Las Adicciones. Para qué nos volvemos adictos y cómo cambiar esta dinámica.

Última actualización: 9 enero, 2022



Cada vez más, estamos entendiendo que los niños que fueron traumatizados/traumatizadas durante su infancia, se convierten en adultos que corren el riesgo de tener problemas de salud mental y física. Si eres un adulto que fue abusado o maltratado en la infancia, tus posibilidades de desarrollar enfermedades y de abusar de sustancias son mucho mayores que las de una persona que no fue maltratada. El trauma que no es tratado, afecta durante toda la vida adulta de muchas formas. Hay muchas personas que viven traumatizadas sin ser conscientes de ello.

El Dr. Gabor Maté, en su mirada a las causas de las adicciones, ha sugerido que la adicción (ya sea a las drogas, el alcohol, el sexo, las compras o el juego) es una búsqueda para abordar el “fantasma hambriento” dentro de nosotros que se siente no amado y desconectado. La adicción satisface la necesidad de superar el dolor que perdura por nuestro trauma de infancia.

Las personas que fueron maltratadas y/o abusadas en su infancia están emocionalmente desreguladas, algunas sufren de depresión (leve o grave) o puede ser que tengan ataques de rabia inesperados,… hay días que se levantan eufóricas y otros que se sienten muy tristes. Esto no proviene de fuera, es decir, no les ha ocurrido nada que haga que se sientan así. El problema es endógeno, viene de dentro, de su propio cuerpo, del trauma.

Se vuelven adictas al sexo, el juego, las compras, las drogas,… porque esto les “altera” emocionalmente, les hace sentirse mejor y más estables de forma temporal. El problema es que se vuelven como máquinas vivientes, que tienen que repetir una y otra vez proporcionarse a sí mismas eso a lo que se han vuelto adictas para poder “regularse”. Les genera dependencia, a veces hasta el punto de no poder llevar una vida normal. Mienten a los demás y se engañan a sí mismas. El trauma sólo se sana atravesando el dolor. Con las adicciones lo que se hace con el dolor es evitarlo.

¿Qué buscan las personas adictas?

Estos objetivos son los buscan cuando van una y otra vez a la fuente de la adicción:

  • Mantenerse a salvo: permite que la superviviente del trauma se sienta segura y protegida.
  • Calmar el dolor: los sucesos traumáticos dejan heridas emocionales, lo cual es doloroso de soportar. La adicción alivia este dolor por un breve periodo de tiempo.
  • Tener el control: los supervivientes del trauma quieren tener el control porque fue la impotencia de su situación la que causó el trauma en su infancia. La adicción les crea la fantasía de que tienen control sobre sus vidas.
  • Un chute de falsa autoestima: si el amor fue muy insuficiente en la infancia, se buscan medios sintéticos para evocarlo.
  • Sensación de empoderamiento que no es real: la adicción proporciona una breve auto-empoderamiento y una identificación que está muy alejada de la realidad.

El tema más importante con las adicciones es dejar de engañarse a una misma y de justificar un comportamiento que en el fondo, la adicta “sabe” que es perjudicial. Es muy doloroso verse a una misma como una adicta. Os invito a miraros a vosotras mismas con compasión. El trauma es muy doloroso y sobrevivir lo más importante hasta que podemos empezar a sanar.

Recuperación y sanación

  • Terapia EMDR: reprocesamiento de desensibilización del movimiento ocular.
  • Terapias que se centren en la gestión emocional, como la terapia Gestalt.
  • Mindfulness: el mindfulness se centra en la atención plena en el momento presente y en la experiencia sensorial. Es muy buena para los supervivientes, que tienden a estar mucho en sus cabezas con pensamientos obsesivos o en bucle.
  • Meditación: la meditación ayuda mucho a calmar los pensamientos y a respirar mejor, de una forma más natural. Ponte objetivos fáciles, que sean alcanzables. Si empiezas por tan sólo cinco minutos al día, empezarás a notar los efectos en tan sólo un par de meses.
  • Yoga: El yoga tiene efectos sobre el sistema nervioso. Esto es súper bueno para las supervivientes, que lo tienen alterado debido al estado permanente de alerta en el que tuvieron que vivir durante su infancia y que repiten como adultos de forma inconsciente, a pesar de que ya no hay ningún peligro ni amenaza que temer constantemente.
  • Compasión. Practica una mirada compasiva hacia ti misma. Al fin y al cabo sólo eras una niña que hizo lo que pudo para sobrevivir en un entorno muy hostil, donde recibía de forma continuada ataques. Tu(s) padre(s)/madre narcisista(s) tan sólo repite el abuso del que fueron objeto ellos mismos por parte de sus padres/cuidadores. Ten compasión hacia ti misma y hacia ellos. Dedica unos minutos al día frente al espejo para darte esa mirada compasiva. Cuando observes a esa crítica que llevas dentro y que te transmite mensajes negativos y autodestructivos, páralo. Es tu responsabilidad quererte y cuidarte.

1 Comentario

  1. podocast

    Buen artículo, muy constructivo

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