesidades?

Cuando pensamos que estamos siendo utilizados, generalmente se debe a que hemos caído en un estado de sumisión o falta de poder. Nos sentimos impotentes para enfrentarnos al mundo exterior, como si algo en la situación excediera nuestra capacidad para hacer frente, redirigir o reafirmarnos.

Sentirse utilizado es un síntoma clásico de complacer a las personas, y de codependencia y, a veces, proviene de un profundo deseo de ser cuidado.

A menudo es tu niño interior en tu cuerpo adulto el que se siente utilizado:

  • Piensa que eres incapaz de protegerle de la explotación de los demás.
  • Le preocupa que su bienestar quede a merced de los caprichos y deseos de los demás.
  • Tiene miedo de decir que no.
  • Tiene miedo de las reacciones de la gente hacia él.
  • Se siente seguro siendo un objeto para servir las necesidades de los demás.

Normalmente, cuando nos sentimos utilizados, hay al menos una parte dentro de nosotros que se opone o se rebela contra esto.

Sin embargo, si esas objeciones se enfocan en el mundo externo, en lo que hacen los demás, echándoles la culpa de lo que nos ocurre, nos quedaremos sin poder y atrapados en una situación indeseada.

Disminuye la velocidad de tus acciones y observa tus comportamientos que salen en” piloto automático”

Cada vez que te sientas utilizado, observa tu comportamiento y en qué estás contribuyendo tú o alimentando la situación para sentirte así. Tal vez tienes un patrón de satisfacer las necesidades de los demás por encima de las tuyas.

Puedes hacerte las siguientes preguntas:

  • ¿Estás diciendo que sí cuando prefieres decir que no?
  • ¿Tiene dificultades para pedir lo que quieres?
  • ¿Tienes la expectativa de que las otras personas adivinen lo que quieres?
  • ¿Estás de alguna manera reproduciendo viejos patrones en los que crees que la única forma en que puedes tener conexión, pertenencia o amor es siendo útil a los demás?
  • ¿Alguna parte de ti quiere ser un objeto para ser usado, mientras que otra parte se siente resentida por esto?
  • ¿Te sientes bien cuando complaces a otras personas?
  • ¿Tienes la idea (consciente o inconsciente) de que las necesidades de las otras personas son más importantes que las tuyas?

Conecta con lo que es importante para TI

Aquí es donde tener un conocimiento sólido de tus sentimientos y necesidades es muy útil, algo a lo que un acompañamiento por una terapeuta Gestalt te puede ayudar mucho.

Tómate un tiempo para entender la interpretación de que estás siendo utilizado, preguntándote si te estás sintiendo…

¿Triste? ¿Solitario? ¿Frustrado? ¿Indignado? ¿Herido? ¿Con miedo?

A continuación, conecta tus sentimientos con lo que es importante para ti: ¿quieres más… confianza? ¿Consideración? ¿Apreciación? ¿Reciprocidad?

¿Estás enfadado con la otra persona y te cuesta encontrar la manera de hablar de eso de una manera amable y directa?

¿Te sientes miedoso o incómodo, anhelando más transparencia, información o consideración?

Cómo te sientes importa.

Lo que necesitas importa.

Cuando tus necesidades no son importantes para ti, es probable que las otras personas tampoco las tengan en cuenta.

Practica decir que no y decir que sí

  • Date el permiso para decir que no.
  • Date el  permiso para pedir lo que quieres.
  • Date el permiso para satisfacer las necesidades de la otra persona, pero bajo tur propios términos y no los de ella.
  • Date permiso para hacer lo que otros quieren y no recibir nada a cambio si eso satisface tus propias necesidades de contribución y alegría.

El punto de este último paso es ponerte en contacto con la gama de opciones disponibles para ti, y que vuelvas a ser selectivo, creativo y empoderado, con independencia de lo que decidas hacer.

Ahora me gustaría saber sobre ti:

¿Cuándo te sientes o te has sentido más utilizado?

¿Qué te ha ayudado a cambiar la dinámica de tu propia vida?

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Imagen de Noorulabdeen Ahmad en Unsplash

10 Señales de que estás siendo utilizada

Si has crecido en una familia narcisista/disfuncional es muy probable que hayas normalizado ser utilizada y creer que eso es amor. Por esto, de adulta es muy común acabar en relaciones donde esta dinámica de ser utilizada se sigue dando. Sin embargo, a pesar de haberlo normalizado, puedes sentir que “algo está mal” aunque no puedas identificar de qué se trata. Si crees que puedes estar siendo utilizada por un amigo, pareja o familiar, te mostramos cuál es el impacto emocional de ser utilizada y te mostramos 10 señales a las que puedes estar atenta.

Los narcisistas son personas con un rasgo depredador y una tendencia muy acusada a utilizar y aprovecharse de los demás. No es imprescindible ser narcisista para aprovecharte de alguien pero un narcisista sí que hace esto siempre, antes o después, de una manera o de otra.

El impacto de ser utilizada

Tendemos a suponer que conocemos a personas cercanas a nosotros, como familiares, parejas y amigos. Entonces, darte cuenta de que estás siendo utilizado por una de estas personas puede ser un gran shock, porque la idea está muy alejada de lo que habíamos creído que era la relación.

La dinámica de ser utilizada de una forma regular puede desencadenar en temas de salud mental o emocional, como ansiedad o depresión. Y es que no es para menos: ser utilizada supone ser cosificada por otra persona, que sólo está interesada en lo que le damos en lugar de en quiénes somos o nuestra simple compañía.

Esta situación también puede volverte autovigilante y afectar a tu confianza para percibir a los demás. Puedes llegar a pensar que se han aprovechado de ti porque ‘no lo vi venir y debería haberlo visto’, y luego concluir que no puedes confiar en tu propio juicio al entablas relaciones. En algunos casos, esto puede conducir al aislamiento emocional. 

10 Señales de que estás siendo utilizada

Entonces, ¿cómo sabes exactamente si estás siendo utilizada? Las señales pueden ser más o menos sutiles, por lo que es importante estar familiarizada con ellas

La relación se siente desequilibrada

Una relación afectuosa es un espacio en el que ambas partes aportan a nivel emocional, financiero, psicológico, físico,… Puedes sospechar que estás siendo utilizada si la otra persona siempre parece tomar más de lo que da y que cuando da algo se siente como si te estuviera haciendo un favor.

Límites unidireccionales

Cuando sientes que los límites parecen funcionar en una sola dirección en la relación. Por ejemplo, la otra persona no revela mucho sobre sus parejas románticas anteriores, pero espera saber todo sobre las tuyas; no tiene problemas para decirte que no pero cuando eres tú la que dice que no, intenta convencerte o está muy cómoda yendo mucho a tu casa pero tú aún no has visto la suya.

Presume de ti

Los verdaderos amigos o parejas te apreciarán lo suficiente como para contar tus alabanzas frente a los demás y resultará algo genuino. Sin embargo, es posible que los narcisistas sólo presuman sobre ti cuando les conviene. Por ejemplo, podría ser una pareja que te invita a cenas del trabajo porque sabe que impresionará a sus compañeros, pero las actividades estrictamente entre él y tú son pocas.

No escucha

Todos podemos estar distraídos de vez en cuando o demasiado absortos en nuestros propios problemas, pero en una relación verdadera e igualitaria siempre hacemos todo lo posible prestar atención a la otra persona. Con los narcisistas, puedes sentir que no están realmente “presentes” cuando estáis juntos. Esto ocurre cuando hablas de algo y, en lugar de dar un feedback, cambian de conversación, cuando la conversación gira la mayor parte del tiempo en torno a ello o cuando no se interesan por temas que ya has comentado que son importantes para ti, como una entrevista de trabajo, un examen o una cita en el médico. 

Te sientes mal diciendo que no

Los narcisistas son manipuladores emocionales que te harán sentir incómoda o culpable diciendo que no a algo que quieren conseguir. Por ejemplo, tu pareja te pide dinero y cuando le dices que no, responde con “Pues no sé cómo voy a llegar a final de mes…”

Los favores se cobran

Los narcisistas suelen ofrecer favores que, antes o después te echarán en cara para poder generar una dinámica en la relación de “me debes”. Por ejemplo, un amigo te recomienda para un puesto de trabajo que finalmente consigues y cada vez que te pide algo te recuerda que “Si no fuera por mí, aún estarías buscando trabajo”. 

Da las cosas por sentado

Los narcisistas suelen dar por sentada la relación, ya que no muestran gratitud. Hay una constante sensación de que “lo tienes que hacer por mí”.

Nunca se disculpa

Su comportamiento te causa dolor y, sin embargo, el narcisista nunca se disculpa. Si te sientes herida, te dará el mensaje directo o indirecto de que es culpa tuya.

Hay una falta de compromiso

Pueden utilizar excusas para no ir a planes ya acordados, cambiarlos en el último momento, llegar media hora tarde,… Y también hay una falta de compromiso a gran escala. De algún modo, no te sientes segura en la relación, tienes la sensación de que el narcisista la pone en duda de forma constnte, o se puede ir en cualquier momento.

Algo no se siente bien

Hay una sensación general, que es más bien instintiva de que “algo no está bien” o, por ejemplo, es frecuente que después de los encuentros con esta persona estés triste o con energía muy baja. Estos son indicadores de tu cuerpo de que estás siendo utilizada. 

Conclusiones finales sobre sentirte utilizada

Si has llegado hasta este artículo, es muy probable que estés en una relación en la que te estés sintiendo utilizada. Descubrirlo es muy importante pero también lo es que no se quede ahí. Para dejar de ser utilizada es necesario hacer cambios dentro de ti, aumentar tu autoestima y experimentar relaciones equilibradas, algo a lo que la terapia Gestalt te puede ayudar.

Imagen de Evan Fitzer en Unsplash

Recursos para gestionar tus detonantes emocionales (Parte II)

En el artículo pasado hablamos sobre los detonantes emocionales y en éste vamos a comentar los recursos con los que puedes contar para aprender a gestionarlos.

Los recursos cambian de persona a persona, al igual que los detonantes emocionales. De lo que se trata es de averiguar cuáles son las situaciones que te detonan y cuáles son tus respuestas automáticas para ir reconociendo los recursos que te pueden servir.

Recursos para gestionar tus detonantes emocionales

1. Empieza a darte cuenta de cuáles son tus detonantes, nómbralos y haz una lista con ellos. Tus detonantes emocionales pueden ser personas, frases concretas, lugares, una forma determinada de mirar,… Conocer tus detonantes te prepara para ellos. Entonces es más fácil empezar a responder de una forma consciente que reaccionar de una forma automática.

2. Pon conciencia en la transferencia. Un detonante es una reacción a una situación presente, que se parece, en mayor o menor medida, a una situación del pasado que ha sido traumática para nosotros. Reconocer la situación original ayuda a empezar a procesar la situación actual de otra manera. Por ejemplo, tu padre cuando se enfadaba contigo de niña, te gritaba, y ahora tienes un jefe que, cuando te grita, te devuelve a esas escenas de infancia que vives con mucha intensidad.

3. Reconoce y trabaja la escena original. Reparar la escena original es clave para poder gestionar mejor los detonantes. El trabajo de la escena original tiene que ver con el contacto con tu niña interior y se puede hacer con técnicas terapéuticas como la Gestalt. Cuanto más reparada esté la escena original, menos posibilidades habrá de que una situación del presente, aunque se le parezca, origine un detonante emocional. Centrarte en ti y en sanar la herida original, te hará menos reactiva a los comportamientos de los demás.

3. Presta atención a las señales de tu cuerpo que te hiperactivan. Con cada detonante, hay señales corporales, que son indicadores de la hiperactivación de tu sistema nervioso: puede ser que se te tense la mandíbula, que se acelere tu respiración o los latidos de tu corazón, que empieces a sudar, que se te erice la piel,… Si prestas atención a tu hiperactivación, podrás empezar a adquirir recursos que te anclen al momento presente y que te ayuden a desescalar. Algunos de estos recursos pueden ser salir a caminar, poner conciencia en tu respiración para ralentizarla, tocar una superficie suave, como una manta, lavarte la cara con agua fría, decirte una frase como “Aquí estoy segura” o “Todo va a estar bien”.

4. Hazte cargo de tu niña interior. La parte de ti que se activa es la de la niña interior, por lo que hacerte cargo de ella y estar en contacto es de mucha ayuda para gestionar el detonante. Puedes preguntarte: ¿Qué es lo que necesita mi niña en este momento? Si la respuesta es seguridad, le puedes decir: “Yo te protejo”, si la respuesta es validación, le puedes decir: “Está bien que seas como eres”, si la respuesta es soledad, le puedes decir: “Yo estoy contigo”.

5. Practica conocer y expresar tus emociones. Las emociones son como los músculos: se desarrollan de manera saludable si se usan adecuadamente. Del mismo modo, si hemos ocultado una emoción como la ira o la tristeza durante la mayor parte de nuestras vidas, nuestra capacidad para hacer frente al sentimiento, se atrofia. Ésta es una de las razones por las que una reacción puede parecer incómoda o exagerada cuando hay un detonante. A medida que practicamos conocer y expresar nuestras emociones, es menos probable que reaccionemos de manera desproporcionada cuando sentimos algo de una forma intensa.

6. Toma un respiro. Cuando experimentamos un detonante emocional, perdemos nuestra objetividad. Podemos sentir que se nos ha quitado el aire. Esto hace que sea mucho más difícil decir lo que hay que decir, como por ejemplo, poner un límite. Si puedes, intenta alejarte por un momento para dejar que el ego se calme. Esto hace que sea más fácil comunicarte más tarde desde un lugar emocional de paz y seguridad.

7. Practica observar lo que ocurre dentro de ti con objetividad. Los detonantes emocionales, que están relacionados con la parte de la amígdala del cerebro, “apagan” la corteza prefrontal, que es la parte que nos permite reflexionar. Observar lo que te ocurre con desapego, te permite afrontar desde una objetividad y darle tiempo al cerebro para que procese la información. Para ello, practica desarrollar un observador interno que observa sin juicio. Practica respirar mientras observas sin reaccionar. El mindfulness es una práctica que te puede ayudar mucho a desarrollar estas habilidades.

8. Practica la aceptación. Por molestos y desafiantes que puedan ser los detonantes emocionales, puede ser útil recordar que son una de las formas en que el cuerpo nos señala hacia nuestra propia curación y plenitud. La práctica de aceptar lo que no podemos cambiar, por ejemplo, saber que la gente dirá o hará cosas que nos molestarán, es una forma de ser amables con nosotros mismos. No tenemos que aceptar el abuso, pero podemos aprender a tomar con calma los eventos detonantes que sucederán. Nuestra actitud de “sí” hacia ese hecho contribuye en gran medida a reducir el poder que los detonantes tienen sobre nosotros y recuperar nuestra capacidad de ser conscientes.

Conclusiones finales

Los detonantes emocionales siempre están relacionados con escenas traumáticas vividas en la infancia, donde nos sentimos indefensos y sin recursos para afrontar y gestionar determinadas situaciones. De adultos podemos, poco a poco, ir incorporando recursos como los mencionados más arriba para afrontar las situaciones presentes equipados y pudiendo reparar lo que nos ocurrió en la infancia.

Para gestionar los detonantes emocionales, es necesario el trabajo personal, ya que el mero paso del tiempo no sirve para sanarlos. El resultado del trabajo personal es muy gratificante, ya que permite vivir más en el presente, no sentirnos secuestradas en nuestros propios cuerpos y con la capacidad suficiente para afrontar las situaciones que la vida nos va poniendo delante.

El trabajo personal se puede hacer en soledad, pero esto no suele ser suficiente. Para tener resultados satisfactorios, es importante el acompañamiento de una terapeuta que sepa sobre detonantes emocionales y que te pueda acompañar y guiar de forma personalizada a encontrar e integrar los recursos que necesitas para gestionar tus detonantes emocionales de una forma eficiente y adecuada.

Imagen de William Farlow en Unsplash