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7 Pasos para Sanar a tu Niña Interior

Dentro de todos nosotros, hay roles, personajes internos. Uno de ellos es el niño interior. Ese niño que una vez fuiste te acompañará toda tu vida. Lo idea es que el niño salga cuando juegas, te diviertes, cuando eres creativo,… El problema viene cuando el niño domina situaciones en tu vida en las que en realidad debería hacerlo el adulto, por ejemplo, en el trabajo. Si te hirieron en la infancia y esas heridas no han sido sanadas, de las formas más insospechadas y absurdas, ese niño domina al adulto que eres hoy en día. ¿Cómo? Por ejemplo, mediante lo que se denomina “acting out”. Un ejemplo de “acting out” sería el de un niño cuyo padre le infligía mucho daño mediante la negación y el abuso emocional y psicológico y el hombre en el que se ha convertido – y que se topa una y otra vez con jefes abusivos – se comporta con ellos de una forma agresiva y desafiante, como lo hacía el niño con su padre, poniendo al adulto en situaciones muy difíciles, ya que comportarse así en un ambiente de trabajo, sólo da problemas y malestar emocional.

Sanar a la niña interior no es fácil. Se trata de un proceso largo y doloroso, pero merece la pena. Te sentirás mucho mejor contigo misma, entenderás cuándo la niña tiene una cierta necesidad y podrás afrontar muchas situaciones como la adulta que eres.

De acuerdo con John Bradshow, autor de “Volviendo a casa: reclamando y empoderando a tu niño/niña interior”, el proceso de sanar a tu niño interior es de duelo e implica 7 pasos:

  1. Confianza

    Para que tu niña interior herida salga de su escondite, tiene que poder confiar en que estarás ahí para ella. Tu niña interior también necesita una aliada que la apoye y que la valide en su abandono, negación y abuso. Éstos son los primeros elementos esenciales en el trabajo con el dolor original.

  2. Validación

    Si todavía estás inclinado a minimizar y/o racionalizar las maneras en las que has sido avergonzado, ignorado o usado para nutrir a tus padres, ahora necesitas aceptar el hecho de que esto te hizo daño. Tus padres simplemente repitieron lo mismo que les han hecho a ellos. El abuso es algo que, si no se trata en terapia, pasa de generación en generación.

  3. Shock

    Si todo esto es muy sorprendente para ti, eso es bueno, porque la sorpresa es el comienzo del duelo.

  4. Rabia

    Es normal estar enfadada, incluso aún sabiendo que lo que te hicieron no fue intencional. De hecho, TIENES que enfadarte si quieres sanar a tu niña interior. No hace falta que grites y metas alaridos (aunque quizás lo hagas). Está bien simplemente estar enfadada por ese trato tan injusto. Puesto en palabras sería algo así:

    Ya sé que mis padres lo hicieron lo mejor que pudieron como los niños adultos heridos que en realidad son. Pero también soy consciente de que me hicieron mucho daño emocional y espiritual y que ha tenido consecuencias negativas graves en mi vida. Nos considero a todos responsables de parar lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos y a los demás. Ya no toleraré más la disfunción patente y el abuso que han dominado mi sistema familiar.

  5. Tristeza

    Después de la rabia, llega la tristeza. Si nos hicieron víctimas, debemos pasar el duelo de esa traición. También tenemos que pasar el duelo de lo que fueron nuestros sueños y aspiraciones. También debemos llorar nuestras necesidades en el desarrollo que no fueron cubiertas.

    Es decir, un niño tiene una serie de necesidades en sus primeros años de vida, cuando se sucede el desarrollo. Un niño no es dependiente por elección sino por necesidad. Necesita que sus padres/cuidadores hagan lo que se denomina el “mirroring”, es decir, que le validen su identidad para que empiece a distinguir entre el nosotros y el “yo”. Si estas necesidades no son cubiertas, el niño crece sin un desarrollo del “yo”. Por eso, estos adultos son como niños emocionales, que tienen problemas en su evolución y desarrollo como personas en diferentes facetas de la vida. Si no se tratan, esos adultos serán o bien narcisistas o bien codependientes.

  6. Culpa

    En el duelo por el abandono de la infancia, debes ayudar a tu niña herida a ver que no hay NADA que hubiese podido hacer para que las cosas hubiesen salido de otra manera. La niña herida piensa que es culpa suya lo que le ha pasado, que se lo merecía, que era defectuosa. Tu misión es que entienda que no es así, que el abuso es algo que pasa de generación en generación y se ejerce de forma indiscriminada. No hay razones detrás. Lo que hay son emociones y sentimientos no procesados y repetidos en las hijas.

    El abuso es algo que pasa de generación en generación y se ejerce de forma indiscriminada

  7. Soledad

    Los sentimientos más profundos del duelo son la vergüenza tóxica y la soledad. Nuestros padres nos avergonzaron y nos abandonaron. Nos sentimos que somos malos, como si fuéramos defectuosos. Y esa vergüenza lleva a la soledad. Como nuestro niño interior se siente defectuoso, se ve obligado a cubrir su yo auténtico con su yo falso adaptado. Entonces la persona se identifica con su yo falso. Su yo verdadero está solo y aislado. Estar en esta última capa de sentimientos dolorosos es la parte más dura del proceso de duelo. “La única manera que hay es atravesándolo”, es lo que dice John Bradshow. Es duro permanecer en ese nivel de vergüenza y soledad, pero si abrazamos y aceptamos estos sentimientos, finalmente los integramos y dejan de dominarnos inconscientemente. Encontramos nuestro propio yo, el que hemos estado escondiendo. Como lo escondemos de los demás, lo escondemos de nosotros mismos. Si abrazamos nuestra vergüenza y nuestra soledad, empezamos a sentir nuestro yo más verdadero.

Fuente: beyondblue.

perspecticidio

El “Perspecticidio”, una forma de Lavado de Cerebro

“Vivir con una pareja controladora y abusiva puede hacer que la persona se sienta como lxs que están dentro de una secta, excepto que más sola. Los puntos de vista de la víctima, deseos y opiniones pueden desvanecerse a causa de la acción de lxs abusadorxs. Con el tiempo, es posible que pierdan la noción de que tienen derecho a tener sus propias perspectivas. Esto es lo que se llama “perspecticidio”, la incapacidad de saber qué es lo que sabes”. Evan Stark, del libro “Control Coercitivo: Cómo los Hombres Atrapan a las Mujeres en la Vida Personal (Violencia Interpersonal).

Qué es el Perspecticidio

El “perspecticidio” es parte de una estrategia de control coercitivo que puede incluir manipulación, acoso, gaslighting y/o abuso.

El término fue acuñado en la literatura, para referirse al lavado de cerebro de prisioneros de guerra y se aplica también para los miembros de cultos o sectas.

“En una relación abusiva o controladora, con el paso del tiempo la pareja dominante cambia el modo en el que piensa la víctima”,  ha dicho Lisa Aronson Fontes, una investigadora de psicología, autora del libro “Cadenas Invisibles: Cómo Superar el Control Coertcitivo en tu Relación de Pareja”. “El/la abusador(a) define qué es el amor. El/la abusador(a) define qué es lo apropiado en términos de monitorear a su pareja. El/la abusador(a) define qué es lo que está mal en la víctima, y qué es lo que tiene que hacer para cambiarlo”.

Con el paso del tiempo, la víctima pierde la noción de sus propias ideas, metas y pensamientos. En lugar de los suyos propios, empieza a adoptar los de la pareja dominante como propios. “A través del perspecticidio, las personas renuncian a sus propias opiniones, afiliaciones religiosas, metas en la vida” añade Fontes. “No estoy hablando sobre la influencia mutua natural que se da en todas las relaciones íntimas- esto es mucho más perverso y unilateral”.

Porqué las víctimas caen en una relación tan tóxica en muchas ocasiones tiene que ver con un patrón de familia que se repite por no ser conscientes de que existe tal patrón. Una vez que la víctima ha sido “atrapada”, tras una fase de idealización, ambas personas tendrán un vínculo basado en su trauma de infancia (lo que se conoce como trauma bonding) y llamarán amor al abuso e intensidad al dolor y al sufrimiento.

Cada persona que forma la pareja está en un extremo de ese vínculo, una persona ejerciendo el abuso y el control y la otra permitiéndolo y justificándolo. En la relación el abuso aumentará con el paso del tiempo, dejando cada vez intervalos más cortos de tiempo en los que el/la abusador(a) tendrá gestos de cariño y de cercanía hacia su pareja.

Cómo se llega al Perspecticidio

  • El/la abusador(a) decide cómo su pareja debe pasar su tiempo libre, por ejemplo, mirando mientras él/ella juega a videojuegos.
  • Controlando hasta cada minuto del día de su pareja, por ejemplo, asegurándose de que cumple a rajatabla una dieta hecha por el/la abusador(a).
  • Definiendo a su pareja. El/la abusador(a) le dice constantemente a la víctima que “está gordx”, que “no es interesante”, que “tiene mal gusto”,… a veces de una forma obvia y otras no tan obvia pero el mensaje subyacente siempre es el mismo “No eres suficiente” “Haces las cosas mal” “No eres dignx de estar conmigo” Esto acaba haciendo sentirse muy mal a la víctima y empieza a minar seriamente su autoestima.

    No eres suficiente. Haces las cosas mal. No eres dignx de estar conmigo

  • El/la abusador(a) establece los términos de lo que es “una pareja que se quiere”. Crea unas expectativas de lo que tiene que ser y poco a poco va doblegando la voluntad de su pareja con “Si me quisieras…” y a continuación una demanda desproporcionada y abusiva “no saldrías esta noche con tus amigos y me dejarías aquí haciéndome sentir solo/sola”.
  • El/la abusador(a) decide cómo tiene que vestirse, qué trabajo ha de tener o cómo tiene que comportarse su pareja, por ejemplo, con frases como “Tú te mereces un trabajo mejor que ése, tienes que buscar otro”, cuando en realidad el/la abusador(a) tiene celos de la relación cercana que hay entre la víctima y su jefx y prefiere que se termine.

Las personas sometidas al perspecticidio suelen culparse a sí mismas, ya que se sienten desesperadas y desorientadas. Puede ser difícil para ellas determinar con exactitud qué es lo que está mal.

Las parejas controladoras actúan como un filtro hacia el mundo exterior, forzando de forma gradual a las víctimas a perder el apoyo de su familia, amigxs, compañerxs de trabajo,… Aisladas y controladas de esta forma tan férrea, las víctimas pierden su autoestima y tienen problemas para recordar cuáles eran los pensamientos, creencias y sentimientos que conformaban su identidad.

Una persona que está siendo controlada coercitivamente – incluso sin que haya violencia física – no se siente libre para vivir su propia vida en sus propios términos.

Si crees que puedes estar siendo víctima de abuso de cualquier tipo, puedes contactar con organizaciones como Fundación Ana Bella o Mentes Abiertas.

Fuente: domesticshelters.org

 

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6 Afirmaciones Sanadoras si has sido Víctima de Abuso Narcisista

“Tener reveses es algo normal que forma parte de la vida. No es un fracaso”

Es importante que te recuerdes a ti mismx que el proceso de sanación es continuo en el tiempo. Dependiendo de cuánto tiempo has estado expuestx al abuso a lo largo de tu vida, y especialmente si lo sufriste en la infancia de la mano de un padre y/o madre narcisista(s), puede llevarte meses, años o incluso toda una vida sanarte por completo.

El camino no es siempre recto, es más que posible que por cada dos pasos que hagas hacia adelante, des uno hacia atrás. Sólo recuerda que cada paso es parte del camino y que no es un fracaso encontrarte con reveses a lo largo de ese camino.

La simple confirmación a ti mismx de que estás sanando, te dará la energía y la fuerza necesarias para superar los retos con los que te vayas encontrando.

“No soy lo que me ha pasado. Soy aquéllo en lo que decido convertirme”

Es muy probable que tu mente, de forma automática, se vaya hacia sucesos que ya han pasado o que crees que pueden suceder en el futuro, dándoles vueltas en tu cabeza de forma obsesiva. La obsesión es una de las secuelas que deja el abuso narcisista.

Céntrate en el “Aquí” y el “Ahora”, y si estás triste, llora, y si estás enfadadx, grita. Sólo una emoción completamente expresada nos libera por fin de ella para dejar el espacio a otras nuevas.

Si te cuesta centrarte en el presente, medita unos de minutos al día o practica mindfulness. En poco tiempo notarás los efectos. Haz unas cuantas respiraciones profundas, desde la barriga, esto hará que se expandan no sólo tus pulmones sino tu visión de las cosas.

Soy una persona que merece amor, respeto y cariño. Igual que cualquier otra”

Si llevas mucho tiempo en una relación con un(a) narcisista o has tenido un padre y/o una madre narcisista, has tenido una relación en la que se le llamaba amor y respeto al control y la dominación. Por eso estás tan confundidx y crees que no eres dignx de ellos.

Pasar un tiempo prolongado en una situación de privación con una persona que en realidad no te da ni amor, ni cariño, ni respeto hace que llegues a pensar que tú eres el/la culpable de eso, que hay algo malo en ti, que eres “defectusx” y por eso no dignx de amor.

Nada más lejos de eso. Es más. Si has estado mucho tiempo AGUANTANDO en una relación con un(a) narcisista, es más que probable que seas una persona empática, sensible, cariñosa, en fin, una  de esas personas cálidas que todo el mundo quiere tener cerca.

Esa culpa insana e ilógica que sientes, la ha sembrado el/la narcisista con sus proyecciones, porque necesita justificar de alguna manera su comportamiento abusivo. Eso sí, tú has permitido ese abuso, siendo consciente de él o no. Esto es de lo que tienes que hacerte responsable, perdonarte y comprometerte contigo mismx a no dejarte tratar así nunca más.

“Cuidar de mí es una prioridad absoluta”

Si has estado tiempo en una relación narcisista, ya no sabes muy bien qué es cuidar de ti. Es hora de que vuelvas a hacerlo. Desde cosas tan básicas como pegarte un buen baño con sales hasta tan complejas como replantearte tu carrera profesional.

Normalmente las parejas de narcisistas son codependientes, que confunden sus necesidades y deseos con los de su pareja y que tienen un problema para poner límites y decir que no.

Es hora de que recuperes tu autoestima y que la persona a la que más quieras seas tú mismx. Ésa es la única manera de tener una relación sana con otra persona. Si quieres más a la otra persona que a ti mismx, y crees que le “tienes” o “puedes” SALVAR, eso sólo dará lugar a una relación tóxica y dañina para ti. Nadie puede salvar a nadie. Cada unx tiene que cuidar de sí mismx y después del otro.

“Confío en mí, en lo que percibo y en lo que digo. En mi visión de las cosas y en mis opiniones”

Las personas que han estado mucho tiempo en una relación con con un(a) narcisista, han sido objeto de técnicas abusivas como el “gaslighting”, “cerrarse en banda” o el “tratamiento de silencio”. Estas técnicas están destinadas a hacer dudar a la persona de su propia percepción de las cosas.

Se trata de una conductas muy tóxicas que minan mucho la autoestima del/ de la que las padece hasta el punto de pensar que se ha “vuelto locx”, “es muy sensible” o “no sabe lo que dice”.

Las víctimas que salen de ese abuso emocional y/o psicológico dudan mucho de sí mismas, de sus conductas, de sus opiniones. Le dan muchas vueltas a las cosas y se culpan de cualquier conflicto o diferencia con otra persona.

Es hora de empezar a confiar en ti mismx, seguir tu intuición, mantenerte fiel a tus opiniones y decisiones y tener más seguridad en tu vida. No necesitas la validación de los demás. Sólo la tuya.

“Tengo derecho a decir que no y a poner límites a los demás”

Si has tenido una relación con un(a) narcisista, seguro que sabes perfectamente de lo que estoy hablando. Tanto si se trataba de un(a) narcisista descubiertx, al que le daban rabietas monumentales si les decías que no y volcaba esa rabia en ti. Como si se trataba de un(a) narcisista descubiertx, que intentaba que no dijeras nunca que no a lo que él/ella quería con todo tipo de chantajes emocionales, mentiras descaradas y amenazas solapadas.

Si has crecido en una familia narcisista, los conflictos no se trataban de una forma directa sino que se acudía a un tercero para que la información llegase (lo que se conoce como triangulación) o bien sí que se trataba de una forma directa pero entonces era a gritos y en una guerra abierta.

Poner límites y decir que no de una forma asertiva no sólo es legítimo para ti sino sano para tu relación. Es normal que surjan conflictos y lo mejor para una resolución exitosa de los mismos es que las personas involucradas tengan una comunicación directa y orientada a una solución común. 

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Qué es “Cerrarse en banda”

¿En qué consiste “Cerrarse en banda”?

“Cerrarse en banda” supone la negativa de una persona a hablar, interactuar o responder a otra con la que tiene un vínculo cercano: amigx, pareja, compañerx de trabajo, familiar,..”Cerrarse en banda” es un método o estrategia defensivo para la persona que lo usa. En general, la persona que se cierra en banda está usando un método aprendido pero que es inefectivo para expresar emociones intensas a una persona querida. Puede tratarse de sentimientos de frustración, ira, dolor, desánimo, decepción,…

El intento que subyace en las intenciones de la persona que se cierra en banda es el de expresar sentimientos de desconexión e inseguridad en la relación con el otro. La persona que se cierra en banda lo hace movida (de forma inconsciente) por sentimientos profundos de inadecuación, miedo al rechazo, al abandono,..

El término en inglés es “stonewalling”, que literalmente significa “hacerse una pared de piedra”. Y la verdad es que intentar hablar con una persona que se cierra en banda puede hacer sentir como intentar hablar con una pared. No muestran ninguna o muy poca emoción hacia el exterior y se enorgullecen de pensar que son fuertes. Se se muestran frías y calmadas, aunque en realidad por dentro son una tormenta de emociones.

Se trata de un modo inefectivo y contraproducente de lidiar con emociones difíciles, en última instancia se trata de tener miedo a sentir. La persona que se cierra en banda normalmente percibe las emociones displacenteras, las críticas, las demandas,.. como amenazas a su sensación de seguridad que asocian a tener un control férreo sobre sus propias emociones (para evitar sentirse sobrebordadas y no saber cómo gestionarlas).

Características del comportamiento de “Cerrarse en banda”

“Cerrarse en banda” incluye los siguientes patrones pasivo-defensivos:

  • Negarse a hablar o dar el tratamiento de silencio a la otra persona
  • Decir cuantas menos palabras, mejor
  • Encerrarse en unx mismx a cualquier señal de que el otro quiere hablar sobre algo o está disgustadx .
  • Rechazar contestar a preguntas
  • Pedir “espacio” al otro sin dar ninguna explicación
  • Permanecer sin mostrar emociones (parece que a esa persona le da completamente igual lo que se le está diciendo) cuando se le pide se exprese sobre el tema que se está tratando
  • No dar ninguna opinión
  • Permanecer emocionalmente desconectadx durante todo el tiempo que dura la conversación con el otro (con independencia del tema que se esté tratando, su gravedad para el otro o la evidencia de que toda la relación esté en juego).
  • Responder con frases como “No sé lo que quiero”, “No sé si te quiero” o “Necesito tiempo” cuando se le pide a esa persona que colabore a resolver la cuestión que se está tratando
  • Eludir los esfuerzos de la otra persona para resolver un tema o llegar a un acuerdo
  • Retener información que pone en riesgo enfadar o disgustar a la otra persona
  • Retención del afecto hacia la otra persona de forma intencionada

En general, el intento de “cerrarse en banda” es el de expresar sentimientos de decepción o de dolor, haciendo esto de forma indirecta, mediante la retención de cualquier tipo de comunicación en presencia de la otra persona. Es muy probable que la persona que se cierra en banda ya no quiera participar en actividades planeadas o mantener acuerdos a los que ya se habían llegado.

En muchas ocasiones, la persona que se cierra en banda lo hace de forma rápida cuando empieza a haber señales de un desacuerdo. Este comportamiento está asociado a personas que han experimentado abuso emocional y/o psicológico en la infancia. Están atrapadas en el miedo y demasiado preocupadas y obsesionadas con no cumplir con las expectativas o las demandas que la otra persona les hace.

Muchas veces, “cerrarse en banda” puede ser un medio primario de la persona para evitar a lo que más miedo le tiene – criticismo, conflicto, confrontación – basado en la creencia o la expectativa no realista, de que tiene la misión de eliminar señales de emociones negativas, feedbacks o demandas por parte de las personas cercanas a ellos/ellas.

En otros casos, “cerrarse en banda” puede ser también un modo de castigar al otro por algo que o bien no ha hecho o algo que sí ha hecho y ha sido doloroso para la persona que se cierra en banda, muchas veces con la expectativa de “deberías haber sabido esto” sin usar las palabras para clarificar lo que quieren o lo que les ha hecho daño. De una forma o de otra, la persona que se “cierra en banda” se comporta como si el otro no existiera. El que se cierra en banda envía este mensaje de forma indirecta:

“Deberías haber sabido esto”

Puede empezar como algo suave y ocasional y aumentar hasta convertirse en algo habitual, un patrón de comportamiento. Su duración puede ser de minutos, horas, días, semanas, meses o incluso más si la persona que es objeto del “cierre en banda” lo aguanta.

A veces, por razones prácticas, puede haber pequeñas interrupciones del “cierre”, por ejemplo para coordinar responsabilidades esenciales o cuando hay amigxs o familia presentes. Hay que tener en cuenta que el “cierre en banda” es una forma de abuso y éste, en muchas ocasiones se da forma encubierta, de modo tal que el/la abusadorx, para mantener una buena imagen frente a los demás, levanta el cierre en banda hasta que las dos personas están de nuevo a solas.

En palabras de Daniel Goleman, “el cierre en banda envía un mensaje poderoso e inquietante, algo como una combinación entre una fría distancia y asco.” Si se trata de una respuesta habitual, el “cierre en banda” es devastador para la salud de una relación. Corta toda posibilidad de dialogar y trabajar sobre los desacuerdos.

Similitudes y diferencias con el “Gaslighting”

La técnica de “cerrarse en banda” comparte algunas características con la de “gaslighting”. Ambas tienen el objetivo de obstaculizar una comunicación sana y directa. En particular, la sensación de seguridad emocional y conexión necesarias que ambas partes necesitan para profundizar en un conocimiento mutuo para fortalecer su relación.

El “gaslighting” es una técnica de naturaleza más severa y más ofensiva que el “cierre en banda”. El “gaslighting” incluye algunos elementos del “cierre en banda”.

El intento subyacente en la persona que ejercita el “gaslighting” es el de derribar las defensas de otra persona de forma ofensiva. Se trata de un acto agresivo por el que una persona (que tiene la fantasía de que es mejor que la otra u otras sobre la que la ejerce), utiliza esta técnicas para controlar, dominar y someter mentalmente a la otra persona, socavando muy gravemente su sentido de la percepción y su autoestima.

Madrenarcisista

7 Pasos para Sanarte de un(a) Padre y/o Madre Narcisista

La sanación de las secuelas de haber crecido en un hogar con un padre y/o madre narcisista tiene un efecto positivo en la vida de un adulto. Los terapeutas llaman a este adulto el/la niñx adulto mientras está en recuperación. Hasta que no sanan sus heridas, emocionalmente la mayoría del tiempo son lxs niñxs heridxs de su infancia.

La percepción distorsionada de la realidad que un padre y/o madre narcisista impone a un(a) niñx suele tener en la mayoría de los casos consecuencias muy perjudiciales. Algunas de ellas pueden ser la falta de autoestima, el pensamiento obsesivo, la minimización del abuso, la ansiedad severa, un miedo permanente a casi todo (consciente o no), la depresión y el Síndrome de Estrés Post-Traumático Complejo. Al abordar el impacto que el narcisismo ha tenido en tu infancia y empezar a tratarlo, puede mejorar enormemente tu calidad de vida de adulto.

Siete Pasos para la Sanación de un Padre y/o Madre Narcisista

Reconoce el Comportamiento Narcisista

El primer paso en el proceso de sanación es admitir y reconocer que ha habido algo anormal (disfuncional) en el comportamiento del padre/de la madre (generalmente de uno de ellos con la colaboración del otro)/de ambos padres. Una persona no puede recuperarse de algo que se niega a reconocer.

La mayoría de los padres narcisistas eligen a un(a) niñx favoritx, el “Niño Dorado”, al/a la que se trata como si caminara sobre las aguas. El/la otrx (utrxs) niñx es frecuentemente el “Chivos Expiatorio”, tratadx como inferior, comparándole, ignorándole, culpándole constantemente de todo. Los padres narcisistas ven al/a la/a los niñx(s) como extensiones de sí mismos, no como seres humanos independientes con su propia personalidad, emociones, gustos,… El padre y/o madre narcisista asignará los papeles en función de cuál de ellxs perciba como más parecido a él/ella o sea más proclive a llevarle la corriente, a decirle a todo que sí.

Entiende el Narcisismo

Una vez que se identifica el narcisismo, es importante informarse sobre el trastorno y cómo afecta a todo el sistema familiar. El narcisismo es en parte biológico y en parte se genera por el entorno. Por ello, es probable que haya otrxs narcisistas o trastornos de la personalidad en tu familia. Familiarízate con los signos y síntomas del narcisismo y reconocerás a lxs otrxs narcisistas que hay en tu familia, tanto en la línea ascendente (abuelxs), como en la misma (hermanxs), como en la línea descendente (hijxs).

Identifica el Comportamiento Abusivo

Al principio se te hará raro y confuso porque la palabra “abuso” está asociada comúnmente al abuso sexual o físico, pero no al emocional y/o psicólogico, siendo éste muy grave porque un(a) niñx está expuesto a él durante años respecto a un padre y/o madre sobre el/lxs que tiene una absoluta dependencia.

Sin embargo, cuanta más información adquieras, más te darás cuenta de que has sido objeto de los siguientes (seguramente varios pero no todos) tipos de abuso:

  • Físico: restricción, agresión (bofetadas, puñetazos, empujones, coscorrones, pellizcos, arañazos,..)
  • Psicológico: gaslighting, frases como “eres tontx”, “eres bipolar”, dar golpes a cosas para infundir miedo-
  • Verbal: gritar a un(a) niñx frecuentemente, obligarle a callarse, interrogarle, acosarle con preguntas retóricas, insultarle, amenazarle.
  • Emocional: decirle regularmente que “eres sensible” o “eres difícil” o amenazarle cuando el niñx intenta expresar un emoción en concreto o cómo se siente.
  • Financiero: negligencia con su presupuesto, regalarle demasiadas cosas, no permitirle que pida nunca nada bajo ninguna circunstancia.
  • Sexual: actitudes inapropiadas, tocamientos, violación, frases inapropiadas como si el/ hijx fuese la pareja.

Libera la Rabia y la Tristeza

La rabia y la tristeza son respuestas emocionales naturales tras haber entendido tu historia familiar y haber identificado el abuso que has sufrido. Cualquier imagen idealizada que hayas podido tener de tu padre y/o madre narcisista se caerá abajo y esto es algo duro de aceptar.

No sólo es normal sacar la rabia y la tristeza para liberar el trauma sino que es absolutamente necesario. Hasta que no hayas llorado y no te hayas enfadado por todo lo que has perdido en la infancia a causa del abuso, hasta que no sanes a tu niñx interior, no podrás avanzar como adulto. Llorar y enfadarse significa pasar el duelo y dejar ir. Soltar lo que tu infancia pudo haber sido y no fue.

Adquiere Perspectiva

Éste es un buen momento para dar un paso atrás por un tiempo para obtener una perspectiva más amplia de ti mismx y de tu vida. Comienza por reflexionar sobre cómo la imagen distorsionada del/de la padre y/o madre narcisista del mundo, de las personas y sobre todo DE TI ha moldeado tus creencias actuales.

Después cava más hondo. Busca los pensamientos que tienes que en realidad no son tuyos sino adquiridos del/de la narcisista (seguramente autodestructivos), las cosas que te prohíbes o de las que te culpas, la imagen que tienes de ti mismx, lo que no te permites, lo mucho que te juzgas, lo críticx que eres contigo mismx. Todo eso no es tuyo, es del/de la narcisista. Poco a poco, un(a) nuevx tú empezará a surgir.

El Perdón

Acepta que no puedes cambiar tu pasado, pero sí reinterpretarlo. Eres tú el/la que decide si perdonas o no a tu padre y/o madre narcisista por el abuso y el daño causados. Conviene recordar que el perdón no es una acción mental sino emocional. Que generalmente no es un sentimiento de todo/nada sino que seguramente pasarás por diferentes etapas y éste probablemente nunca sea completo ni definitivo. Y que para perdonar a otrxs el/la primero al/a la que tienes que perdonar es a ti mismx. Sólo eras un(a) niñx que hizo lo que pudo para sobrevivir.

Sigue adelante con tu Nueva Vida

Donde hubo esas heridas no es que no vaya a haber nada, quedarán cicatrices, pero ya no serán heridas abiertas. Tu vida puede cambiar de una forma bastante radical, puedes verte a ti mismx haciendo cosas y desde facetas que jamás habrías soñado. La vida empieza Aquí y Ahora.

Es importante tener en cuenta que éstas son sólo unas líneas generales por las que pasa un adulto en recuperación que ha sido víctima de abuso narcisista en su infancia. Para acompañarte y ayudarte en este proceso, te recomiendo que busques la ayuda profesional de un(a) terapeuta Gestalt o un(a) terapeuta especializadx en el tratamiento de víctimas de familias disfuncionales o un grupo CoDA (Codependientes Anónimos).

Este artículo está basado en el original de psychcentral.com

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Síndrome de Estrés Post-Traumático Complejo

El Síndrome de Estrés Post-traumático Complejo es la forma más severa de desorden de estrés post-traumático. Las cinco características que lo definen como el síndrome de un trauma son las siguientes: flashbacks emocionales, vergüenza tóxica, abandono de uno mismo, un crítico interno muy duro y ansiedad social.

Los flashbacks emocionales son quizás la característica más salientable del CPTSD (por sus siglas en inglés). Los supervivientes de padres/madres disfuncionales (narcisistas o psicópatas la mayoría) son extremadamente susceptibles a dolorosos flashbacks emocionales.

Los flashbacks emocionales son repentinas y a veces prolongadas retrocesiones  en el tiempo, a los abrumadores estados del sentimiento de ser un(a) niño abusado/abandonado. Estos estados suelen incluir miedo, vergüenza, alienación, ira, pena y depresión. Es importante entender que los flashbacks emocionales, como casi todo en la vida, no son una cuestión de todo o nada. Su intensidad puede variar de sutil a muy intensa. También pueden variar en su duración, cubriendo desde minutos a semanas, estos últimos deveniendo en lo que muchos terapeutas llaman una regresión.

Lista de síntomas comunes del Síndrome de Estrés Post-traumático Complejo de las supervivientes de Abuso Narcisista

Es posible que las supervivientes no los experimenten todos. Las variaciones de los mismos son comunes. Los factores que afectan a esto es el tipo de respuesta defensiva al trauma que hayas desarrollado y tu patrón de abuso/negación en la infancia.

Flashbacks Emocionales

Lo que experimentan los supervivientes durante un flashback emocional es lo que se llama “secuestro de la amígdala”. La amígdala se encuentra en el sistema límbico, la parte del cerebro que regula las emociones. Entre sus funciones, está la de alertar de un peligro. Cuando hay un secuestro de la amígdala, lo que ocurre es que ante dicha situación que al/a la superviviente le parece peligrosa, la amígdala aumenta de tamaño “secuestrando el cerebro”, ya que los bajos niveles de cortisol (el sistema está agotado, en la infancia se agotó), y la función a la baja del neocórtex (esta parte racional del cerebro se queda como en “off”) hacen que la amígdala provoque oleadas de noradrenalina y adrenalina, resposables del flashback emocional.

Cuando las supervivientes experimentan un flashback emocional, su subconsciente, que no entiende de tiempo, las retrotrae a una situación de abuso/negación emocional de su infancia y les hace revivir esa escena emocionalmente en su cerebro como si no hubiese pasado el tiempo. Se sienten exactamente igual que en su infancia, en peligro e indefensas. Síntomas de un flashback emocional son sentirse pequeña, indefensa y defectuosa.

Situaciones en las que las supervivientes experimentan flashbacks emocionales suelen ser, entre otras, cuando alguien les dice que han cometido un error (tienen la fantasía de que tienen que ser perfectas para que las quieran), alguien se ríe o se burla de ellas, les grita o les habla sin respeto o de forma humillante, las critica (aunque se trate de cuestiones mínimas y que son verdad).

Un Tirano Interno y/o un Crítico Externo

Ese tirano y/o crítico son en realidad las voces del padre y/o madre del/de la superviviente, que están tan internalizadas que se han vuelto propias. Este tirano y crítico hace que los supervivientes sean exigentes, crueles (consigo mismos y con los demás) y poco compasivos. Una de las claves para la recuperación es recuperar esa compasión, tanto hacia uno mismo como hacia los demás.

Vergüenza Tóxica

La vergüenza, que sienten de forma desproporcionada y por casi todo lo que hacen, está relacionada con la culpa que durante su infancia les echaban encima con todo su peso sus padres (padre o madre o los dos) narcisistas.

La vergüenza es culpa vuelta contra uno misma. Parte de la recuperación para los supervivientes consistirá en devolver esa culpa a quien corresponde: a sus padres que la implantaron en ellas de forma injusta.

Autoabandono

No ayudarse a uno mismo, no apoyarse a uno mismo, no creer en uno mismo; descuidar el aseo personal, la apariencia física, la alimentación, el ejercicio saludable.

Ansiedad Social

Muchas supervivientes no se sienten seguras en situaciones sociales con otras personas a las que no conocen, se sienten en peligro, en un constante estado de hipervigilancia.

Sentimientos de Soledad y Abandono

Muchos supervivientes tienen problemas para relacionarse con los demás y aún haciéndolo, se pueden llegar a sentir muy solos aunque estén rodeados de gente.

El abandono es una herida de infancia profunda para ellos debido a la negación severa sufrida durante años por sus padres. Es muy frecuente que se sientan abandonados en situaciones en las que la gente “normal” no se sentiría: cuando un(a) amigo se va a otra ciudad, empieza con una pareja, cuando no son el objeto constante de atenciones,…

Autoestima Frágil

Personas muy guapas y atractivas que se ven como en un espejo de feria, deformadas. Muchas supervivientes, que han conseguido muchos éxitos profesionales, siguen sintiendo que “no valen para nada”. Cualquier pequeña crítica la sobredimensionan, se la toman como un ataque feroz.

Desorden de Apego

Muchos supervivientes sufren de apego inseguro, evitativo o desorganizado en sus relaciones porque crecieron con al menos un progenitor disfuncional, que no estableció con ellos un vínculo afectivo saludable y nutriente para ellos.

Detenciones en el Desarrollo

Muchas de los supervivientes se sienten como en un bucle en uno o varios aspectos de sus vidas. No hay ni una progresión ni un avance, sino más bien la repetición de un patrón.

Dificultad en las Relaciones

Dificultades para confiar en los demás, para comprometerse, para mostrar su vulnerabilidad, para poner límites y decir “no”, para tener intimidad con otras personas.

Cambios de Humor Radicales

Es típico en los supervivientes tener cambios de humor muy bruscos que pueden rozar la ciclotimia, hay una desregulación bioquímica en su cerebro que produce este desequilibrio.

Desencadenamiento de la respuesta Vuelo/Lucha

En este post  se explican un poco más los cuatro tipos de respuesta que adquieren los supervivientes para lidiar con el trauma: las 4 Fs.

Hipersensibilidad a Situaciones Estresantes

Todas las supervivientes han estados sometidos a una situación de estrés y peligro continuado durante años en su infancia, esto provoca que tengan una hiperactivación del sistema simpático. El sistema parasimpático regula las actividades que hacen recuperar la energía del cuerpo en los momentos de descanso. Es un sistema de conservación y recuperación de la energía. El sistema simpático prepara al organismo para las situaciones de emergencia. Está relacionado con procesos que requieren de gasto de energía, se ve estimulado por emociones como el miedo, la vergüenza o la ira. Las supervivientes sufrieron una hiperestimulación del sistema simpático en su infancia, por lo que éste se activa con más facilidad que con las “personas normales” ante situaciones de estrés.

Ideaciones Suicidas (Activas o Pasivas)

Muchos supervivientes, hasta que inician su recuperación, tienen pensamientos radicalizados a lo blanco/negro y muy catastróficos (no hay esperanza, ni fe, ni confianza). Se sienten atrapados en sus propias vidas, igual que en la infancia ante el abuso/negación perpetrado durante años por sus padres narcisistas.

Esto les lleva a tener ideas suicidas como escape metal a su situación. La mayoría de ellas son pasivas, es decir, es un recurso mental para escapar de una situación dolorosa sin que llegue a tener consecuencias en la realidad. Sin embargo, sí que hay casos de víctimas que han llegado a suicidarse a causa del abuso narcisista.

Este artículo está basado en el Capítulo 7 del libro “Complex PTSD: From Surviving to Thriving”, del psicoterapeuta estadounidense Pete Walker.

Si crees que tienes Síndrome de Estrés Post-traumático Complejo, el proceso de recuperación es posible con terapia. Pete Walker, el autor del libro en el que está basado este post recomienda la psicoterapia, la terapia gestalt y el psicodrama para revivir las situaciones traumáticas de la infancia, llorar y enfadarse por ellas y así, por fin, superarlas.

abuso emocional

30 Signos de Abuso Emocional

De todos los diferentes tipos de abuso, no hay nada peor que los resultados del abuso emocional sobre la autoestima. En situaciones de abuso emocional, aunque puede que no haya ninguna prueba física del abuso (por eso lo llaman la herida invisible) sus efectos pueden ser enormemente perjudiciales.

Como las tácticas usadas por el/la abusador(a) son más inteligentes y evasivas que las del abuso físico, la víctima no es totalmente consciente del daño que se le está haciendo. Si se trata de un comportamiento constante en una relación, es posible que la víctima desarrolle mecanismos de defensa para luchar contra el dolor que le produce. Antes o después, son proclives a presentar síntomas de depresión, ansiedad severa o incluso Síndrome de Estrés Post-traumático Complejo.

El abuso emocional (también conocido como abuso psicológico o “agresión verbal crónica”) puede ser definido como cualquier acto que aísla o confina a una persona, incluido el uso de la intimidación o la humillación o cualquier otra acción que cause daño a la autoestima de la víctima.

30 Maneras de Reconocer el Abuso Emocional

  1. Los abusadores emocionales intentan humillarte o meterse contigo cuando estáis en grupo con amigos.
  2. Las abusadoras emocionales no tienen en cuenta tus necesidades ni tus opiniones.
  3. Las abusadoras emocionales hacen comentarios sarcásticos y ofensivos sobre ti para avergonzarte o hacer que sientas vergüenza de ti mismo.
  4. Los abusadores emocionales intentar culparte a ti de su abuso emocional por ser demasiado “sensible”.
  5. Las abusadoras emocionales intentan infantilizarte, esto es, tratarte como si fueras un niño.
  6. Los abusadores emocionales intentar castigarte por cualquier cosa (aunque sea muy pequeña) que no haces las cosas de la manera que ellos querrían.
  7. Se comportan como si siempre necesitases pedirles permiso para ir a algún sitio o hacer cualquier cosa.
  8. Las abusadoras emocionales intentarán controlar tus finanzas: cuánto dinero ganas, en qué lo gastas, si ahorras o no,…
  9. Los abusadores emocionales se cargarán tus objetivos y sueños, harán de menos tus éxitos y, en general, te criticarán sobre prácticamente cualquier cosa.
  10. Las abusadoras emocionales nunca admitirán que tienes la razón, ya que para ellas, su palabra es la ley y si les llevas la contraria, es que te equivocas.
  11. Su actitud no verbal es intimidatoria, ya que nunca te verán como a un igual, sino por debajo, no son capaces de ver a los demás como iguales.
  12. Los abusadores emocionales a menudo te echan en cara de una forma muy evidente tus errores.
  13. Las abusadoras emocionales de vez en cuando te acusan de cosas que no son verdad. Esto es una forma de luz de gas o gaslighting.
  14. Los abusadores emocionales no son capaces de aguantar las críticas, por lo que intentarán volverlas contra la persona que se las hace.
  15. Las abusadoras emocionales no toleran que no se les respete, pero en realidad no hacen nada para ganarse ese respeto.
  16. Los abusadores emocionales siempre se inventan excusas para justificar su comportamiento y nunca sienten culpa por su comportamiento. Hacen esto a través del mecanismo neurótico de defensa de la proyección.
  17. Las abusadoras emocionales saben cuáles son tus vulnerabilidades y son expertas en tocar esos botones para conseguir reacciones en ti.
  18. Los abusadores emocionales intentan hacerte pensar que tú eres el origen de todos sus problemas y males. Esto en realidad es al revés, eres tú quien aguanta su vomitona habitual de protestas y quejas por todo.
  19. Las abusadores emocionales te llaman cosas todo el tiempo pero no aceptan que tú te dirijas a ellas en ese mismo lenguaje.
  20. Los abusadores emocionales normalmente no están emocionalmente disponibles para ti. Sin embargo, tú tienes que estarlo siempre para ellos.
  21. Cuando necesitan tu atención, te pinchan o se vuelven pasivo-agresivas, como niñas.
  22. Su actitud hacia ti es completamente apática, no tienen ningún tipo de empatía, sólo les interesa lo que les das.
  23. Los abusadores emocionales le dan la vuelta a la tortilla, victimizándose a sí mismos, intentando que creas que eres tú el que abusa.
  24. Las abusadoras emocionales te harán entender de forma sibilina y sutil que te abandonarán para hacerte sentir miedo a que te dejen.
  25. Los abusadores emocionales no entienden ni se preocupan sobre cómo te sientes.
  26. Las abusadoras emocionales intentan socavar tu individualidad intentando hacerte sentir que eres una parte de ellas.
  27. Los abusadores emocionales esconden información importante sobre ellos como una forma de controlarte.
  28. Las abusadoras emocionales no tienen ningún sentido de la confidencialidad, contarán intimidades tuyas a otra gente.
  29. Los abusadores emocionales nunca reconocen que su comportamiento es abusivo.
  30. Otra forma de controlarte es la de hacerte amenazas solapadas y comentarios turbios y poco apropiados.

Si estos signos de abuso emocional son familiares para ti, estás siendo víctima de abuso emocional. Darte cuenta y reconocerlo (la negación es un mecanismo de defensa) es lo que hará que empieces a recuperar el control de tu vida y que finalmente empieces a sanar.

Fuente: thinkinghumanity.com

abuso

Los 4 Tipos de Respuesta Defensiva al Trauma por Abuso

Pete Walker es un psicoterapeuta estadounidense que está especializado en el tratamiento de supervivientes que han sufrido un abuso continuado en su infancia. Este abuso puede ser físico, sexual, emocional y/o psicológico. Normalmente, cuando se habla de abuso la gente tiende a pensar que se trata de un abuso sexual o físico. Sin embargo, también existe abuso cuando éste es emocional y/o psicológico por parte de los padres (ambos o uno de ellos con el consentimiento expreso o tácito del otro), otros familiares, profesores o cualquier otro adulto que se encargue de la educación y cuidado de la niña de forma continuada durante años. El abuso no sólo consiste en insultar, gritar, oprimir, humillar,..  sino también en rechazar, abandonar o negar de forma severa y continuada.

Hay cuatro estructuras defensivas básicas que se desarrollan como respuestas instintivas al trauma: Fight (Lucha), Flight (Vuelo), Freeze (Congelación) y Fawn (Fusión), lo que Pete Walker llama las 4 Fs. Las variaciones en la infancia dependiendo del patrón de abuso/negación, orden de nacimiento y predisposiciones genéticas, son lo que hacen que los supervivientes “escojan” especializarse en una de las 4 Fs o en variantes mixtas de dos de ellas.

El Tipo Lucha y la Defensa Narcisista

Los del tipo Lucha inconscientemente creen que teniendo el poder y el control pueden sentirse seguros, mitigar el abandono y asegurar el amor. Los niños a los que se mima mucho y no se les pone los suficientes límites (un tipo de abandono muy doloroso) y los niños a los que se les permite imitar el bullying de un padre o madre narcisista suelen desarrollar esta respuesta fija de lucha. Los de este tipo aprenden a responder a sus sentimientos de abandono con rabia y consecuentemente, utilizan el desprecio y la ira para intimidar y avergonzar a otros con el objetivo de utilizarlos como si fueran extensiones de sí mismos. Este tipo, que se siente legitimado a ello, normalmente utiliza a los otros como una audiencia para sus incesantes monólogos, y puede que trate a un tipo Congelación o Fusión “capturado” como un/a esclavo o prisionero en una relación de dominación-sumisión. Los tipos Lucha muy evolucionados pueden volverse sociópatas, variando dentro del espectro.

El Tipo Vuelo y la Defensa Obsesivo-Compulsiva

Los tipos Vuelo parece que tengan el botón de “encendido” atascado siempre en esa posición. Los mueve obsesiva y compulsivamente la creencia inconsciente de que la perfección los mantendrá seguras y les hará ser amadas. Huyen incansablemente del dolor interior de su abandono y falta de apego con la lucha simbólica de estar permanentemente ocupadas. Cuando el tipo Vuelo no está haciendo, se preocupa y está planeando sobre lo que va a hacer. Los tipos Vuelo son proclives a volverse adictas a su propia adrenalización, y muchos de ellos persiguen de forma temeraria y regular actividades peligrosas y arriesgadas para mantener su nivel de adrenalina alto. Otras de sus adicciones más frecuentes son estar ocupadas o a trabajar incansablemente, lo que en inglés se denomina “workaholic”.

El Tipo Congelación y la Disociación como Defensa

Muchos tipos Congelación creen de forma inconsciente que la gente y el peligro son sinónimos y que cuando están seguros es en soledad. Fuera de las fronteras de una mera fantasía, muchos se rinden a la posibilidad de tener amor en sus vidas. Este tipo, también conocido como la respuesta camuflaje, a menudo lleva a la persona a esconderse, aislarse y evitar el contacto humano lo máximo posible. Este tipo puede estar tan congelado en el modo retirada que es como si estuviesen enganchados en el botón de “off”. Normalmente es el hijo más abandonado, el cual suele ser forzado a “escoger” y habituarse a la respuesta de congelarse (la más primitiva de las cuatro respuestas).

Las defensas de este tipo Congelación suelen girar en torno a la disociación, lo que le permite desconectarse de experimentar su dolor de abandono, y les protege de interacciones sociales potencialmente peligrosas, ya que a éste le podría hacer experimentar sentimientos de re-abandono. Buscan refugio y confort en rachas prolongados de sueño, en soñar despiertos y con actividades que involucran a la zona derecho del cerebro como la televisión, el ordenador y los videojuegos. Son expertos en el arte de desenchufar el botón interno cuando la experiencia interior se vuelve incómoda. Cuando están severamente traumatizados, pueden llegar a presentar un desapego esquizoide de la realidad.

El Tipo Fusión y la Codependencia como Defensa

El Tipo Fusión busca la seguridad mediante la fusión de sus deseos, necesidades y demandas con otra persona. Se comportan como si inconscientemente creyesen que el precio por la admisión a cualquier relación fuese la renuncia de todas sus necesidades, derechos, preferencias y límites. Son hijas de por lo menos un/a padre o madre narcisista que usa el desprecio para presionarles a estar a su servicio, asustándolas y avergonzándolas para que no desarrollen un autoconcepto sano: un espacio egoico para la autoprotección, el autocuidado y la autocompasión. Esta dinámica es explorada en profundidad por Pete Walker en su artículo: “Codependency, Trauma and The Fawn Response”(Enero/Febrero 2003). Los tipos Fusión suelen responder bien a ser psicoeducadas bajo el modelo descrito en el artículo. Esto es especialmente revelador cuando el terapeuta persiste en ayudarles a reconocer y renunciar a la repetición-compulsión que les lleva a entablar relaciones con tipos narcisistas que las explotan.

Los Tipos Híbridos

Hay pocos supervivientes que sean tipos puros. La mayoría son híbridos de las cuatro respuestas. En este post vamos a describir dos de los híbridos más comunes: el Lucha/Fusión y el Vuelo/Congelación.

El híbrido Lucha/Fusión

El Lucha/Fusión combina dos polaridades opuestas pero que se atraen magnéticamente de estilo relacional – narcisismo y codependencia. Esta defensa en ocasiones es diagnosticada erróneamente como borderline porque los flashbacks que experimenta el/la superviviente suponen entrar en un sentido de pánico de abandono y desesperación por amor que  le hace moverse de manera drástica entre luchar y agarrarse desesperadamente al amor. Este tipo es diferente de otra condición más común en la que los supervivientes actúan como un tipo Lucha en una relación mientras se fusionan en otra, por ejemplo, el arquetípico marido calzonazos que es un tirano en el trabajo. También de otros codependientes que tienen tras aguantar mucho alcanzan un límite en el que finalmente se hartan y estallan reclamando justicia y condenando la explotación.

El híbrido Vuelo/Congelación

El Vuelo/Congelación es el menos relacional y el híbrido más esquizoide. Este tipo evita sus sentimientos y la re-traumatización en potenciales relaciones. Hace un “dos pasos” obsesivo-compulsivo/disociativo que estrecha severamente su vida. Este tipo es más común entre los hombres, especialmente aquéllos traumatizados por ser vulnerables durante la infancia. Muchos adictos al sexo combinan el vuelo y la congelación en una búsqueda compulsiva de una pseudo-intimidad sexual.

¿Eres un/a superviviente y te reconoces en alguno de los tipos o subtipos? Muchos supervivientes viven con síndrome de estrés post-traumático complejo (PTDS, por sus siglas en inglés), sin saberlo. Si quieres profundizar sobre el tema, te recomiendo el libro de Pete Walker “Complex PTSD: From Surviving to Thriving”.

 

traumabonding

¿Sabes qué es el Trauma Bonding en las Relaciones?

El bonding (vínculo) es un proceso emocional y biológico que hace que dos personas sean más importantes la una para la otra con el paso del tiempo. Es acumulativo, crece con el tiempo, viviendo juntos, comiendo juntos, teniendo hijos juntos,.. en definitiva, compartiendo. El trauma bonding supone que “la víctima tiene un apego disfuncional que ocurre ante la presencia de peligro, vergüenza o explotación” (Carnes, 1997).

Las niñas han crecido en un hogar con padres disfuncionales, cuando son adultos tienen más dificultades para entablar relaciones sanas con otras personas. El vínculo se desarrolla con un adulto que constantemente tiene respuestas agresivas, impredecibles, emocionalmente indisponibles,… para la niña. Esto hace que muchas niñas que han sido víctimas de abuso emocional, en su etapa como adultos desarrollen diferentes tipos de apego disfuncional evitativo, ansioso o desorganizado. La teoría del apego fue desarrollada por John Bowlby, psiquiatra y psicoanalista de niñas.

Hay muchos terapeutas que asocian el trauma bonding  a lo que se conoce como el Síndrome de Estocolmo, un fenómeno psicológico que adquirió este nombre por un suceso ocurrido en Estocolmo (Suecia). El 23 de Agosto de 1974 dos hombres armados atracaron un banco y secuestraron a 3 mujeres y 1 hombre durante varios días. Cuando el secuestro terminó, sorprendentemente, las víctimas estaban del lado de los secuestradores, defendiéndoles ante la policía y los medios. Una de las mujeres se acabó prometiendo con uno de los secuestradores. Otra de las mujeres se gastó una gran suma de dinero en la defensa judicial de otro de ellos.

El síndrome de Estocolmo tiene lugar cuando un rehén que se ha visto envuelto en un secuestro desarrolla un fuerte vínculo emocional con su captor. El trauma bonding es algo parecido a esto. Las víctimas en relaciones sentimentales con narcisistas tienen sentimientos muy profundos y fuertes por ellos. Los narcisistas tratan a las víctimas a veces bien y a veces mal perpetrando un abuso que es no sólo soportado sino también justificado por las víctimas. Normalmente, la cara más amable que muestra el narcisista es más frecuente al principio de la relación y, con el paso del tiempo es la parte más oscura es la que se va acrecentando.

El efecto del trauma bonding en el cerebro de las víctimas es similar al de ser adicta a una droga. Se enganchan al ciclo de bueno (felicidad) y malo (dolor):

  • La felicidad tiene lugar a través del bombardeo de amor (o love bombing), los halagos, el buen sexo, lo que produce oxitocina en el cerebro de las víctimas. A la oxitocina  también se la conoce como la hormona de la felicidad.
  • El dolor ocurre en la forma de abuso (verbal, psicológico, emocional,..), lo cual genera cortisol en el cerebro de la víctima, una hormona que avisa de que hay un peligro del que la víctima tiene que protegerse. Esto hace que la víctima se encuentre sometida a niveles muy altos de estrés de forma continuada.

Este ciclo de bueno-malo, bueno-malo, bueno-malo es lo que atrapa a las víctimas y lo que hace que les resulte tan dan difícil salir de la relación. Enfrentarse a la situación de dejar una relación abusiva supone encontrarse con dificultades muy parecidas a las de un drogadicto que quiere dejar la droga.

Las relaciones con narcisistas son montañas rusas emocionales, con sentimientos muy intensos y mucho drama e inestabilidad. Las personas que han crecido en el seno de familias disfuncionales con un padre y/o madre narcisista, se encontraron envueltas en este tipo de dinámica en la infancia. Aprendieron que eso era el amor, por lo que esa clase de relación es lo que buscarán de forma inconsciente como adultos. Las relaciones “normales” a estas personas por lo general les parecen sosas y aburridas, porque no tienen los “picos” de arriba y abajo de las abusivas. Como las víctimas no son conscientes, repiten este tipo de relación toxica con sus sucesivas parejas abusivas, siguiendo un patrón de lo que Freud llamó repetición-compulsión.

Los adultos que sufren de trauma bonding tienen el síndrome del ‘burn out’, esto es, les cuesta mucho entablar relaciones sentimentales sanas porque sus emociones suelen estar anestesiadas, con lo que responden más positivamente a personas o situaciones peligrosas o intensas porque éstas les hacen sentir. Ese sentir con tanta intensidad para ellos es lo normal. La idea de la víctima es “Hemos pasado por tantas cosas juntos..” cuando en realidad es la abusadora la que ha causado dolor a la víctima y la ha puesto frente a situaciones muy adversas, sin sentir culpa ni remordimientos por ello.

Hemos pasado por tantas cosas juntos..

Las personas que están en esta clase de relaciones con abusadores tienen una alta tolerancia a comportamientos que la mayoría de la gente consideraría inadmisibles. Si las supervivientes entienden que la atracción que sienten por los abusadores y el trato que aguantan se deben al trauma bonding, podrán empezar a cambiar su comportamiento, siendo más cautas con sus potenciales parejas, poniendo límites y autoprotegiéndose en el caso de que el comportamiento de la persona con la que interactúan empiece a ser tóxico y digno de poner fin a la relación.

El psiquiatra y psicoanalista Carl Jung dijo que

“Los masoquistas no están enamorados de los sádicos. Están enamorados del dolor”.

9 Señales de que tus Relaciones están basadas en el Trauma Bonding

  1. Crees que que traten mal es lo normal. Si les dices a tus amigos o familia cómo tu pareja habla de ti o te trata, se preocupan por ti. A ti te parece que no hay nada de lo que preocuparse, que es normal.
  2. Las peleas. Tienes peleas repetitivas sobre los mismos temas, una y otra vez, como en bucle, nunca hay una salida a esto, un acuerdo. Cuando por fin sientes que has llegado a algún sitio con la pelea, todo eso se evapora cuando tu pareja parece no recordar absolutamente nada sobre eso y la pelea se repite de nuevo, como en la película “El día de la Marmota”.
  3. Defiendes a quien abusa de ti o te usa. Te quejas a tu familia, amigos, de tu pareja, pero en seguida empiezas a justificarle o a culparte a ti misma por su comportamiento, por ejemplo, “Es normal que no quiera que le deje sola para ir con mis amigas porque él no tiene amigos”, “A veces me grita y me falta al respeto, pero no me pega. Podría ser peor”.
  4. Pérdida de voluntad. Todo en tu cabeza te dice que deberías dejar a tu pareja, pero no te sientes capaz de tomar la decisión por ti mismo.
  5. Estás enamorada de la fantasía, no la realidad. Te das cuenta de que estás muy apegado a la historia de “cómo deberían ir las cosas” o “cómo deberían ser”, a pesar de que la realidad de la relación no se parece mucho a ello.
  6. “Esta vez no”. Te sientes a menudo como Charlie Brown, el cual repetidamente le da patadas al balón que Lucy sostiene, quitándolo en el último momento para que Charlie se caiga de espaldas. Te aferras a la idea de que la narcisista ESTA VEZ no quitará el balón, a pesar de que SIEMPRE lo acaba haciendo.
  7. Conversión. Sigues intentando convertir a tu pareja en alguien que te trate bien, convencerle para que se comporte de forma diferente. Crees que si te haces entender todo será diferente. Intentas que entienda que algunas de las cosas que hace o dice te hacen daño, si él entendiese, todo sería distinto.
  8. No te gusta. “Quieres” a tu pareja, pero no te gusta, no le respetas, ni siquiera estás a gusto teniéndole cerca muchas veces.
  9. Obsesión. Si finalmente consigues romper con tu pareja, te obsesionas con ello y llegas a un punto nostálgico en el que sólo recuerdas lo bueno y te preguntas si has tomado la decisión correcta o en realidad deberías volver con ella.

 ¿Has tenido alguna relación basada en el Trauma Bonding? ¡Cuéntanoslo!