Cómo Afecta a una Persona Haber Sido Criada por un Padre/Madre Narcisista

Última actualización: 9 enero, 2022



¿Por qué importa si un padre o una madre son narcisistas? ¿Cómo le afecta eso a un niño? Es posible que te estés haciendo estas preguntas si eres una persona que comparte la crianza con un ex que tiene Trastorno Narcisista de la Personalidad; has sido criada por una madre narcisista; o si estás en una relación con una persona que sospechas que puede ser narcisista y estás buscando tratamiento después del narcisista.

El Trastorno Narcisista de la Personalidad (TNP) se malinterpreta cuando se aplica a alguien que es simplemente egocéntrico, arrogante y todo gira en torno a él mismo. Si bien estos rasgos son molestos y no es divertido estar cerca de una persona así, el narcisismo es un trastorno más profundo y destructivo que tiene efectos devastadores en las personas que tienen relaciones con el/la narcisista. Es un trastorno difícil de tratar, si no imposible. Las piedras angulares del trastorno son el delirio de grandeza, la falta de empatía y la incapacidad de sintonizar con el mundo emocional de los demás.

Entonces, ¿cómo afecta a una niña haber sido criada por al menos un(a) Narcisista?

  • El niño no se siente escuchado o visto. Al niño se le dará el mensaje de que no es importante ni bien recibido y que lo mejor que puede hacer es “molestar” a sus padres lo menos posible.
  • Los sentimientos de la niña no son reconocidos. A la niña no se le permite expresar emociones o sentimientos, con lo que aprende a ocultarlas a través de diferentes mecanismos de defensa (represión, introyección, deflexión,…)
  • El niño será tratado como un accesorio/extensión del padre/madre narcisista con el consentimiento del otro (muy probablemente, codependiente) en lugar de como una persona. Este fenómeno se denomina cosificación o despersonalización.
  • La niña será más valorada por lo que hace que por lo que es como persona. Por ello, muchas niñas adultas son muy exigentes consigo mismas y se ponen muchos objetivos a alcanzar, creyendo que así serán queridas.
  • El niño no aprenderá a identificar o confiar en sus propios sentimientos y su percepción de la realidad y crecerá con una duda paralizante. Esto es debido a muchas técnicas de abuso/maltrato ejercidas por el padre narcisista, encubiertas o descubiertas, como por ejemplo, el gaslighting.
  • Al niño se le enseñará que su imagen es más importante que cómo se siente. En la familia narcisista hay una preocupación extrema por los que piensan los demás y por “quedar bien” en cualquier situación. Esto es un prioridad con respecto a cómo se sienten los miembros o a que puedan expresarse o ser ellos mismos.
  • A la niña se le asignarán una serie de roles en la familia narcisista elegidos por el padre/la madre narcisista y no se le permitirá desarrollar un Verdadero Yo.
  • Se enseñará al niño a guardar secretos para proteger a los padres y a la familia. En la familia narcisista hay secretos relacionados con el trauma, que lleva al abuso/maltrato y que se pasa de generación en generación. El secreto o secretos de la familia pueden estar relacionados con una adicción, incesto, violación,…
  • No se alentará a la niña a desarrollar una identidad propia sino que se la convertirá en una persona dependiente crónica (hasta que empiece terapia) de la validación/aprobación de sus padres y posteriormente proyectará esta necesidad de validación en los jefes, parejas, amigos,…
  • El niño se sentirá emocionalmente vacío y no alimentado emocionalmente. La mayoría de los niños adultos que han crecido en familias narcisistas se sienten vacíos por dentro y faltos de autoestima. Esto se debe a que no se les enseñó a gestionar y expresar sus emociones, algo que es fundamental para el desarrollo sano de un ser humano y tampoco se les dio mucho amor, con lo que se encuentran con dificultades para quererse a sí mismos.
  • La niña aprenderá a no confiar en los demás. Todas las experiencias que tiene la niña en su infancia, sobre todo hasta los 7 años, se quedan grabados a nivel somático y a nivel celular. Como durante su infancia es constantemente rechazada, humillada, abandonada,… por sus padres narcisistas, inconscientemente, crecerá con la idea de que no puede confiar en los demás.
  • El niño será usado y manipulado por la madre narcisista. Esto lo convertirá en una persona altamente manipulable como adulto, que encajará con perfiles de personas que tienden a ser muy manipuladoras, entre los que están los narcisistas, psicópatas y sociópatas, repitiéndose las dinámicas de infancia.
  • A la niña se la obligará a estar disponible para el padre narcisista, en lugar de al revés, como debería ser. Los padres narcisistas, como no vieron sus necesidades satisfechas en su infancia, utilizan a sus hijas para satisfacerlas en lugar de lo que sería lo natural, que es que el padre esté disponible para la niña.
  • El niño no tendrá un desarrollo emocional. Los padres/madres narcisistas no saben gestionar sus propias emociones, por eso no pueden acompañar a sus hijos para validarlas y gestionarlas. El adulto, a menos que lo trate en terapia, tendrá un bloqueo y un vacío emocional.
  • La niña se sentirá criticada y juzgada, en lugar de aceptada y querida. Las madres narcisistas no saben querer ni aceptar ni a sí mismas ni a los demás, incluidas sus hijas. Serán demasiado exigentes con ellas para poder controlarlas y dominarlas y les pondrán etiquetas, juzgándolas, de las que no las dejarán salir, como “tonta”, “sensible”, “loca”, “desequilibrada”. Todo ello son proyecciones, que es un mecanismo de defensa. Así es como en realidad se siente la madre y utiliza a la hija para proyectar sus propios sentimientos de inadecuación.
  • El niño se frustrará tratando de buscar amor, aprobación y atención en vano. Al hijo de un padre narcisista se le dice demasiadas veces “no” a todo lo que pide, como ser dependiente que es por naturaleza. Esto hace que, como adultos, tengan el umbral de la frustración demasiado alto y tiendan a no pedir o no intentar nada por temor que la respuesta sea otro “no”.
  • La niña crecerá sintiendo que “no soy lo suficientemente buena”. La madre narcisista le enviará mensajes, de forma directa o indirecta, que dicen precisamente eso. Como adulta, tenderá a sentir que “no es suficiente” como persona en cualquier área de su vida y se esforzará mucho (demasiado) por llegar a un estándar imposible que ella misma se ha fijado.
  • El niño no tendrá un modelo a seguir para tener relaciones sanas. Al tener un modelo de relación tóxico, tenderá a tener este tipo de vínculos en su edad adulta pensando que ser utilizado o abusado es “lo normal” y que eso es “amor”.
  • A la niña no se le permite poner ningún tipo de límite en la relación con sus padres narcisistas y decir que “no” es algo por lo que se le castiga severamente. En su edad adulta, esta niña tendrá dificultades con poner límites apropiados en sus relaciones con los demás.
  • El niño no aprenderá a cuidarse a sí mismo de forma sana, sino que se volverá codependiente, tendiendo a priorizar cuidar a los demás por encima de cuidarse a sí mismo.
  • El niño tendrá dificultades con la independización emocional necesaria del padre narcisista a medida que crezca. A estos niños no se les deja crecer y madurar, sino que se les mantiene en un estado emocional de niños eternos, (por eso a los hijos de narcisistas se les llama los “niños adultos”) creando lo que se llama el vínculo de fantasía.
  • A la niña se la entrenará para buscar la validación externa frente a la validación interna. Esto le llevará a no creer en sí misma y poner su valía en la opinión subjetiva de los demás, especialmente figuras de autoridad (jefes, profesores,… y parejas).
  • El niño recibirá un mensaje mixto y de locos de “hazlo bien para hacerme sentir orgulloso” como una extensión del padre, “pero no lo hagas demasiado bien y me superes a mí“.
  • La niña puede experimentar celos de la madre narcisista si la madre cree que es mejor que ella en algo. Las narcisistas suelen competir y compararse y su ego no les permite reconocer como mejores que ellas a nadie, especialmente a sus propias hijas.
  • Al niño no se le enseña a darse reconocimiento a sí mismo cuando se lo merece. Se minimizan sus logros, del tipo que sean. El adulto tenderá a hacer lo mismo, viéndose a sí mismo bajo la luz más negativa posible.
  • En última instancia, la niña sufrirá Síndrome de Estrés Post-Traumático Complejo, depresión y/o ansiedad en su edad adulta, que son secuelas de todo el trato recibido en su infancia y que la adulta repite consigo misma de forma inconsciente.
  • El niño crecerá creyendo que no es digno de ser querido, porque “si mis padres no me quieren, ¿quién me va a querer?. En sus relaciones de pareja, o bien serán contradependientes o bien acabarán con personas con perfiles narcisistas, psicópatas y/o sociópatas.
  • Una madre narcisista a menudo avergüenza y humilla a la niña, que crecerá con una baja autoestima.
  • El niño a menudo se convertirá en un gran triunfador o auto-saboteador o una mezcla de ambos.
  • La niña necesitará psicoterapia para recuperarse del trauma y tendrá que convertirse en el propio padre y madre (lo que se denomina auto-paternaje y auto-maternaje) de su niña interior herida en su edad adulta, para así por fin, salir del bloqueo en su desarrollo y darse a sí misma lo que su padre/madre narcisista no pudo darle para madurar y prosperar en su vida adulta.

Haber criado por un padre narcisista es emocional y psicológicamente abusivo y causa efectos debilitantes y duraderos en los niños. A menudo, los profesionales lo pasan por alto, ya que los narcisistas pueden ser encantadores en la superficie, mostrando una imagen de cómo desean ser vistos. Detrás de las puertas cerradas, los niños se asfixian en un ambiente castrante y lidian con la soledad y el dolor. La narcisista no se responsabiliza de su propio comportamiento y le echa la culpa a la niña, justificando así cómo la trata. La niña, que necesita darle sentido a lo que le hacen, se cree que la culpa sí que es suya y, en definitiva, se “traga” el mensaje de que “hay algo malo en mí” (lo que se conoce como “el defecto fatal”) y por eso la tratan así.

Un niño que ha crecido soportando todo esto, necesita como adulto un trabajo de recuperación serio para sentirse mejor.  En definitiva, necesita tratamiento después del narcisista. La buena noticia es que sí se puede estar mejor, sanar esas heridas de infancia tan graves. Sólo hay que dar el primer paso para otro camino distinto de aquél para el que fueron entrenados a recorrer. Es aconsejable buscar ayuda profesional para este proceso personal, en especial de una terapeuta que sepa sobre narcisismo.

 

2 Comentarios

  1. Julio

    Buenos días, quería hacerte dos preguntas:
    -es útil asistir a un grupo de autoayuda formado por personas que han padecido esta disfuncionalidad o “niños adultos”?
    -qué formación específica debe tener un terapeuta que trate estas cuestiones?

    Gracias

    Responder
    • Consultora sobre Narcisismo

      Hola Julio:

      – Yo creo que sí es útil asistir a un grupo terapéutico para sanar. En mi opinión es algo necesario y complementario a la terapia individual.
      – En mi experiencia, un(a) terapeuta Gestalt está capacitado para tratar estos temas porque se centra en una gestión emocional, confronta de una forma respetuosa y permite a la persona expresarse con libertad, no le aplica juicios. Seguro que hay más profesionales capacitados pero yo prefiero recomendar algo haya experimentado yo en primera persona, que es lo que me ocurre con la terapia Gestalt.

      Saludos!

      Responder

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