En qué consiste la habilitación del abuso
En muchos casos, una persona habilitadora del abuso no se da cuenta de que lo es, ya que habilitar comienza como un esfuerzo por apoyar a un ser querido que está pasando por un momento difícil.
La habilitación puede consistir o bien en apoyar comportamientos no sanos que no tienen un efecto directo sobre el facilitador, por ejemplo, esconder que un ser querido es adicto al alcohol, o bien que sí tienen un efecto directo, por ejemplo, una mujer que permite que su marido sea psicológica y emocionalmente abusivo con ella.
En este artículo nos vamos a centrar más en el segundo que en el primero.
En ese sentido, la habilitación es un patrón de comportamiento, a menudo adoptado por las víctimas de abuso o maltrato, que busca evitar la confrontación y el conflicto aceptando, justificando, minimizando, negando, racionalizando,… el abuso sin cuestionarlo ni establecer límites. Con esta dinámica, el narcisista que realiza el abuso, tiene el “permiso” del habilitador para continuar con este patrón de comportamiento.
En un esfuerzo por tratar de aplacar a la narcisista abusadora, la habilitadora le da lo que quiere para “mantener la paz”. La idea es que los esfuerzos por confrontar o establecer límites frente a un comportamiento inaceptable a menudo resultan en una escalada inmediata del conflicto, por lo tanto, es más fácil aceptar lo que quiere la narcisista abusadora.
Consecuencias de la habilitación del abuso
Si bien la habilitación no elimina por completo los episodios de abuso, sí reduce la frecuencia general y/o la intensidad del conflicto y establece un statu quo donde los roles del abusador y la víctima en la relación están claramente definidos.
Pero esto tiene un precio. Si bien habilitar suprime los conflictos a corto plazo, conlleva reforzar y prolongar una dinámica de control y poder que es disfuncional en una relación donde una de las personaa es libre de ejercer comportamientos abusivos para obtener lo que quiere. Los habilitadores, a menudo sin darse cuenta, se convierten en cómplices de su propia trampa, lo que les dificulta aún más romper con el ciclo de abuso.
Si la persona que facilita el abuso en algún momento decide poner límites, se encuentra con una fuerte resistencia por parte de la persona narcisista abusadora en forma de ataques de rabia, chantaje emocional, gaslighting o luz de gas, amenazas, acusaciones falsas,…
Qué siente una persona habilitadora del abuso
Las personas habilitadoras del abuso a menudo se sienten frustradas y atrapadas, porque tienen que reprimir sus emociones y aguantar comportamientos muy dañinos para evitar todavía más abuso.
Como consecuencia de mantenerse en una situación tan dañina a nivel emocional, las personas facilitadoras del abuso es muy probable que desarrollen ansiedad, depresión, abuso de sustancias, estallidos de ira, enfermedades autoinmunes,… Las personas habilitadoras a veces se convierten en abusadoras secundarias de niños, familiares, conocidos o compañeros de trabajo a quienes pueden considerar como “más débiles”.
¿Qué causa el comportamiento habilitador?
El comportamiento de una persona habilitadora del abuso a menudo no es intencional y surge del deseo de ayudar. De hecho, muchas personas que habilitan a otros ni siquiera se dan cuenta de lo que están haciendo. Los comportamientos habilitadores suelen estar asociados con patrones codependientes.
La codependencia suele estar vinculada con experiencias pasadas y relaciones tempranas. Algunos factores contribuyentes pueden incluir:
- Historial de negligencia o abuso
- Uno de tus padres ha sido habilitador del otro
- Cuidadores sobreprotectores
- Inversión de los roles en tu familia de origen, de modo que en la infancia has tenido que ejercer de padre o madre de tus padres
- Tus necesidades han sido ignoradas de forma persistente en tu infancia
Las personas codependientes no se sienten con poder personal, por lo que la habilitación de los comportamientos de otra las hace sentir con un cierto poder. Lo que ocurre es que este sentimiento de poder no es real, sino que se trata de dependencia emocional y a menudo genera resentimiento, ya que la persona codependiente que habilita no siente que su comportamiento esté siendo reconocido o agradecido.
Ejemplos de comportamientos de una persona habilitadora del abuso
- Una mujer que inventa excusas para los ataques de rabia violentos de su marido.
- Una empleada que justifica la explotación por parte de su jefe.
- Aceptar las consecuencias negativas de las malas decisiones de otra persona.
- Pagar las deudas de otra persona.
- Esconder las botellas de un ser querido que es adicto al alcohol para que el entorno no descubra la adicción.
Qué no hacer frente al abuso
Si estás habilitando comportamientos de abuso por parte de otra persona, esto es muy dañino para ti a nivel emocional. Esto es lo que puedes empezar a hacer para romper con el patrón de abuso:
- No guardes silencio. Habla con personas de confianza sobre ello. Una terapeuta que entiende sobre abuso puede ser un buen comienzo si no quieres/puedes contarlo a nadie de tu entorno.
- No descargues tu rabia hacia niños u otras personas que consideres “más débiles” que tú.
- No protejas a alguien de las consecuencias de su propio comportamiento.
- No te engañes pensando que puedes “soportarlo” o que eres lo suficientemente fuerte como para absorber el dolor de otra persona. Quizás sí puedas hacerlo pero no es tu responsabilidad y tiene un coste muy alto para tu salud y tu bienestar emocional.
- No intentes asumir el rol del salvador o una persona que puede arreglar el comportamiento de una persona narcisista abusadora.
- No asumas que debido a que tus hijos sólo están siendo testigos de lo que está pasando, eso no les hará daño.
- No te digas a ti misma que debido a que el abuso es intermitente u ocasional, no es grave.
- No asumas que debido a que la persona abusadora es amigable y amable la mayor parte del tiempo, no califica su abuso como “real”.
Qué hacer para dejar de ser una persona habilitadora del abuso
- Obtén ayuda. Habla con alguien que entienda por lo que estás pasando.
- Infórmate para determinar qué comportamientos son abusivos y cuáles no.
- Trabaja para establecer límites personales y aprender a decir que no.
- Trabaja en tu autoestima para sentirte digna y merecedora de un buen trato por parte de todas las personas que te rodean.
Los comportamientos de la persona habilitadora del abuso pueden tener motivaciones muy nobles, como el de ayudar a otra persona, o muy prácticas, como la de evitar que el abuso escale. Sin embargo, a la larga, sólo perpetúan comportamientos que son dañinos para ambas personas que intervienen. Si quieres salir del ciclo de abuso y vivir una vida de bienestar, es necesario nombrarlo y afrontarlo.
Imagen de Rémi Walle en Unsplash