Siempre tuve las señales: Él Negaba lo que hacía mal, nunca aceptaba sus errores, siempre me culpaba a mí, decía que yo no lo entendía, me gritaba, me ofendía, tenía cambios de humor repentinos sin explicación aparente. Nunca me pedía perdón, si me ofendía o me agredía decía que había sido mi culpa. No asumía la responsabilidad de su acciones para conmigo. Nunca me daba la razón, se sentía superior a mí, incluso me lo decía que yo era poquita cosa. Se mantenía a veces tranquilo y cuando yo estaba perdiendo la compostura, llegando al límite y reaccionaba con ira, lo utilizaba para demostrar ventaja sobre mí. Tenía ataques de ira o se ponía brusco y huraño en cuestión de minutos. Hasta su mamá decía que de él se apoderaba un demonio. Me decía que me amaba y que me valoraba mucho y que yo era especial, sí, me lo decía, pero algunas de sus acciones demostraban lo contrario. Con las demás personas y las demás mujeres era un Sol y conmigo delante de los demás, pero en privado ofendía. Habia que hacer su voluntad y no podía hacer nada sin su consentimiento. Aunque sí se conmovía con el dolor ajeno y ya eso no encaja con un narcisista creo. Pero sí tenía algunas visiones distorcionadas de la realidad.
Siempre decía que odiaba las mentiras y me mentía descaradamente.
Guaoooooo, no puedo creerlo!!! Siempre pensé que había algo raro en él, pero…..
Y sin embargo me enamoré de esos momentos dulces y tiernos y atentos que tenía conmigo, pero mi autoestima me laseró hasta el punto de decir !Basta!
Bueno, todo esto fue cuando yo no había encontrado el amor propio. Nunca más permitiré que alguien me trate de esa manera.