La Invalidación

La invalidación está considerada como la forma de abuso emocional más dañina. Si has tenido un padre o madre narcisista, psicópata o sociópata, no hay duda de que la has experimentado durante toda tu infancia. Tus sentimientos y percepciones de la realidad fueron invalidados de una forma tal que te hacían sentir que estabas loco, aunque estuvieses perfectamente sano.

¿Qué es la Invalidación?

Invalidar a una persona no supone simplemente estar en desacuerdo con ella. Es un proceso mediante el cual una persona comunica a otra que sus opiniones y emociones son inválidas, egoístas, estúpidas, locas y en general, equivocadas. La persona invalidante le hará saber a la invalidada de forma directa o indirecta que sus sentimientos y puntos de vista no cuentan para nada, a nadie, en cualquier momento y/o de cualquier forma. El mensaje es: Tú no importas y estás equivocada con lo que piensas y sientes.

Tú no importas y estás equivocada con lo que piensas y sientes.

Las hijas de padres o madres narcisistas, psicópatas o sociópatas han sufrido invalidación durante muchos años. La invalidación es tan perversa e insidiosa y ha sido algo tan común en tu infancia, que es posible que no te des cuenta en el momento en el que la estás experimentando. En el fondo, sabías que “algo estaba mal” pero no podías señalar de forma precisa de qué se trataba.

La forma más extrema de invalidación emocional y psicológica es el gaslighting.

Las personas que invalidan a otras lo hacen por una serie de razones, algunas veces de forma consciente y otras, inconsciente. Un abusador(a) utilizará la invalidación como una herramienta de manipulación y un arma. Otros quizás simplemente tengan poca empatía emocional. Otras puede que se sientan incómodas o impotentes frente al dolor de la persona a la que invalidan. Otros tendrán envidia de algo que la persona invalidada ha conseguido o la pone contenta y querrán arrebatárselo mediante la invalidación con frases como: “No es para tanto” o “¿Y tú de qué te ríes?”.

Lo más importante es que cuando estás siendo invalidado, no se están satisfaciendo tus necesidades emocionales y se está sembrando una duda sobre tus percepciones que afectará a tu autoestima y al criterio que tienes de ti mismo.

Los hijos de narcisistas, psicópatas o sociópatas se acostumbraron tanto a la invalidación en su infancia que o bien no son conscientes de sus necesidades emocionales, o bien, si lo son, creen que éstas no serán ser satisfechas por los demás, por lo que no piden ni las manifiestan. En lugar de eso, utilizan mecanismos inconscientes de defensa como negarlas, reprimirlas, deflectarlas,…

Lista de Necesidades Emocionales Básicas a las que todas las Personas tienen Derecho

  • Ser reconocida
  • Ser aceptado
  • Ser escuchada
  • Ser entendido
  • Ser querida
  • Ser apreciado
  • Ser respetada
  • Sentirse seguro
  • Ser valorada
  • Ser digno de confianza
  • Sentirse capaz y competente
  • Sentirse con claridad (en lugar de confuso)
  • Ser apoyada

 Si has estado en una relación con un(a) narcisista, psicópata o sociópata, te invito a que pienses por un momento en la fase de idealización, cuando hizo todo el love bombing. Lo que hizo que esta fase fuese algo tan maravilloso para ti es que por fin tus necesidades emocionales eran satisfechas. Se sentiste visto, valorado, querido, cuidado,..

Seguramente como nunca antes porque eso en tu infancia no lo tuviste. Las narcisistas, psicópatas y sociópatas son buenas averiguando cuáles son las necesidades emocionales de alguien – porque suelen tener mucha empatía cognitiva, no emocional –  y fingiendo por un tiempo que las cubren. Realmente parecía que le importabas, a través de un falso “mirroring” de tus emociones y sentimientos, te demostraba que conectaba contigo. Así es como consiguen establecer un vínculo muy potente en tan poco tiempo. Ese vínculo está basado en el anhelo de tu niño interior, que sigue buscando un amor que no obtuvo en su infancia que esta persona, como de la nada, te lo da en bandeja.

Ahora piensa por un momento en la fase de devaluación. ¿Qué pasó entonces? Tus necesidades emocionales empezaron a no ser satisfechas. Te sentiste confusa, no querida, no comprendida, rechazada, incompetente, no segura,.. Tus necesidades, emociones, pensamientos y percepciones pasaron a ser invalidados por esta persona. Lo mismo que tu padre/madre narcisista, psicópata o sociópata hacía contigo en la infancia.

El núcleo de toda la farsa fue primero ser validado y después, invalidado.

Ahora que has traído esto a tu consciencia, lo puedes utilizar para determinar la salud no sólo de tus futuras relaciones sino de las que tienes en la actualidad.

Qué hacer ante la Invalidación

Normalmente, cuando nos sentimos invalidados, tendemos a defendernos retirándonos o atacando (dos de las respuestas del cerebro reptiliano cuando sentimos miedo: huir o atacar). Sin embargo, una retirada continua tiende a hacernos disminuir la autoconfianza y llevar a sentimientos de impotencia y depresión. Por otro lado, atacar lo que hace es escalar el conflicto, llevando a escenarios agresivos y que pueden comportar mucho estrés. Una respuesta sana, que es asertiva e informativa y no agresiva es simplemente expresar tus sentimientos de forma clara y concisa. Por ejemplo, respondiendo “me siento invalidado”, ”me siento burlado”, ”me siento juzgado” o “esto me hace daño”.

La invalidación no verbal incluye abandonar la habitación, dar el tratamiento de silencio y “poner caras” como una mueca de disgusto, poner los ojos en blanco o una mirada fija que clava a la persona. Algunos de ellos es posible que te recuerden tanto a una situación de infancia vivida con tu padre o madre narcisista, psicópata o sociópata que puedan dar lugar a un flashback emocional.

Si comienzas a hacer psicoterapia después del abuso narcisista, verás que tu consciencia aumenta y con ella, te será mucho más fácil identificar comportamientos de este tipo.

Las siguientes son invalidaciones verbales que o bien minimizan tus sentimientos, niegan tus percepciones, te ordenan que te sientas de otra manera, te dicen cómo te deberías de sentir o que pretenden hacerte sentir culpable por pensar o sentirte de una manera determinada. La lista no es exhaustiva:

Me niego a tener esta conversación

  • Podría ser peor
  • Supéralo
  • No has entendido nada
  • Deberías olvidarte de eso
  • ¿Y qué pasa con mis sentimientos?
  • Estás de broma, ¿no?
  • Te estás imaginando cosas
  • Eres/estás celosa, demasiado sensible, dramático, loca, inseguro, inestable, amargada, paranoico,…

Y en la otra cara de la moneda.. ¿Qué es la Validación?

Validar los sentimientos de alguien supone aceptar esos sentimientos, entenderlos y, por último, nutrirlos.

Validar significa RECONOCER Y ACEPTAR LA IDENTIDAD DE CADA PERSONA Y SU INDIVIDUALIDAD. La invalidación consiste en rechazar, ignorar o juzgar los sentimientos de alguien y, con ellos, SU INDIVIDUALIDAD COMO PERSONA.

Si has tenido una infancia abusiva, es más que probable que necesites psicoterapia después del abuso narcisista, ya que fuiste muy invalidado en tu infancia y, muy probablemente, has repetido esto de forma inconsciente a lo largo de tu vida, rodeándote de personas que hacen lo mismo que hacían tus padres.

Cuando validamos a alguien, le permitimos compartir sus pensamientos y sentimientos en un entorno seguro. Les damos la tranquilidad de que tiene derecho a tener los sentimientos que tiene. Le demostramos que le aceptamos tras mostrar sus sentimientos, por muy dolorosos que éstos sean. Le hacemos saber que respetamos su percepción de las cosas en ese momento. Supone acompañar a alguien para que se sienta escuchado, reconocido, aceptado y entendido.

Los sentimientos dolorosos que son compartidos por una persona en la que podemos confiar, por ejemplo, una psicoterapeuta especializada en abuso narcisista, se reducirán. Los sentimientos dolorosos que son ignorados o negados, se harán más fuertes.

Cómo otra persona responde a tus sentimientos y emociones, indicará:

  • Cuánto te respeta
  • Cuánta empatía emocional tiene
  • Cuánto le importáis tú y tus sentimientos
  • Si esa persona está intentando cambiarte o controlarte en lugar de aceptarte y nutrirte

Fuente: http://psychopathsandlove.com

 

Sentimientos que las Narcisistas intentar Fabricar en sus Víctimas

Las relaciones con las narcisistas son complicadas, raras y tóxicas. Esto se debe a que no se trata de un vínculo “normal” sino de uno basado en un trauma (su origen, en la mayoría de los casos tiene que ver con experiencias traumáticas de la infancia con uno o ambos padres y/o cuidadores) que es difícil de reconocer y sanar. Es decir, la víctima elegirá inconscientemente a una pareja que es una proyección de la madre/el padre, buscando el amor incondicional que no tuvo en la infancia. Con la narcisista, obviamente, tampoco sucederá. Por el contrario, repetirá el abuso/maltrato que sufrió la víctima en la infancia. La historia se repetirá una y otra vez, relación tras relación, hasta que la víctima se haga consciente de su historia vital y comience la recuperación y la sanación.

Los narcisistas intentan que sus víctimas se sientan de una cierta manera para mantenerlas aisladas, indefensas y bajo control. Para lograr esto, provocarán en la víctima algunos sentimientos y emociones concretos, fabricándolos a propósito.

Sentimientos y Emociones que las Narcisistas manufacturan en sus Relaciones

  1. Vergüenza

    Internamente, los narcisistas sienten mucha vergüenza. Bajo la imagen de superioridad y grandiosidad, hay un “Yo Pobre” que llora. Proyectan estos sentimientos de vergüenza e inadecuación en otras personas porque no son capaces de lidiar con ellos ni gestionarlos. Específicamente, eligen a una persona para representar esa vergüenza. Por lo general, es alguien cercano al narcisista y en una posición de completa dependencia (ya sea real), como en un hijo o una hija o simplemente percibido como tal por la víctima y el narcisista (como una pareja, un empleado o un amigo). El narcisista proyectará esta vergüenza con frases que transmiten el mensaje de que la víctima es “inadecuada”, “defectuosa” e “indigna de amor”. Las víctimas suelen ser personas que en su familia de origen narcisista desempeñaron el rol del chivo expiatorio.

  2. Culpa

    Las narcisistas son muy buenas manipuladoras y tratarán de hacer que sus víctimas se sientan culpables para controlarlas y tener ventaja en la relación. El mensaje transmitido es que la víctima merece todo lo malo que le sucede, que le debe mucho (incluso la vida) a la narcisista o que su comportamiento “obliga” a la narcisista a castigarla “por su propio bien”. Con este comportamiento se infantiliza a la víctima.

  3. Dudas sobre uno mismo

    Los narcisistas son como niños mimados que quieren que todo se haga como ellos quieren. Cuando la víctima trata de emitir una opinión, expresarse o está en desacuerdo, el narcisista cultivará en ella una sensación de duda, para que no confíe en su propia percepción y criterio. Las herramientas que el narcisista utilizará para conseguir esto son la luz de gas o gaslighting, el abuso verbal y/o emocional, el tratamiento de silencio, la ensalada de palabras,..

  4. Codependencia

    Las narcisistas son personas muy dependientes, que necesitan alimentarse del suministro narcisista proporcionado por otros. Por lo tanto, crean en sus relaciones la fantasía de que la víctima las necesita, cuando en realidad, la más dependiente es la narcisista. Frases como “no eres nada sin mí”, “quién te amaría si no fuera yo” o “¿a dónde irías si nos separamos?” están destinadas a generar sentimientos de codependencia.

  5. Rabia/Ira

    Con los narcisistas, las relaciones se basan en el control y la sumisión/dominación. Constantemente buscan reacciones emocionales en la otra persona para asegurarse de que tienen el control y saben qué “botones” hacen saltar a la víctima. Tienen mucha rabia/ira no resuelta que “vomitarán” a la víctima para su propia descarga y también para sentir que tienen el control sobre la relación. Lo que sea que sepan que enfada o hace daño a la víctima, tratarán de hacer diana y sacarla de sus casillas. Al final, evidentemente, la víctima salta, porque aunque tienen una gran capacidad de aguante, tienen un límite, como todos los seres humanos. La ironía que es cuando la víctima por fin reacciona, es ella la que parece “desequilibrada”. Toda la información que le des a un narcisista es como munición que, antes o después, será utilizada contra ti.

  6. Perfeccionismo

    Las narcisistas son perfeccionistas insaciables, nunca están satisfechas con nada. Tienen una enorme carencia de compasión y aceptación de sí mismas, de los demás y del mundo, tal y como es. En búsqueda de la fantasía de la perfección, son destructivas y muy críticas con todo lo que las rodea, especialmente con la víctima. La víctima, hasta que empiece a comprender lo que realmente está pasando, tratará de lograr incansablemente esa perfección para, finalmente, sentirse querida por la narcisista. Obviamente, esto no llega a ocurrir nunca. No sólo porque la perfección sea una fantasía sino también porque es una excusa que la narcisista utiliza consciente o inconscientemente para retener un amor que no sabe dar porque no lo tiene, ni para sí ni para la víctima u otras personas.

  7. Baja Autoestima

    El gran ego de los narcisistas les hace estar pendientes siempre del control en sus relaciones. Una forma de obtener este control es socavar la autoestima de la víctima, para que sea dócil, sumisa y obediente. En cierto modo, ambos, narcisista y víctima, crean un escenario delirante donde el narcisista es el amo y la víctima la esclava (financiera, laboral, emocionalmente, …). En realidad, la víctima lo es hasta que reúne la fuerza y ​​el coraje para romper un vínculo tan tóxico. El narcisista simplemente tratará de encontrar a otra persona para obtener el suministro narcisista que necesita y repetir el patrón de abuso.

  8. El sentimiento de “Algo está mal”

    Las narcisistas no tienen empatía alguna y alimentan de su ego a expensas de las personas de las que se rodean. Especialmente la persona con la que están en una relación. Por ello, tras una larga exposición a su trato, la víctima tiende a sentirse triste, sola y sin esperanza. Siente como un vacío interior que no tiene solución, no hay posibilidad de sanar y hace que la víctima sienta que “algo está mal”. Cuando trata de transmitir esto, la respuesta del narcisista es que si hay algo está mal, es, por supuesto, la víctima. Lo que “está mal” es que tener una relación con una narcisista literalmente, seca el alma, te deja vacío.

  9. Desesperanza

    Estar en una relación con un narcisista es una experiencia muy tóxica. Ha sido comparada por expertos en trauma con las experiencias extremas como las de estar en una guerra, en una secta o en un campo de concentración. Hay un lavado de cerebro que tiene como objetivo que la víctima se sienta inútil y sin esperanza. Romper el vínculo es muy difícil, ya que generalmente está relacionado con problemas de infancia no resueltos. Sin embargo, romper el vínculo merece la pena, ya que devuelve algo esencial a la víctima: ganas de vivir y esperanza.

Nota: A lo largo del post, “narcisista” se refiere a una persona con Trastorno Narcisista de la Personalidad, diagnosticado o no por un(a) psiquiatra. “Víctima” se refiere a una persona que es objeto de abuso, maltrato emocional, psicológico, físico y/o sexual por parte del narcisista, bajo su propia voluntad o no, consciente o inconsciente de que está siendo abusada y/o maltratada.

El post está centrado en las relaciones de pareja pero la relación narcisista/víctima puede darse en cualquier ámbito de las relaciones humanas: de trabajo, amistad, familia, vecindad,…

Si tras leer este artículo, te ves identificado en el rol de la víctima, no tengas miedo ni vergüenza si quieres pedir ayuda.