Comportamientos de las Supervivientes de Familias Abusivas



Resistencia

Cuando los terapeutas encuentran resistencia a la terapia en los supervivientes, éstos a menudo se sienten frustrados, desanimados y críticos. Al observar el comportamiento de los supervivientes desde el punto de vista del mindfulness, los terapeutas pueden verlo como una forma en que los supervivientes tratan de cuidarse a sí mismos, sin importar lo destructivo que pueda parecer el comportamiento.

Una superviviente de incesto se resistía a renunciar a su objetivo de dejar de  darse atracones de comida y después “purgarse”. Se odiaba a sí misma por este comportamiento “malo y repugnante”, y decía que era “débil”. Creía que si no conseguía detener su comportamiento, esto significaba que carecía de fuerza de voluntad.

Pero como Elissa Epel, psicóloga e investigadora, señaló en su charla de TED “La ilusión de control: comportamiento humano y los donuts”, la fuerza de voluntad es energía finita. El atracón de comida y la posterior purga son solo síntomas, y como la superviviente no podía parar de repetir estas conductas, su único “éxito” era alimentar su ciclo interminable de “fallos”. Si su enfoque estaba en cambiar el comportamiento de atracón y purga, entonces su pensamiento y energía estaban vinculados al comportamiento que no quería. Como no podía ir en dos direcciones al mismo tiempo, no podía avanzar hacia lo que realmente quería: liberarse de este ciclo de sufrimiento.

Límites

Una dificultad importante para las supervivientes que impregna todos los aspectos de sus vidas es la incapacidad de establecer y mantener límites. La falta de límites proviene del sistema de creencias de la superviviente de que ella es demasiado fuerte, demasiado estúpida, demasiado gorda, demasiado delgada, o no es inteligente, guapa, graciosa, delgada o lo suficientemente buena. Si crees que eres demasiado o no lo suficiente “lo que sea”, entonces no crees que tengas derecho a decir no/parar o  decir sí/ quiero más porque no te lo mereces. Si no puedes decir que no, tampoco puedes establecer un límite y estás congelada en la incertidumbre, el lugar que deseas evitar a toda costa.

En un enfoque consciente, la superviviente aprende a establecer límites determinando qué cantidad de cualquier cosa (tiempo, intimidad, argumento, comida) es adecuada para ella. El objetivo es descubrir qué es suficiente para ella y saber que tiene derecho a esos límites. “Esto es suficiente para mí. Esto es todo lo que estoy dispuesta a dar “. “Esto no lo quiero para mí. No lo voy a permitir.” Pequeños pasos trazan un camino que puedas reconocer.

Extremos

Muchos supervivientes viven en los extremos porque así es como aprendieron en su infancia a ver el mundo. Ese mundo suena como “debería o no debería ser”,”blanco o negro”, “bueno o malo”, “ahora o nunca”, “perfecto o fracaso”, “correcto o incorrecto”, y “todo o nada”. Es por eso que los regímenes estrictos de ejercicio, las dietas severamente restrictivas y el perfeccionismo son tan atractivos y repetidamente intentados. Es por esto que los supervivientes creen en una autoridad externa y no en su propia sabiduría interna.

La desconexión de un cuerpo que percibe (de forma distorsionada) que le ha traicionado y/o que le disgusta dificulta el acceso a las sensaciones físicas relacionadas con los pensamientos y emociones, el hambre y la plenitud, el dolor y el placer. Significa que no puedes usar la sabiduría de tu propio cuerpo y debes confiar sólo en tu cabeza y en el pensamiento condicionado desde la infancia. Nunca ha habido un término medio para los supervivientes, sin embargo, el trabajo corporal consiste en encontrar un lugar de descanso entre los extremos. Al disminuir la velocidad para sentir los pies en el suelo o el contacto físico que el cuerpo está haciendo con la silla o prestando atención a la respiración, este momento de auto-calma interrumpe el pensamiento automático, relaja los músculos tensos y crea un pequeño espacio en el que hay un “darse cuenta”, lo que hay aquí y ahora interna y externamente, dando espacio para que haya más opciones. Para ampliar el abanico de un mundo de extremos y descubrir que no sólo hay blanco y negro sino también grises.

Una Postura Radical

A través de las habilidades de la terapia corporal, las supervivientes aprenden a adoptar una postura diferente en relación con sus pensamientos, emociones, sensaciones físicas y comportamientos. Mantenerse presente sin juzgar lo que está aquí y ahora es importante para reducir el drama en las vidas de las supervivientes. La mayoría del drama reside en la mente, ya que viven en el pasado (con las emociones de su niña interior herida) o corren hacia el futuro (huyendo hacia fantasías no realizables) ninguno de los cuales existe, excepto en sus pensamientos.

En última instancia, las prácticas de la terapia corporal conservan la energía, el tiempo y el desgaste del cuerpo y el alma. Esto requiere de práctica. No es una solución rápida. En una cultura en la que una respuesta a todos tus deseos, ya sea comida, música, un nuevo vestido, información o entretenimiento, la próxima subida, es solo un toque o un clic, la terapia corporal ofrece un camino constante y compasivo hacia la libertad. Para las supervivientes no es fácil la idea de participar en un proceso donde no hay una meta ni hay que conseguir nada, ya que la mayoría son controladoras, perfeccionistas y tienden a correr hacia metas, realizables o no. Sin embargo, perseverar en la práctica de simplemente estar con una misma, lleva a unos enormes beneficios de aceptación, paz interior y salud mental y emocional.

Fuente: https://www.socialworktoday.com

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